viernes, 30 de septiembre de 2011

Hacia dónde vamos…
Hace unos días tuve la oportunidad  de  escuchar las declaraciones de uno de los candidatos, por supuesto que no daré su nombre, pero de acuerdo a las encuestas es el que va más arriba.
Dice este señor, que si llega al poder será el más tolerante de los mandatarios, pues él lo que más desea es servir a su gente. Por eso cada vez que lo interrogan tiene la misma respuesta; “Seré muy respetuoso de lo que el pueblo decida”.
Durante la entrevista que yo vi, le hicieron varias preguntas: ¿Qué opina de los matrimonios del mismo sexo? El contestó; Siempre antepondré lo que la sociedad en su momento requiera. ¿Qué piensa de la adopción de niños por parejas homosexuales? Seré tolerante con lo que las mayorías decidan.
  ¿Cuál es su postura respecto al aborto y la píldora del día siguiente?  Todo será considerado de acuerdo a lo que solicite la sociedad. ¿Frenaría usted tanta promoción en los medios a las prácticas homosexuales?  Se tomaran en cuenta todas las sugerencias con la tolerancia que se amerite. ¿Está usted de acuerdo en que se legalice el uso de algunas drogas? Pondré en la balanza la violencia y las adicciones, pero r espetaré las exigencias del pueblo. ¿Qué piensa de la ampliación de horarios en la venta de bebidas alcohólicas?  Que todo va de acuerdo a lo que la sociedad demanda.
 A partir de entonces observé con más detenimiento todas sus declaraciones y me fijé que en todas sus respuestas relacionadas o no, con los vicios y las conductas negativas que tan terrible daño han causado a la moral de la familia mexicana, y desequilibrado a nuestra juventud, es usual que conteste con pequeñas pausas, con respuestas ambiguas.
Después de verlo y escucharle quedaron en mi mente muchas dudas. ¿Es acaso esta clase de representantes los que necesitamos en la actualidad los ciudadanos del tercer milenio globalizado?
Si como madre de varios niños yo hubiera optado por educarlos bajo el régimen de total tolerancia, ¿donde estarían ellos ahorita? Si hubiera preferido ser la madre mas amada aunque no respetada, ¿Cómo se hubiera pronosticado mi vejez?
Me inquieta el no saber hacia dónde vamos con estos innovadores candidatos que no manifiestan sus convicciones, que no muestran carácter, que temen vivir su fe, inseguros de decir lo que son, lo que piensan y lo que harán. Por miedo a quedar mal con su partido y a perder las elecciones.
Antonieta B. de De Hoyos.                                 Junio 25/11
Mujer ejemplar, Orgullo Nigropetense.

Graciela Mondragón Vargas nació un diez de mayo, hija de Raúl Mondragón Flores y Aurelia Vargas. La primaria la cursó en la escuela federal Benito Juárez y la carrera de  Comercio y Contador Privado en el Colegio México. Mientras cumplía con su primer empleo formal en el Banco Comercial, estudió la secundaria en la nocturna. Poco después  ingresó al Instituto Mexicano del Seguro Social, en el área administrativa.  Fue en ese ambiente de hospital y derechos laborales cuando se despertó en ella el placer  de servir, sentimiento que la llevó a sacrificar horas de descanso y diversión para obtener con excelentes calificaciones su título de enfermera. Aún y cuando su trabajo y sus estudios la agotaban, participó en dos obras de teatro “Los derechos de la mujer y “Una pura y dos con sal”, dirigidas por Joaquín Villarreal.

Al graduarse de enfermera se le presentó la oportunidad de especializarse en pediatría, en el Distrito Federal, estudios y prácticas que alternó entre el Centro Médico Nacional y el Hospital Infantil de México “Federico Gómez”. Por su Don de Servicio, Chela fue más que apreciada, fue amada por pacientes y familiares, lazo fraterno que la condujo en varias ocasiones a la pila bautismal para amadrinar al recién nacido.

Este amor entre enfermera y enfermo no supo de límites. Por esa inmensa compasión, decidió emprender otra especialidad en el Nuevo Centro Médico Nacional, la de neonatos.
Aquella terrible mañana del 19 de septiembre de 1985, Graciela se levantó muy temprano como de costumbre, debía dejar a su hija Anahí de casi un año de edad en una guardería cercana  y guardar su auto en el estacionamiento del sótano del hospital. Pero esta vez prefirió dejarlo en una calle aledaña y caminar hasta la entrada. Se sentía feliz, satisfecha y agradecida con Dios por los logros obtenidos, ahora era jefa de piso de cuneros (séptimo piso), y atendía con esmero la salud de treinta bebés, por supuesto que con la ayuda de cinco eficientes enfermeras que acataban sus órdenes.
A las siete diecinueve un terremoto de 8.1 grados sacudió a la ciudad de México. La primera reacción de las enfermeras al ver que el edificio se colapsaba fue gritar desesperadas que pronto morirían, Graciela no, ella impasible con una serenidad increíble empezó a calmarlas; su voz, sus palabras, sus movimientos, disminuyeron la histeria colectiva. En cuanto dejo de temblar, les recordó que la prioridad era sacar a las criaturas  de lo que quedaba de la sala de cuneros, solo quedaba en pie una pared la que sostenía la escalera. Las organizó rápidamente; a cada una le colocó entre sus brazos tres bebes, les dio las recomendaciones necesarias a la vez que les guiaba entre la oscuridad que provocaba el polvo y el crujir de los escalones que a cada pisada parecían derrumbarse.
Fueron instantes de máxima tensión, la gente consternada gritaba, buscaba, gemía, el panorama era desolador, pero había que sacar a todos los niños antes de que cayera la única pared y los sepultara. Regreso varias veces al cunero, mientras lo hacía no dejaba de pensar en  Anahí, sabía que Dios era inmensamente bueno y que así como ella estaba salvando a estos pequeños de una muerte segura, alguien bondadoso estaría haciendo lo mismo por su hija.
Por ella, por el inmenso amor a su hija, fue que realizó este acto sobrenatural, porque si se hubiera basado en su condición humana, habría desfallecido en el primer instante.
Después de entregar personalmente los niños a sus respectivas madres, corrió a su automóvil, ¡estaba intacto! Casi voló a la guardería, divisó el edificio y se dio cuenta de que no había sufrido daño alguno, eran las once de la mañana. Cuando constató que su niña estaba a salvo, se desmayó.
Aunque recibió varias ofertas de trabajo en hospitales similares en la ciudad de México, Chela decidió regresar a Piedras Negras, no quiso exponer a su hija a otra tragedia igual.
Como reconocimiento a su acto heroico le fue otorgada en esta ciudad, la misma plaza que ocupaba en el  Centro Médico. En 1990 se jubiló y en su última checada de tarjeta estuvieron presentes amigos y compañeros, algo que nunca sucede.
Como terapia ocupacional, abrió una tiendita de regalos económicos, pues deseaba seguir en contacto con la gente, a la mayoría de sus clientes les rebajaba los precios, a otros se los regalaba y además les proporcionaba alguna ayuda.
Al recuperarse de una grave enfermedad, se propuso servir con más ahínco, pues estaba convencida de que Dios le regalaba este tiempo para que lo compartiera con los desposeídos. Por eso colaboró con gran entusiasmo en los orfelinatos del Padre Carlos y llevaba útiles escolares a las colonias marginadas.
“Que no sepa tu mano derecha, lo que hace tu mano izquierda”. Mateo 6-1. Chela hizo de esta frase un principio de vida, pues desde que nos conocimos hasta que nos dimos el adiós definitivo, jamás me presumió de su servicio a la comunidad ni de su acto heroico del 85.
En el programa de “Todo para la Mujer” en tele fórmula, a raíz del aniversario del temblor, mencionaron a los niños, ahora adultos de veintitrés años que fueron salvados por nuestra mujer ejemplar, orgullo de Piedras Negras y del gremio femenino… Graciela Mondragón Vargas.  Descanse en Paz.
 
