lunes, 29 de octubre de 2012


La monjita y su perrito… ¿adentro del templo?

Los domingos acostumbro ir a la primera misa de la mañana en la Parroquia de San Juan, antes que cualquier otra cosa me gusta escuchar el Evangelio y el sermón del sacerdote,  es algo que me da paz interior  y me permite continuar con gozo mis tareas hogareñas. Pero también voy los lunes a la de nueve, éste es un hábito que me formé por propia convicción, ya que además tengo la oportunidad de hablar con Dios, de decirle lo que pienso, lo que voy a hacer y de  pedir su iluminación para no equivocarme en mi labor.

Es un verdadero tesoro el tener la oportunidad, de acudir a ceremonias religiosas cuando hay pocos asistentes, la iglesia permanece en silencio, las oraciones y los cantos son un susurro melódico que eleva el espíritu. Como siempre, elijo la cuarta fila del centro al lado del pasillo lateral izquierdo, quiero estar atenta, no deseo distraerme por ningún motivo.

Hoy la ceremonia transcurre sin ningún tropiezo, después de tomar la Hostia me encamino hacia le entrada del templo, por lo regular ahí de pie, hago mi meditación y espero a que el sacerdote de su bendición. Casi para llegar vi que en la última banca, se encontraba un humilde niño de aproximadamente diez años, sosteniendo entre sus brazos a un hermoso cachorrito. Cuando nuestras miradas se cruzaron, pude leer en sus ojos la angustia que sentía por encontrarse en tan incómoda  situación y creo que el miró en los míos un signo de interrogación. ¿Qué?

Estábamos dentro de la parroquia, un lugar de oración que debe ser sagrado para los cristianos católicos; estuve a punto de decirle que sacara a su animalito, pero su nerviosismo me contuvo.  En ese momento la fila de comulgantes estaba por terminarse, divisé entre ellos a una monjita  y pensé, lo va a regañar pero con la bondad que las caracteriza.

Me sorprendí cuando se adentró en la banca donde estaba el niño y le pidió el cachorro, al que acunó entre sus brazos mientras se hincaba a rezar sus oraciones. Mientras la miraba, recordé las muchas veces que mis hijos lloraron por no permitirles entrar a la iglesia con su juguete preferido, o cuando los obligué a  dejar para después de misa la compra de un dulce o un helado. También me acordé cuando llevé conmigo a la “Mini”, una diminuta perrita que debió permanecer dormidita en el asiento del auto, hasta mi regreso.

Lo que más llamo mi atención fue su serenidad, ninguna expresión de preocupación por su extraña conducta. El sacerdote dio la bendición y los fieles salieron, no sin dejar de mirar azorados la escena. A la salida ella mostraba orgullosa su perrito, lo que aproveché para acercarme y preguntarle, ¿Madre, desde cuando permiten entrar con animalitos al templo?  A lo que ella me contestó con dulzura, ¡aaay, es que es una criaturita! qué bueno que me lo dice le contesté, porque en casa yo también tengo dos criaturitas. Narro lo anterior porque no me parece justo que quienes están al servicio de Dios y conocen mejor las reglas, las infrinjan y con ello se conviertan en motivo de escándalo.                                                                                

Antonieta B. de De Hoyos                  Octubre 24/12

martes, 23 de octubre de 2012

¿Quien llorará por mi?


Frente de Guerra
Casi seis años tiene ya la guerra que el gobierno federal inició en contra del crimen organizado. Seis años ya en que el Ejercito y la Marina fueron destinados a la línea de fuego porque la sociedad mexicana dejo de creer en la honestidad de la Policía.

En estos seis años hemos visto como cientos de  hombres que defienden la soberanía nacional han caído en el cumplimiento de sus labores. Los miembros del ejército y de la marina conocen y asumen  el riesgo de su profesión, sin embargo, hay otros profesionistas que han sido involucrados por su vocación, sin pedir estar ahí pero que se niegan a abandonar la línea de fuego: los médicos y enfermeras y los periodistas.

