Enseñanzas del
"profesor de la felicidad":
El psicólogo y filósofo
Tal Ben-Shahar es también conocido como "el gurú de la felicidad del siglo
XXI". Da clases en la materia más reclamada en la historia de la
Universidad de Harvard, Psicología Positiva.
El instituyó su
formación académica en un concepto integral, existencial, empezó con una pregunta
filosófica que persigue la humanidad desde el tiempo cero, en todas las épocas,
culturas y políticas. Dijo y afirmó: “La felicidad es el significado y el propósito
de la vida, todo el objetivo y el fin de la existencia humana”. Doctor en
psicología y filosofía, nació en Tel Aviv en 1970 y es en la Universidad de
Harvard, donde se erigió como "el profesor de la felicidad".
Logró récord de
asistencia en su materia con el mayor número de estudiantes, 1.400 alumnos
asisten al curso donde habla de teorías, filósofos y científicos que nombran a
la felicidad desde distintas
perspectivas. Confirma que su enfoque abarca varias disciplinas, porque recurre
a la psicología, el comportamiento organizacional, la educación y la filosofía.
Su palabra favorita es
apreciar, que significa dar las gracias por algo y además aumentar su valor. Cuando
se consideran las cosas buenas de la vida, las cosas buenas se valoran y se multiplican.
Ha escrito varios libros
exitosos con principios que desarrolla en las aulas, procesa la felicidad sobre
matices como emociones, creatividad, relaciones humanas, aprendizajes. Es autor
de libros como "Elige la vida que quieres" o "Practicar la
felicidad", entre otros, siempre con el deseo de desentrañar los misterios
de las personas felices, o de la felicidad como el bien más enigmático y más
preciado.
La felicidad se puede
aprender porque podemos cambiar nuestros niveles de felicidad. La ciencia de la
felicidad, la que él mismo profesa, respalda el sentido común y lo que le decía
su abuela, jura que muchas cosas que él imparte en el aula suelen ser verdades
a viva voz, son recetas heredadas.
Las relaciones íntimas
y la gratitud son valores fundamentales de la felicidad. Las relaciones íntimas
sólidas pueden ser románticas, pero también las amistades o la familia, y
aunque no son perfectas, hay desacuerdos y conflictos, aun así son lo principal
en la vida de todos. La tecnología que nos rodea ya está dentro de nosotros,
dándole mayor valor a las relaciones virtuales que a las relaciones reales y
eso por desgracia, resta felicidad a la gente.
Recomienda escribir diez
cosas que nos den felicidad, la intención es aprender a agradecerlas. Valores
excelsos son la gratitud y la fe, quienes agradecen con regularidad y no dan por hecho lo que tienen, saben
de los problemas y estiman lo que disfrutan.
Esta cuaresma, todos
podemos aprender a ser más felices, optimistas, exitosos, gozar de un sistema
inmunológico fortalecido y físicamente más sanos si somos agradecidos, en
especial con la divinidad.
Antonieta B. de De
Hoyos. 3/27/
2019