Antonieta B. de De Hoyos      septiembre  27/08.




















































































































Firme deber, el enseñar a agradecer.
Todos en alguna ocasión, hemos sentido la inquietud de manifestar a Dios y a nuestros semejantes el agradecimiento. Porque cuanto más agradecidos somos, mas bienes obtenemos y al decir bienes no me refiero solo a los materiales. ¿Que sientes cuando das un regalo y la persona que lo recibe pone cara de desilusión  o dice: "esto ya lo tengo" o "no me gusta"?, seguro que no volverás a hacerlo, pero si por el contrario, ves que sus ojos brillan de alegría y se muestra agradecido, entonces cada vez que veas algo que imaginas le gustaría tener, tratarás de regalárselo, sin importar el que le haga falta o no.
La gratitud produce cosas que debemos reconocer; aumenta la abundancia, la alegría, el amor al prójimo y a Dios; la ingratitud y la queja provocan tristeza, resentimiento, soledad, impiden el crecimiento personal. Para los quejumbrosos nada bueno tiene la vida, no disfrutan lo que poseen, ni se dan cuenta de que otros tienen menos. Solo refunfuñan, pelean y critican a las personas que probablemente sean las únicas, que los quieren de verdad.
Si pensamos en todo lo que no tenemos y argüimos que solo seremos felices al tenerlas, dejamos de vivir, nos amargamos y sucede lo peor, la vida nos devuelve lo que le damos. Lo ideal sería  que nos enseñaran desde niños a decir: "Gracias Dios mío por todo lo que me das”: vida, salud, familia, valor para superar la adversidad. Gracias, mil veces gracias porque me ofreces lo bueno y lo malo, para que elija lo que considere bueno.
¿Y lo malo?  Eso lo olvidé o no tuve tiempo de ocuparme de él. Porque Gracias a Dios me enseñaron a ser feliz con lo mucho o poco que tengo y con los regalos que recibo de Él. La vida está llena de contrariedades y es humano que en esos momentos lloremos, nos angustiemos y desesperemos, pero siempre con la esperanza de que pronto llegará la calma.
El ser agradecido da poder. ¿Qué poder? el poder de convertir las dificultades en oportunidades, los problemas en soluciones, las pérdidas en ganancias y el estar rodeado de gente  que nos hace feliz.
Hace unos días, presencié la ceremonia religiosa de una joven y modesta quinceañera, misma  que captó mi atención cuando el sacerdote le preguntó ¿sabes por qué estás aquí? al no obtener respuesta le preguntó de nuevo ¿sabes dar las gracias? lo que ella negó con un ligero movimiento de cabeza. Desconcertado el sacerdote insistió ¿alguien te enseñó a agradecer?, a lo que contestó con timidez… “nadie”. En aquel momento, el oficiante comenzó a enumerarle  todos los dones y bienes que ha su corta edad, ya el Creador le había regalado.
Esta inusual conversación, me llevó a pensar en la cantidad de niños y niñas que alrededor del mundo, se convierten en adultos sin aprender a agradecer a Dios y a sus padres lo recibido. Los profesionales afirman, que si la persona no sabe agradecer, su espíritu no se fortalece, se debilita, orillándole a reunirse con gente sin escrúpulos en los momentos hostiles. Seamos ejemplo de gratitud a Dios por el don de la vida y reconozcamos también ese gran esfuerzo que realizan los que nos aman, para que nuestra vida transcurra serena y feliz a pesar de los infortunios.
Por Antonieta B. de De Hoyos               Sept. 22/10
¡HA LLEGADO LA HORA DE DESPERTAR!
“93 años. Podemos decir que definitivamente
es la última etapa. El final no está ya demasiado lejos.
¡Qué suerte poder aprovecharlo para recordar
lo que ha servido para mi compromiso político!
téphane HESSEL: "Indignez vous!"

