La plaga de los plásticos.
Por Antonieta B. de De Hoyos sept. 3/1
Los océanos podrían albergar entre 5 y 50 ¡billones de microplásticos!,
según estima la ONG Green pace, que ha lanzado una campaña 'Mejor sin plásticos', con la que pedirá a los
gobiernos tomen medidas para eliminar estos residuos de los mares.
Han realizado un estudio completo sobre el impacto de los plásticos en
el pescado y el marisco. Desafortunadamente el plástico sigue produciéndose y cada
año se vierten al mar 8 millones de toneladas de esta basura, que han formado
cinco "islas" por microplásticos repartidas en el Pacífico, Atlántico e Índico.
La responsabilidad, es de la sociedad, porque con simples medidas como
prohibir las bolsas de plástico de un solo uso o volver al retorno de los envases
de bebidas, se lograrían efectos inmediatos.
Los microplásticos son pequeñas partículas de 5 milímetros de longitud,
generados por la degradación de plásticos mayores, que al ser tragados por los
peces o crustáceos alteran su reproducción y comportamiento hasta provocar en
ocasiones su muerte y lo que es peor, llegar contaminados a la mesa de nuestros
hogares.
Los microplásticos son accesibles a más especies, incluso para el “fitoplancton",
- han encontrado corales con un chicle pegado en su cuerpo -, los peces más
pequeños confunden estos materiales con huevas y los ingieren, no los expulsan,
permanecen en el interior del pez, lo que afecta la cadena nutritiva hasta de sus
depredadores.
Debemos tomar muy en cuenta que también nuestros peces en los ríos se
contaminan con microplásticos, afectando la salud humana al ser portadores de
toxinas.
Es una lástima que la gente aun piense, que la basura que arroja a las
calles, en su mayoría botellas de plástico, platos, tenedores y vasos para el café con sus tapas,
ahí se queda.
¡Fíjese que no!, toda ella hasta los envoltorios de comida, dulces,
chicles, etc. con el aire o con la lluvia llega a los ríos, donde se degrada en
partículas pequeñas pero no desaparece, es una de las razones por la que muchos
animales marinos están pereciendo.
Greenpeace insiste a los gobiernos, agudizar las campañas de poner la
basura en los contenedores, conducta que ha sido aceptada por gran parte de la
ciudadanía, aunque a veces sean los camiones recolectores los que no hacen bien
su trabajo.
Este primero de septiembre por indicaciones del Papa Francisco, será
un día de oración por el cuidado de la Creación, oremos sí, pero también re
eduquemos en este importante hábito, en los hogares, escuelas y parroquias con
nuestro ejemplo.
Hay que fomentar medidas de reutilización de materia prima, pero con
solo colaborar en la recolección de plásticos, ya estaremos dando un gran paso
hacia la recuperación de nuestra ciudad y nuestro planeta. ¡Hagámoslo!