¡Ama
y haz lo que quieras!…San Agustín
“Si callas, callarás
con amor, si gritas, gritarás con amor, si corriges, corregirás con amor, si
perdonas, perdonarás con amor. Si está dentro de ti la raíz del amor, ninguna
otra cosa sino el bien, podrá salir de tal raíz”.
Este pensamiento
agustiniano me llevó a recordar, la manera como algunos medios de comunicación,
presionaron al Papa Francisco durante su visita a México, para que fuera más
enérgico con todos los pecadores que invaden el país. Gracias a Dios fueron pocos
los que apoyaron tan descabellada petición, ya que la mayoría de los ciudadanos
somos personas creyentes, que conocemos y comprendemos la filosofía de la
misericordia divina a fondo.
Para salir de esta
confusión social y religiosa, me pareció acertado compartir lo que la gente
piensa respecto al amor cristiano:
…“He comprobado que la
palabra amor es un verbo y si todo lo que hacemos lo acompañamos de amor, los cansancios
no son tantos, los desengaños no son tan tristes y el coraje no es tan fuerte; la
vida se vive con pinceladas de paz, dulzura, espiritualidad”.
…“Mientras más personas
practiquemos lo que San Agustín plantea, vivir en este mundo será más placentero,
porque quien ama según el verdadero significado del amor, no puede odiar, ni
juzgar, ni criticar, tampoco traiciona, engaña, ni daña al prójimo”.
… “Si hay amor en tu
corazón todo lo que hagas será bueno, entonces puedes hacer lo que quieras
porque no habrá maldad en tus actos. Está escrito que en el final de los
tiempos todo desaparecerá, solo quedará el amor convertido en caridad. El amor
ordenado es el que dispone a amar como lo hizo Jesucristo, amar sin importar que
piensen diferente o si nos odian, si son gordos, flacos, feos, bonitos, ricos,
pobres, famosos o desconocidos; si están enfermos o saludables, si nos desesperan,
si son insoportables, si cometen o no errores”.
…“Si hacemos todo con
amor como dice San Agustín, tendremos en nuestro corazón a Cristo y con ese
amor podremos perdonar hasta lo que como humanos creemos imperdonable: abortistas,
pederastas, secuestradores, corruptos, infieles, saqueadores, esclavistas,
destructores del planeta. ¡Porque eso haría Jesús! La justicia de los hombres pertenece
a los hombres, el convertir y perdonar a las personas es tarea de Dios”.
El Papa Francisco es un
Jesuita que mantiene viva la imagen de Jesús en su corazón, al igual que San
Agustín, el no vino a México a juzgar ni a castigar, vino a despertarnos de la
insensibilidad y a dejar muy claro que nuestro sufrimiento es consecuencia del
desamor.
El que tuvo oídos lo
escuchó. El que pudo verlo lo comprendió. Ya se fue, pero nos dejó una visión mucho más cristiana de la vida con
la que si queremos, podemos rectificar.
Antonieta B. de De
Hoyos febrero
27/16