Así empieza un libro, casi un folleto de apenas 32 páginas y que ha sonado como un toque de alarma en gran parte de la sociedad francesa. En apenas cuatro meses ya sobrepasa los 800.000 ejemplares vendidos. El nonagenario autor, tiene una vida plenamente comprometida por un mundo mejor, más justo y ha salido a la luz para aquellos que no lo conocíamos: Nacido en una familia judía en Berlín, en 1917, llegó a Francia en 1925. Entró a trabajar en la Secretaría General de la ONU y fue uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Su librito es un toque de alarma a los jóvenes y los menos jóvenes, para que abran los ojos, despierten y se indignen: ‘indígnense’, ‘protesten’, ‘levántense’ y ‘comprométanse es su llamamiento’: “Nos compete que todos juntos velemos para que nuestra sociedad  sea una sociedad de la que podamos sentirnos orgullosos…” y explica claramente los motivos de esta indignación: “El poder del dinero, no ha sido nunca tan grande, insolente, egoísta, con sus propios servidores hasta en las más altas esferas del Estado. Los bancos, privatizados, se preocupan ante todo de sus dividendos y de los altos salarios de sus dirigentes, pero no del interés general” 

Más adelante avisa y explica las razones de la indignación en esta sociedad adormecida y considera la ‘indiferencia’ como la peor de las actitudes: “Los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no deben dimitir de sus responsabilidades ni dejarse impresionar por la actual dictadura internacional y sus mercados que amenazan la paz y la democracia". También señala con firmeza a los medios de comunicación de masas: que "proponen como horizonte para nuestra juventud el consumo sin freno, el desprecio a los más débiles y a la cultura, la amnesia generalizada y la competición a ultranza de los unos contra los otros”.
El camino que indica y al que invita a incorporarse es el de la “Indignación de la no violencia”. “Hay que tener en cuenta que la violencia da la espalda a la esperanza. Es necesario preferir la esperanza, la esperanza de la no violencia”. La lección es clara. La solución no la encontraremos en quienes nos gobiernan, ni en los que desde la oposición esperan a que los higos caigan de la higuera por sí solos. Lo primero que debemos tener es clara conciencia de que nadie, y menos aún los que nos desgobiernan y los que esperan, nos saquen del atolladero. Los gobiernos son presas de los mercados financieros, para quienes legislan en detrimento de la ciudadanía... “se sacrificará lo que haga falta para que los beneficios financieros no decrezcan frente a un poder supraestatal que amordaza y coacciona a los gobiernos, nuestros votos en las urnas en estas condiciones, son papel mojado...eso para no hablar de que no hay ni a quién votar.”En Europa los jóvenes han despertado y protestan, en América seguimos en la somnolencia.
Antonieta B. de De Hoyos.                         Mayo 25/11
Gracias,  ¡Muchas Gracias!

..Sentir que es un soplo la vida,
que 20 años no es nada
que febril la mirada
errante en la sombras…

Corría el año de 1990, para mayor precisión el mes de julio, cuando se publicó mi  primer artículo, el cual titulé “Diálogo con un  árbol”. Como primer intento, creo que aunque fue largo y fantasioso, me abrió las puertas de la redacción. Quien iba a pensar que a la vuelta del milenio, no solo expresaría mi amor hacia la naturaleza por medio de la palabra escrita, sino que me convertiría en la entusiasta presidenta de un grupo ambientalista.  

En aquella época yo pertenecía a la Asociación de Superación Personal A.C. ANSPAC, donde me desempeñaba como coordinadora en el área de promoción y  difusión, motivo por el que comencé a relacionarme con los medios locales tales como; la radio, la televisión y la prensa. Ese fue el conducto por el que llegué hasta las oficinas privadas del Sr. Don Francisco Juaristi Septién, Director General del periódico Zócalo Piedras Negras.

Recuerdo perfectamente mi nerviosismo, al solicitar su permiso para que mis artículos aparecieran los domingos en la sección de Sociales, avalados por supuesto con el logotipo de la asociación que representaba. Don Francisco sin inmutarse, accedió a la petición, no sin antes advertirme que me daba pocos meses de vida en esta ardua tarea de escribir semanalmente.

Años más tarde en 1997, cuando tuve la osadía de pensar en escribir de manera independiente, acudí de nueva cuenta a sus oficinas, pero ahora por iniciativa propia, era imprescindible para mí en esos cruciales momentos su invaluable ayuda. Para mi beneplácito, no solo aceptó con agrado mi petición, sino que además me felicitó por mi estilo y constancia al escribir, dejándome claro que siempre contaría con un espacio en su rotativo y aunque no puedo presumir de remuneración alguna, si me enorgullezco de gozar durante estos veinte largos y maravillosos años de su bonhomía, al permitir sin interrupción, la publicación de mis cartas epistolares y con eso, hacerme sentir parte activa de su prestigiosa empresa.
Escribir es algo que me apasiona, habilidad que seguramente jamás hubiera descubierto de no haber encontrado este peculiar y desinteresado apoyo.

Inicié este artículo con un fragmento de la canción “Volver” del argentino Carlos Gardel, cantante de tango, porque verdaderamente en el espacio de la vida, “veinte años no son nada”, no se siente su paso cuando lo que realizas te llena de satisfacción. Han sido dos décadas intentando deleitar a los lectores, instruyéndome, actualizándome, comprometiéndome con Dios, con mis semejantes, solidarizándome en tiempos difíciles a través de la escritura.

No quise dejar pasar esta fecha, sin agradecer a todos los que de una u otra manera me allanaron el difícil  trabajo de la escritura. En especial mi eterno agradecimiento a mi hermano el Licenciado Eduardo L. Barrientos por tener la paciencia de corregir, orientar y hasta felicitar, cuando alguno de mis escritos ha valido la pena. Espero de todo corazón no haber ofendido, ni inducido a nadie  hacia lo incorrecto.
Sé que de hoy en adelante la cuenta será lenta, de uno en uno, pero tengo la seguridad de que cada año vivido, siempre será el mejor.