Sabemos que cada vez que hay delincuentes heridos son llevados a los hospitales y se establece un cerco de vigilancia que genera el temor entre los trabajadores pero por los que nadie responde, ni los sindicatos y mucho menos las autoridades estatales o federales; sin embargo, ninguno de ellos abandona su puesto de trabajo.

Los médicos han sido de los profesionistas mas  extorsionados en el país y nadie vela por su integridad.
En estos seis años también el número de periodistas desaparecidos y asesinados han muerto, para ellos no hay justicia. Si salen a cubrir un evento lo harán bajo su riesgo, como en Siria o Afganistán. Las  empresas han preferido no cubrir la nota por  temor o han blindado sus instalaciones para protegerse de los ataques.
Pero hay otra parte de la sociedad que tiene que vivir con la angustia de la inseguridad: los trabajadores de la educación. Sin proyectos reales de contingencia, con centros de trabajo abiertos y vulnerables, sin saber  a ciencia cierta como manejar una situación de violencia: ¿cantar en las aulas?, ¿aglutinar a los alumnos en los patios? ¿Prohibir que los padres recojan a sus hijos?  ¿O dejar que los alumnos sean asesinados por los fuegos entrecruzados?

Pero más allá del terror en que vivimos y trabajamos es vergonzoso que, salvo en el estado de Guerrero donde los maestros exigieron vigilancia constante en las escuelas; todos los días vivimos dando gracias a Dios por regresar con bien a los hogares. A la SEP solo le interesa que se cubran 200 DIAS de clases, no importa como ni con quien. Se ha dejado al “criterio” acudir al Centro de Trabajo .

Los gobiernos y los Sindicatos tienen una deuda con estas profesiones  donde los trabajadores se han vuelto prescindibles. Ya hay una propuesta económica para los miembros del ejército y la marina, pero, ¿Quién responderá por la muerte o daño permanente de un trabajador de la salud o de la educación en caso de ser victima de la delincuencia en la realización de su trabajo? ¿Quién explicará a nuestros hijos que también podemos ser victimas de la guerra por no abandonar nuestra labor?

En el Frente de Guerra están las fuerzas armadas, pero como guerra también se tiene que velar por quienes hacen posible que la paz siga siendo un espejismo en México.

  No basta una tumba  con ofrendas firmadas por los gobernantes que el dolor arroja a la basura. Las muertes de los mexicanos en esta guerra es el grito que se debe seguir escuchando exigir JUSTICIA y el restablecimiento del Estado de Derecho.
Profra. Josefina Sánchez Ponce.

jueves, 18 de octubre de 2012


La aclaración que logra el cambio.

En el año 1931, Otto Heinrich Warburg (1883-1970) recibió el Premio Nobel  por su tesis “la causa primaria y la prevención del cáncer”. En ella asegura que  el cáncer es la consecuencia de una mala alimentación y de un incorrecto estilo de vida. ¿Por qué? Porque una alimentación basada en alimentos acidificantes y sin el hábito de ejercicio, crea en nuestro organismo un ambiente de acidez, que expulsa  el oxigeno de las células.  En su obra “El metabolismo de los tumores” Warburg demostró que todas las formas de cáncer se caracterizan por dos cosas: la acidosis y la falta de oxígeno.

También descubrió que las células cancerosas no respiran oxígeno y mueren en ambientes altamente oxigenados, por eso afirma que las células sanas viven en un entorno alcalino y con oxigeno permitiendo el normal funcionamiento del organismo. Después de la digestión y de acuerdo a los alimentos ingeridos, es la calidad de las proteínas, los hidratos de carbono, las grasas, los minerales y las vitaminas, los que generarán una condición de acidez o alcalinidad. El resultado acido-alcalino se mide a través de una escala numérica llamada PH, cuyos valores se encuentran en un rango de 0 a 14, siendo el PH 7 un PH neutro.

