“El principito” y sus enseñanzas.
Antoine de
Saint-Exupéry es el autor del libro “El Principito”, uno de los más leídos de
todos los tiempos, a pesar de que se le ha considerado como literatura infantil
por la sencillez con la que está escrito, en él se trata el sentido de la vida,
el amor, la amistad, la soledad y la pérdida, sentimientos que apreciamos los
adultos.
Imágenes y situaciones
que muestran como nos comportamos y complicamos la existencia, esta historia es
una franca reflexión hacia la naturaleza humana, con el fin de que aprendamos a
ser mejores personas.
“El principito” sorprende
y capta la atención de todos por la belleza y profundidad de sus enseñanzas, forjadas
con un lenguaje cargado de sensibilidad y ternura. Está escrita con el corazón
y llega al corazón de cada lector.
Lo esencial es
invisible para los ojos. Esta frase toma
sentido en la sociedad materialista, competitiva y de apariencias que vivimos, aquí
nos recuerda que las cosas importantes no se ven sino se sienten; como el amor,
la bondad, la generosidad y la amistad. Lo material es temporal y conduce al
sufrimiento solo el amor y la bondad invisibles, pueden cambiar el mundo.
Conócete a ti mismo y
podrás comprender mejor a los demás. Juzgarse a uno mismo
es mucho más difícil que juzgar a los demás, quejarse del mundo sin hacer nada
por cambiarlo, es inútil. Al conocernos amamos y ayudamos mejor a las personas que
nos rodean. No hay buenos ni malos, cada quien hace lo mejor que puede con lo
que ha recibido, nadie puede dar lo que no tiene.
Amor no es mirarse uno
al otro, sino mirar los dos en la misma dirección. El
amor es de dos, pero debe ser recíproco y colaborador, dejar la carga al otro lo
destruye. Se comparten proyectos de vida, alegrías y experiencias que dan sustento
y fortaleza a dos almas que comparten un viaje extraordinario.
Mantén la ilusión y la
inocencia a pesar de las malas experiencias.
Las desconfianzas aumentan al almacenar experiencias, se pierde la frescura de
la inocencia, dejamos de ver lo extraordinario que hay en todo lo que nos acontece.
En situaciones difíciles el dolor y la angustia son inevitables, forman parte
del crecimiento. Urge mantener la ilusión de cada día que da sentido a nuestra
vida, todo lo que hacemos está saturado de nuestros sentimientos. Alejemos la
desconfianza y valoremos la maravilla que se esconde tras un amanecer, un
abrazo, un beso o, una sonrisa.
Atrévete a conocer en
esencia a las personas. Cuando conoces a alguien a
profundidad encuentras su belleza real, quedarse en la apariencia lleva a los
lamentables prejuicios que impiden conocer a la persona, no se puede amar y
comprender lo que se desconoce.
Leer el librito
completo sería lo ideal, por eso si puedes cómpralo, léelo despacio, repasa
cada una de sus frases, ya verás que sin darte cuenta tu actitud cambia y lo
mejor, si deseas compartirlo o reglarlo, ¡Hazlo!
Antonieta B. de De Hoyos 4/24/19.