 Antonieta B. de De Hoyos.                 Agosto 31/10
Gracias a los partidos políticos y al I.F.E. rompimos el letargo.
De por sí, ya la programación de los diferentes canales en la televisión libre y de paga son de poca calidad, ahora con los promocionales que difunde el Instituto Federal Electoral junto con los partidos políticos, se ha tornado enajenante. Los  televidentes y radioescuchas hemos sido obligados a tolerar de manera persistente, esta perorata. Indudablemente la novedad y la curiosidad fue la que nos condujo a verlos con interés los primeros días, pero poco a poco nos fuimos dando cuenta de que es más de lo mismo y que por mucho que se esfuerzan los publicistas en su creatividad, la audiencia percibe en cada uno de estos mensajes perfectamente elaborados, una sensibilidad comercializada, razón por la que dejamos de verlos y escucharlos. Pero como todo cambio siempre trae consigo algo bueno, esta imposición gubernamental y política, consiguió algo mucho más importante, logró que los ciudadanos saliéramos del letargo y nos aventuráramos a buscar algo mejor en otros canales, durante el eterno tiempo que utiliza esta propaganda.
 El difundir ideas equivocadas esperando que en su repetitividad se conviertan en verdades; el estimular a la rebelión social, afirmando que lo que no te proporciona el gobierno actual te lo dará con gran facilidad y a corto plazo un partido político; no es correcto.
 Incitar a la gente a apoyar la pena de muerte como solución a la criminalidad desencadenada, tampoco es correcto, sobre todo si sabemos que la solución estriba en generar fuentes de empleo, en educar con calidad a las mayorías y en conservar la fe en Dios dentro de los hogares.
Aseverar que nuevas leyes traerán paz y prosperidad a la sociedad, es un engaño ya que los mexicanos poseemos una Constitución y sus Leyes de Reforma, la más completa y vigente que ha servido de ejemplo para muchos otros países, afirmación dada por Jueces y Magistrados de ayer y de hoy.
Lo cierto es que el control remoto nos llevó a descubrir otros canales como el once de México, que  ofrece un bagaje cultural increíble; el 45 música clásica interpretada por solistas cantantes, solistas en instrumentos, sinfónicas, bailarines,  biografías de personajes ilustres. El 22 con sus clásicos de comedia divertidísimos y sin doble sentido. El  27 es National Geografic, el 31 Animal Planet, y muchos más con recetas de cocina, deportes, música popular, películas para la familia, sugerencias médicas, informativos, etcétera. Por supuesto que hay otros no muy recomendables, pero son los menos y podemos prescindir de ellos. Lo positivo de este romper con la rutina, está en que podemos mostrar a la familia que existen otras opciones de entretenimiento, culturales y educativas del país o del extranjero que no son basura, pero ante todo reconocer que siempre, la decisión de elegir es nuestra.     
Antonieta B. de  De Hoyos                 Febrero 10/09                           
Fuera de tiempo.
No es verdad que la mitad de los habitantes del planeta quisiéramos ver la tan publicitada boda real en  Inglaterra, es más bien la manera impositiva con la que se maneja en los medios de comunicación, un evento social, mercantilizado y farandulero.
En el tercer milenio, la agudeza mental del ser humano se ha acrecentado, los conocimientos y la cultura se han difundido tanto, que hasta el más humilde de los mortales, sabe leer entre líneas y percibe con mayor claridad, el engaño que le propinan los encargados de manipular la información. Por eso hemos aprendido que cualquier suceso deportivo, político, religioso y social a nivel internacional trasmitido vía satélite, es invariablemente magnificado con el insano propósito de captar la mayor audiencia y ganancia posibles, a pesar de saber que dicha trasmisión no vale la pena.
Cuando anunciaron la “Boda Real” supuse que sería un espectáculo fuera de serie, se vislumbraba como un fenómeno en el campo de la compra-venta, razón poderosa para que la publicidad se  multiplicara en las diferentes cadenas televisivas, nacionales e internacionales.
Hoy, en la segunda década del presente siglo, es ya un hecho palpable el cambio radical que se ha efectuado sin importar raza ni credo en la conducta  de las personas, la ética y la  espiritualidad han regresado a la práctica diaria. Ahora somos promotores de actos de justicia social, de caridad, de compasión, de servicio al prójimo. De manera inesperada empezamos a contrarrestar las malas acciones con buenas. Descartamos ya por completo todo aquello que significa despilfarro o destrucción. El lema es ahorro y reconstrucción, comenzando por el medio ambiente y seguido por el círculo familiar, social y laboral. Estamos más conscientes que nunca de la problemática mundial, sabemos la precaria situación que sufren millones de nuestros semejantes alrededor del mundo; gente que ha sido despojada sin ninguna consideración de lo que le corresponde. Aquí en América,  se trabaja arduamente en las garantías que  ofrecen los Derechos Humanos Universales establecidos. No es posible tolerar el derroche, la ostentación, la presunción, ni la prepotencia que tanto discrimina, ofende,  lastima…, así se efectúe allende el mar.
Aquí, en nuestro joven y hospitalario continente, las mujeres modernas, intelectuales, profesionistas y amas de casa, buscamos una vida de igualdad en dignidad, no nos vemos reverenciando a una anciana, caminando de prisa varios pasos atrás del conyugue, recibiendo órdenes contundentes de cómo comportarse dentro y fuera de la alcoba, como vestir, de que hablar,  cuando callar y si fuera posible, no pensar. 
Es admirable la actitud sumisa de los británicos a su protocolo, ritos muy respetables instituidos por sus antecesores, pero me inconformo ante su total indiferencia y exagerada flexibilidad a los Mandamientos Divinos; comenzando con “no fornicarás, no codiciarás, no robarás…”
Antonieta B. de De Hoyos                                     mayo 4/11.
Mensaje universal de la navidad.
De todos es sabido que el ser humano necesita de la cultura, de los bienes espirituales, de creencias, ideales y valores para darle sentido a su existencia; aunque todavía persistan los que se cuestionan la existencia de Dios y sean estos los que le buscan en las manifestaciones de poder, triunfo, riqueza y prestigio.
La navidad que disfrutan creyentes y no creyentes propone lo contrario, buscar a Dios desde el sufrimiento, en la debilidad, en la gratuidad del niño, en relaciones personales solidarias, en los que buscan la paz y tienen buena voluntad. Poderosa razón por la que el sentido de la vida no es el dinero ni el poder, tampoco la moral  ni las doctrinas, sino el “amar y ser amado”. Aseveración que se personificada en un niño que deja ver a un Dios débil, porque ama, y que por amor se coloca en las manos humanas para ser protegido. Ayudar a Dios, es cuidar de sus hijos, hombres y mujeres de todas las edades que habitan el planeta; empezando por los más débiles, los pobres, los hambrientos, los enfermos; evitar el racismo, la xenofobia, y demás cosas que nos separan. Es en esa relación estrecha de amor entre Dios y sus hijos, donde radica la fascinación de la navidad, no en los regalos, bebida, bailongos, besuqueos y carcajadas. Cuando recibimos el amor de Dios y nosotros por fe
le correspondemos amando a nuestros semejantes, formamos un círculo divino inquebrantable.  
Solo que amar como amó Jesucristo, no es fácil porque no es un simple sentimiento, es un trabajo de la voluntad que exige cambiar pensamientos, conversaciones, hábitos y demás conductas impropias. Amar a familiares, conocidos y desconocidos, próximos o lejanos, reclama sacrificio, tiempo, dinero y esfuerzo. Por eso antes de comprometernos en el amor: contraer matrimonio, engendrar un hijo, albergar a un anciano, debemos calcular su costo y estar seguros de que podremos pagarlo.
Presumir de amar a alguien y desatenderlo es engañarse a sí mismo. Jactarse de servir a sus semejantes anteponiendo las conveniencias personales, es fincar en el vacío. Los bienes materiales son una bendición de Dios, siempre y cuando se compartan, dejar en el desamparo cuando se tiene la manera de auxiliar, no es un legado de la navidad.
Los pobres necesitan de nuestras bendiciones, pero no olvidemos que hay mucha gente rica y exitosa que no es feliz, a ellos dirijamos también nuestras oraciones.
Cuando ayudas, escuchas, atiendes y dejas de juzgar en forma crítica, es porque en tu corazón se ha arraigado el amor de Dios, de igual manera en el de los que amas y te aman.
“Hay dos maneras de vivir una vida: Pensar que nada es un milagro o que todo es un milagro. De lo que estoy seguro es que Dios existe”.-Albert-Einsten.
Antonieta B. de De Hoyos.                Dic. 4/08

