Maya Angelou, ¿Quién fue?

Fue una mujer que inspiró a millones de personas y una de las escritoras y poetas más importantes de éste siglo, falleció en el año 2014. En su libro “Cartas a mi hija” comparte cinco lecciones que en su caminar, le permitieron llevar una vida plena.

Este emotivo mensaje lo condensé y transcribí en el presente artículo, porque en él nos recuerda el inmenso poder que la reflexión posee; enfatiza  que siempre se aprende de las experiencias, porque ellas muestran la esencia de la vida que conduce a la generosidad con los demás.

Lección #1.- “Quizás no puedas controlar todas las cosas que pasan a tu alrededor, pero si puedes impedir que te desalienten. Conviértete para alguien, en esa luz que se presenta al final de la oscuridad, deja de quejarte y lucha por cambiar las cosas que no te gustan, si no lo logras, entonces cambia tu forma de pensar, ahí encontrarás una mejor solución.” Es preferible enfocarte en lo que puedes y olvidarte de lo restante.

Lección #2.- “Elimina todas esas pequeñas mentiras acostumbradas y procura no hacer uso de la violencia ni de lastimar a otros, diciendo verdades innecesarias. Es forzoso ser honesto en las ocasiones que se debe decir lo que se sabe, ¡PERO! siempre y cuando se tenga la seguridad de que es verdad”. Si es algo malo no lo hagas; si no es cierto no lo repitas.

Lección #3.- “Cuando sientas coraje ante la pérdida de un ser querido, acuérdate con amor de todo lo que aprendiste de él o de ella y de esas enseñanzas, que aún tienes que aplicar en tu existir para disfrutar del arte de la vida buena”. Cada segundo alrededor del mundo alguien sufre una pérdida, por eso tenemos que  aprovechar muy bien los espacios en los que podemos convivir con la familia y los amigos.    

Lección #4.- “Por lo  regular tu vida se mueve en mares tranquilos, pero a veces de manera inesperada llegan momentos difíciles, nada brillantes ni prometedores. Se alternan los días soleados y los nublados, las noches memorables y las solitarias, aquí lo esencial es mantener en todo momento una actitud de agradecimiento.” Cuando agradecemos a Dios el privilegio de vivir, nuestro espíritu se fortalece y nuestro cuerpo sana.  

Lección #5.- “La gente se olvidará de lo que dijiste, se olvidará de lo que hiciste, hasta de lo que diste, pero jamás olvidará lo feliz que fue, con tu manera de ser.” Retomemos el buen trato y la amabilidad para todos, igual que como nos gustaría ser tratados.

Estas sencillas lecciones seguramente ya las habrás leído o escuchado con anterioridad porque son muy conocidas, lo triste es que hemos dejado de practicarlas.

En este tiempo de cuaresma hagamos dos propósitos; reintegrarlas a nuestro diario vivir y compartirlas con los hijos, el resto de la familia y las amistades, seguro que todos seremos mucho más  felices.    

Antonieta B. de De Hoyos                           3/20/19