jueves, 29 de septiembre de 2011

Fichas de póker.
Esta circulando en la red, un video denominado “Fichas de póker”, material ilustrativo de muy buena calidad que sirve a aquellos padres interesados en elevar la autoestima de sus hijos.
La lección trata de la autoestima, un valor siempre importante, pero vital en la infancia y adolescencia, pues permite el crecimiento del ser y potencializa los valores. El psicólogo empieza comparando la vida con el póker para que nos demos cuenta, de que el que sale a jugar con pocas fichas o pocos triunfos en la mano, tiene poco o nada que hacer en el campo moderno de la competitividad.
Da como ejemplo al niño que no levanta la mano para contestar una pregunta por temor a equivocarse, al tímido joven que no asiste al baile de la escuela, al que no hace deporte; actitud negativa que adoptan por sentirse inferior. Condición de la que todos somos responsables al dirigirle frases como: todo lo tiras, no sirves para nada, eres una vergüenza. Estas mismas personas si quieren, pueden hacer que estas fichas crezcan y que el jugador se atreva a apostar y competir, basta que cambien las ofensas por besos, abrazos y elogios mesurados.
El trabajo de los padres y de los adultos es dar fichas, para que cuando este niño o muchacho (a) se vaya a dormir, lleve mas fichas de póker que las que tenia por la mañana.  Sabemos que tendrá fichas porque le daremos las mas que podamos en el día y le quitaremos las menos posibles al corregirlo. Tomaremos conciencia de que con cada maltrato, con cada ofensa, reducimos sus fichas. Pedir disculpas recupera fichas, pero en mínima parte. La clave está en dar la mayor cantidad de fichas que podamos y quitar solo las necesarias. Como adultos debemos preservar a los menores de  aquellas personas que les quitan fichas sin devolverles nada.
 La gente en la calle, en la escuela, en las fiestas, en cualquier encuentro, quita fichas. Fíjate bien quien le quita fichas a tu hijo, porque de esa manera le hace la vida más difícil, más infeliz. Si lo notas triste, cabizbajo, es que tiene pocas fichas, la vida es una competencia a la que se debe asistir bien  preparado. Con pocas fichas no se juega, se cae en el conformismo, momento preciso para unirse a  pandillas, drogas, alcohol, prostitución.
¿Cómo podemos dar fichas? descubriendo lo que hacen bien y celebrarlo. Cada vez que dices “bien hecho”, “buen trabajo”, “te amo”, estás dando fichas y fuerza para trabajar mejor, elevas su autoestima.  Si dos jóvenes salen a la calle y uno lleva toneladas de fichas y el otro apenas diez, uno ha tenido vida buena, el otro no, la competencia será injusta. A veces se pierden fichas cuando pasan cosas malas, pero si estás fuerte, esa pequeña pérdida poco importa. Cada acto de bondad da fichas para jugar y además protege de vicios, malas amistades y  suicidio.
No está de más que al acostarse los hijos, la familia, la mujer y el marido, tengan más fichas de póker que las que tenían por la mañana, porque de esa manera todos se convertirán con certeza, en excelentes jugadores.  
            Por Antonieta B. de De Hoyos          Octubre 20/10                                         
Esta navidad cambiemos, por favor.
Antes de empezar este articulo, medité y profundicé en el porqué lo escribiría, debía quedarme muy claro que no fuera la soberbia, la envidia, la ira o, algún otro de los siete pecados capitales, que cuando menos lo pensamos, aflora en el género humano.
También debí precisar el para qué, razón por la que utilicé los tres filtros: ¿No ofende? ¿Resulta beneficioso? ¿Será trascendente?  Pero, quedaba otro último cuestionamiento, el más difícil quizás, el que detiene la pluma de muchos escritores; ¿cuánto daño me acarrearía en lo personal el divulgarlo?
En esta ocasión me refiero al uso excesivo de publicidad que en la actualidad contratan nuestros políticos y gobernantes. Pensando en ello retrocedo hasta la gestión de nuestro querido y añorado ex presidente Fox Quezada, iniciador de campañas televisivas que saturaron con su imagen, las pantallas caseras durante todo su mandato.
Aquí en casa, hace algunos años se popularizaron, entre el gremio político los anuncios espectaculares, las presentaciones personales en noticieros y en programas de entretenimiento de radio y televisión, la prensa no se quedó atrás, atiborró sus páginas con las fotos del gobernante o legislador en turno, federal, estatal o municipal.
Y como toda acción requiere innovación o pierde fuerza, alguien propuso folletos de muy buena calidad con ilustraciones de las obras realizadas y suplementos en los diarios y revistas.
Pero la visión de proyección fue más allá, era necesaria la exclusividad, solo el que tuviera la solvencia económica para cubrir estos onerosos gastos, podría tener acceso a esa maravillosa e imprescindible publicidad. Los menos pudientes, aunque trabajadores, no tuvieron acceso. Todos sabemos o calculamos, lo que cuesta un minuto en la radio y televisión y un espacio en la prensa. Más lo que a mí me mueve al escribir este artículo, es mi pasión por el medio ambiente, hoy cualquier derroche es obsoleto. Nadie tiene derecho a contaminar con lo que se lee, tira y olvida. 
Dice en la Biblia, que por sus obras se le conocerá; entonces para que preocuparse, dejemos que las obras hablen y empleemos ese dinero para ayudar a superar la pobreza extrema en los ejidos y márgenes de los pueblos y ciudades; tenemos miles de damnificados por los frentes fríos que azotan a la región y que por desgracia aun nos faltan muchos por llegar, urgen cobijas, tablas, láminas, viviendas, drenaje, alumbrado público, policías, limpieza urbana, agua potable, reforestación, apoyo al campo, educación en la cultura del medio ambiente y muchas cosas más, que podrían disminuir con el ahorro de esas cuotas.
Cuando el funcionario público vale  como persona, no necesita pregonarlo, el pueblo lo siente cerca y lo respeta.
Antonieta B. de De Hoyos                            Diciembre 14/10
Estamos confundidas, mas no convencidas.
Con motivo del primer centenario del Día Internacional de la mujer,  me di a la tarea de investigar sus raíces, fue así como me enteré que este ocho de marzo no fue la primera ni la única fecha elegida y que tampoco lo fue el lugar, ni el año de 1910, cuando se inició este movimiento. Pero lugar y fecha carecen de importancia, si lo comparamos con la gran influencia que tuvo esta nueva ideología femenina, en el estilo de vida de las mujeres de esa época y sus descendientes, tanto a nivel local como internacional. Este cambio de conductas fue radical y abierto, llevaba la intención de que la presencia femenina fuera valorada tanto en el  ámbito familiar como en el social. A partir de entonces las mujeres se agruparon; desafortunadamente  la diversidad de pensamientos, experiencias y pretensiones  provocó fisuras; grietas que aprovecharon los asombrados varones para filtrar nuevas reglas sociales, que en apariencia favorecían y en mucho, a las antaño oprimidas.
Fue  así como las pioneras vieron sus metas logradas: la emancipación, romper con ese yugo patriarcal que las paralizaba, dejar de ser un objeto de oferta y demanda en las manos de un padre, hermano, esposo e hijos. Exigir acceso a la educación, obtener un título profesional,  oportunidad de trabajo, independencia económica, autoridad para intervenir en asuntos de política, ocupar un cargo público, decidir por sí misma el casarse o permanecer soltera, fueron anhelos cumplidos que nunca se opusieron a sus creencias religiosas ni les alejaron del Plan divino. Por supuesto que su labor se multiplicó, ahora debía conservar la armonía en su hogar y desempeñarse fuera de casa con excelencia y rectitud. Aquí los ideales se dividieron, unas cayeron en la trampa, escucharon el canto de las sirenas, pues al verse complacidas aumentaron sus exigencias, la soberbia y el egoísmo saturó su corazón. Sus ambiciones fueron mucho más que una liberación; exigieron igualdad con el hombre en todas las funciones. Ahí, en ese momento, perdimos el rumbo, nos olvidamos de nuestra misión y empezó una guerra entre sexos que aun no termina.
Se volvió popular el término “equidad y género” lo logrado quedaba atrás, ahora lo que importaba era la igualdad de derechos y obligaciones. Todo dentro del hogar debería ser compartido, comenzando con el cuidado de los hijos, las labores domésticas, el salario, los gastos y, por supuesto las diversiones. Pronto se inventó para esta nueva forma de vida: empleos con horarios compatibles,  bares, estéticas y ropa unisex, autos, viajes, sin  faltar la promoción a la unión libre, las relaciones sexuales fortuitas, moteles, antros, anticonceptivo y esterilización para ambos sexos, divorcio exprés, sexo entre varios, SIDA,  tabaco alcohol, drogas y el aborto por si fallaba la píldora. Toda  esta degeneración no estaba en los planes de las pioneras, mujeres conservadoras y respetuosas de la Ley de Dios, muy lastimadas por los hombres, en su integridad física y espiritual.
Las mujeres del tercer milenio ¿estamos todas de acuerdo en estos últimos cambios? ¡Por supuesto que no! Pero la publicidad los exalta y los promueve entre la  juventud inexperta que para su infortunio cae en este juego vil y sucio. “Mujeres asesinas”, “Lo que callamos las mujeres”, “Mujer casos de la vida real”, telenovelas, charlatanería de la farándula y demás nos ha confundido, pero jamás convencido de que un error puede corregir otro error. Íbamos bien pero nos cegó la soberbia. Este día internacional de la mujer, reflexionemos sobre la conducta de cada una de nosotras y después de meditar y hablar con Dios, retomemos el camino, no todo está perdido, regresemos al punto donde comenzó nuestro declive y sirvamos de verdadero ejemplo apoyadas en el sacrificio y la oración. 
Antonieta B. de De Hoyos    Marzo 1/10
Es fácil si queremos, ser sinceros y amorosos como niños.
Hoy quiero recordar y recordarles a ustedes, lo que  significan  los niños y niñas para Jesús. Nuestro Señor Jesucristo, sabe que puede contar con ellos para que hablen de Él a todas las personas, que ellos son los que mejor captan su mensaje, que son misioneros constantes, que siempre llevan una noticia a los que la  desconocen o no la comprenden bien; y que no se limitan a las palabras, sino a compartir testimonios de vida.
Nuestro Señor Jesucristo en su Sabiduría Divina, contemplaba a los niños como seres perfectos para la evangelización. Un día llevaron ante Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos no se los permitieron. Cuando Él se dio cuenta de esto, se enfadó y les dijo: “Dejad que los niños  vengan a mí, no se lo impidáis, porque de los que son como estos es el Reino de Dios. Y os aseguro: el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. (Mc 9, 13-16)  Y abrazaba a los niños, y los bendecía poniendo las manos sobre ellos.
Ayer noche, recibí una llamada de mi hijo que reside en Saltillo. Disfruto mucho su conversación amable, sobre todo cuando agrega alguna anécdota infantil realizada por alguna de sus niñas; esta vez la protagonista fue la mayor. Una tarde noche de la semana en curso, me comentó: llegué sumamente cansado del trabajo, por eso en cuanto abrí la puerta me deje caer en el sofá de la entrada, necesitaba recuperar mis fuerzas para ir al encuentro de mis hijas, abrazarlas, besarlas y juguetear un poco con ellas, antes de que les llegara la hora de dormir. No pasaron ni dos minutos cuando una manita tocó mi cara. Me agradó y me incomodó a la vez, mi corto y anhelado descanso se esfumó. Abrí los ojos y la abracé, era Andrealucía que con voz mimosa me preguntaba si estaba cansado. Le dije que  sí, que estaba rendido. Fue entonces cuando me dijo emocionada: ¿Sabes lo que le voy a pedir a Santa Claus esta navidad, Papi?... ¡Oh No!  Volvieron de nuevo los números a mi cabeza, dinero, cuentas a pagar, gastos de la casa, medicinas, pediatra, uniformes, mochilas, colegiaturas…, con gran esfuerzo disimulé mi tensión interna y la invité a que continuara contando. “Te acuerdas papi que dijiste que me comprarías una camita nueva porque la que tengo ya es vieja y hace mucho ruido?  Pues ya no tienes que preocuparte por eso, porque yo le voy a pedir esa camita a Santa Claus para que tu ya no tengas que gastar”.
¡Dios mío! Qué maravilla de hija tienes, le dije de inmediato, es una niña sensible, compasiva, pero sobre todo te ama intensamente.  Mi hijo guardó silencio, mientras yo le recomendaba que escribiera  todos esos detalles en un álbum, porque lo que los niños dicen o hacen son lecciones de vida que los adultos hemos dejado en el olvido y debemos retomar. Solo resguardando esa inocencia podemos cimentar en la tierra, - entre prisas y compromisos- lo que más tarde nos abre las puertas a la eternidad.
A mí me gustan los niños, pero no para apapacharlos, sino para observarlos y para recibir con humildad todo lo que me dan en una mirada inexplicable, en una sonrisa coqueta, en una actitud impar, en un acto inesperado, en una pregunta desconcertante, en una respuesta imprevista. Por eso no me canso de pedir a Dios que colme de sabiduría a los padres jóvenes, para que reconozcan que a veces luchar tanto por lo obligatorio, les impide mirar y gozar lo trascendente.
Antonieta B. de De Hoyos   octubre 29/08
¿Existe aún la Secretaría de Gobernación en México?
La Secretaría de Gobernación de México es la Secretaría de Estado encargada de vigilar el cumplimiento de las normas  constitucionales, atender los asuntos de política interior, conducir las relaciones del Poder Ejecutivo (presidente) con los otros poderes de la Unión, los gobiernos estatales y demás autoridades municipales y coordinar las acciones de protección civil y seguridad nacional. Según la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal en su Artículo 27 le corresponde el despacho de las siguientes funciones: (menciono solo unas cuantas, pero todas son de vital importancia para los ciudadanos)
Vigilar el cumplimiento de las leyes escritas en nuestra Constitución por parte de las autoridades del país: gobernadores, presidentes municipales, jueces, seguridad pública, especialmente en lo que se refiere a las garantías individuales (derecho a la educación, vivienda, empleo, diversión, seguridad) y dictar las medidas administrativas necesarias para tal efecto.
Conducir, en lo que le compete, las relaciones políticas del Poder Ejecutivo con los partidos y agrupaciones políticos nacionales, con las organizaciones sociales, con las asociaciones religiosas y demás instituciones sociales. (ONGS)
Fomentar el desarrollo político, contribuir al fortalecimiento de las instituciones democráticas; promover la activa participación ciudadana y favorecer las condiciones que permitan la construcción de acuerdos políticos y consensos sociales para que, en los términos de la Constitución y de las leyes, se mantengan las condiciones de gobernabilidad democrática.
Vigilar el cumplimiento de las disposiciones constitucionales y legales en materia de culto público, iglesias, agrupaciones y asociaciones religiosas.
Vigilar que las publicaciones impresas y las transmisiones de radio y televisión, así como las películas cinematográficas, se mantengan dentro de los límites del respeto a la vida privada, a la paz y moral pública y a la dignidad personal, y no ataquen los derechos de terceros, ni provoquen la comisión de algún delito o perturben el orden público.
Regular, autorizar y vigilar el juego, las apuestas, las loterías y rifas, en los términos de las leyes relativas.
Conducir y ejecutar, en coordinación con las autoridades de los gobiernos de los estados, las políticas y programas de protección civil del Ejecutivo, en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil, para la prevención, auxilio, recuperación y apoyo a la población en situaciones de desastre y concertar con instituciones y organismos de los sectores privado y social, las acciones conducentes al mismo objetivo.
Establecer y operar un sistema de investigación e información, que contribuya a preservar la integridad, estabilidad y permanencia del Estado Mexicano.
Contribuir en lo que corresponda al Ejecutivo de la Unión, a dar sustento a la unidad nacional, a preservar la cohesión social y a fortalecer las instituciones de gobierno.
Lo dejo a consideración del lector…existe o no existe.
Antonieta B. de De Hoyos                                         Febrero 15/10








Ser ambientalista, debe entusiasmarte:
El mundo y todo lo que en el existe tiene fecha de caducidad, no así las necesidades humana. Y aunque estas últimas son posibles de cubrir, los caprichos  y despilfarros no.
Pensar que los ambientalistas somos severos críticos de toda tecnología y que llevaremos a la pobreza a la comunidad en general, no es correcto, por el contrario nuestra labor es examinar a conciencia cada invención y su impacto en el medio ambiente.
 Los escépticos consideran a los ambientalistas como: soñadores, anti-progresistas, retrógrados, inútiles,  insensibles a las demandas sociales, algunos afirman que el mundo estaría mejor sin ellos.
Lo cierto es que dejaría mayor provecho reconocer las urgencias sociales que ya existen en el Planeta Tierra.
Lo real es que las advertencias ambientalistas han provocado cambios muy  favorables en los últimos años, por ejemplo: el rotundo no a los transgénicos, al uso de la energía nuclear y el fuerte apoyo recibido de los profesionales de la medicina en lo que concierne a desaparecer el  aditivo de plomo en los combustibles.
Punto importante es, el proponer a los gobiernos generar ingresos a su gente, pero sin causar graves daños al ecosistema, estamos seguros que analizar y evaluar las nuevas tecnologías, no es regresar a la edad de piedra.
 El ecologismo y el ambientalismo están dentro de la razón de ser de la persona, en su forma de ver la vida; por eso es nuestro deber compartir estos conocimientos con la comunidad, información veraz y actualizada  que contribuya a contrarrestar la ignorancia, que enriquece a depredadores.
Los ambientalistas de corazón, jamás aceptaremos como inevitable destruir, para progresar.
Hoy nos enrolamos y comprometemos en  la cultura ambiental, con el propósito de mejorar la calidad de vida y la salud humana, pero sobre todo para asegurar las necesidades de las generaciones futuras.

¡Bienvenidos a Educambiente Coahuila 2040. 
Y Que Dios nos Bendiga…!
Antonieta B. de De Hoyos.
Sept. 5/09.
Es de sabios el cambiar de opinión.
No soy feminista pero si femenina, lo que significa que no intento equipararme al varón,  mas no por ello dejan de inspirarme respeto. Al entablar las diferencias me complace reconocer las cualidades intrínsecas de las mujeres por ejemplo: su enorme capacidad para organizar y sacar adelante de cualquier situación por adversa que sea, a sus hijos y en no pocas ocasiones hasta al propio marido. Enorgullecerme de su inteligencia, su fortaleza física y su poderío espiritual, de su habilidad para ocuparse de varias tareas a la vez, su disponibilidad a aprender y aceptar sin enojo sus limitaciones. Tengo la fortuna de conocer  un buen número de mujeres en los diferentes niveles sociales, empleos y profesiones, que no se quebraron ante crisis inesperadas, por el contrario supieron sacarle provecho y salir de ellas favorecidas.
¿Por qué hago referencia a ellas en este artículo? Porque estoy segura de que si en este momento fuéramos gobernados por mujeres, jamás habrían autorizado semejante despilfarrado del erario en adornos citadinos, remodelación y construcción de edificios y plazas públicas poco o casi nada apremiantes.
Recuerdo a mi madre guardando en los tiempos de auge para resistir  y superar los tiempos difíciles. Ella y mi nana Elena parecían hormiguitas; reparaban, reciclaban, reusaban, nada se desperdiciaba  y si he de ser sincera aun hoy que hago memoria, no me explico cómo lo lograban, porque en casa los hijos nunca supimos de carencias, pero tampoco se nos permitió el derroche.
Ahora como madre y abuela ecologista, conocedora de lo que sucede en el planeta, de los cambios climáticos, de los desastres provocados por fenómenos naturales inesperados de una magnitud nunca imaginada, enterada de la hambruna mundial y de la presente escasez de agua potable, de las enfermedades convertidas en epidemias y de muchas otras circunstancias desfavorables, considero que el ahorrar en lo material y fortalecer en lo espiritual,  ya no es una opción sino un nuevo patrón de conducta  personal y colectiva obligatorio.
Es impostergable  que todas las familias disminuyamos  gastos  y jerarquicemos los que se deben hacer, que protejamos las casas y les demos mantenimiento, que involucremos a todos los miembros de la familia en las tareas domesticas, que luchemos por la armonía hogareña, que se ejercite el orden y se deje atrás el ocio inútil, es hora de trabajar hombro con hombro pero con verdadero entusiasmo sin renegar y mucho menos maldecir. Comprender que la casa, la ciudad, el país y el planeta están bajo la responsabilidad personal y comunitaria, pero sobre aceptar que  el uso por el desuso ahora no funciona.
Pensé en lo anterior  después de ver como se ha invertido en las últimas semanas -y se seguirá invirtiendo de acuerdo a lo que se divulga- el dinero del erario municipal y  estatal con el afán de embellecer algunos sectores. Remozar edificios, construir otros, plantar pinos y palmas, cimentar camellones en vialidades etc. ha sido una  decisión poco acertada al dejarse de lado lo importante y urgente por lo estético. Colonias marginadas, sin alumbrado público, bacheo, vigilancia… y en las céntricas sin drenaje pluvial ni sanitario, a merced de la lluvia que por escasa que sea provoca el brote de alcantarillas contaminando el ambiente con su fétido olor y capa de excremento, quedando en riesgo de sufrir enfermedades infecciosas en la piel, ojos y vías respiratorias de los mismos vecinos y los transeúntes.  Por eso digo, es de gente sabia el cambiar de opinión, creo que aún estamos a tiempo.  
   Antonieta B. de De Hoyos.                         Enero 21/ 10