Los alimentos acidificantes son: azúcar refinada y todos sus productos altamente ácidos, carnes (todas) leche de vaca y todos sus derivados, sal refinada, harina refinada y todos sus derivados (pastas, galletitas, etc.) productos de panadería,  margarinas, gaseosas, cafeína, alcohol, tabaco, medicinas, cualquier alimento cocinado, inclusive las verduras cocinadas, todo lo que contenga conservantes, colorantes, aromatizantes, estabilizantes y alimentos envasados. La sangre se auto regula constantemente pero para lograrlo debe obtener los minerales que neutralizan la acidez, los alimentos ya citados, desmineralizan el organismo sobre todo los refinados.

Los alimentos alcalinizantes son: todas las verduras crudas, algunas son ácidas pero dentro del organismo cambian a alcalinas, crudas aportan mayor oxigeno que cocidas. Frutas- igual que las verduras, las frutas aportan saludables cantidades de oxigeno. Semillas, Cereales integrales, todos cocidos. -La miel es altamente alcalina, -La clorofila de las plantas, la sábila. El agua es importantísima para el aporte de oxigeno “La deshidratación crónica es el estresante principal del cuerpo y la raíz de la mayor parte de las enfermedades degenerativas”

El ejercicio oxigena todo el organismo, el sedentarismo lo desgasta. Hay alimentos ácidos como el yogurt, el limón, la toronja y otros, que dentro del organismo cambian a alcalinizantes. Es imposible que un cáncer se presente en una persona que controle su nivel de acidez comiendo alimentos alcalinos, aumentando su consumo de agua pura, evitando elementos tóxicos como tabaquismo y alcoholismo y haciendo ejercicio. El cáncer no se contagia ni se hereda…lo que se hereda son las malas costumbres alimenticias y  estilos de vida en los que proliferan los vicios y el libertinaje. Lo importante es encontrar el equilibrio en la alimentación y la forma de vivir.  

 “Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea el alimento”. Hipócrates.

Antonieta B. de De Hoyos                                            Octubre 17/12

Un bello mensaje en tiempos violentos.

Cuando leí el artículo del Sacerdote Jesuita Ismael Bárcenas, de inmediato me llevó a la reflexión y a la paz que tanto necesitaba, por eso decidí hacer de él una pequeña adaptación.

Es verdad que en el mundo existen muchas religiones, y que cada una tiene sus ritos, historias y tradiciones heredadas, pero Dios es simplemente Dios, a pesar de recibir diferentes nombres. Algunas veces la gente deposita su confianza en santos, medallas, estampitas o novenas milagrosas, llegando incluso a usarlos como amuletos. Pero, acaso por poseerlos, ¿somos mejores personas?

Lo primero que debemos hacer es revisar la imagen que tenemos de Dios. ¿Pensamos acaso que es alguien que castiga, manda males, exige sacrificios y tiene todos los hilos del mundo en sus manos? Ese es un dios primitivo de algún viejo testamento: dice el sacerdote Jesuita. La realidad es que la vida es frágil, pende de un hilo y a cada instante estamos expuestos al sufrimiento, a la muerte, no somos eternos, algún día de algo tendremos que morir.

El mal es una amenaza de muerte, de dolor, de destrucción y sufrimiento, pero si el mal existe es como resultado de la libertad que goza el ser humano, está, por el poder de libre albedrio que recibimos de Dios, al grado de que si queremos, podemos hacer del mal un estilo de vida. Dios creó al mundo si, pero lo hizo autónomo para que funcione con sus propias leyes, lo mismo hizo con la naturaleza.

¿Dónde está Dios cuando sucede una desgracia? Dios está en los ahorcados, en los acribillados y en todas las violaciones, injusticias e inhumanidades de este mundo, Dios está sufriendo con nosotros, soportando con nosotros, acompañándonos en la lucha contra el mal.

Pero ¿Cómo entender la presencia de Dios en el mundo actual? En primer lugar no es alguien que intervenga ni manipule, el Dios de la verdad es un Padre Bueno que crea seres libres, esto a veces, es lo más difícil de comprender; aceptar nuestra  propia responsabilidad.

Dios se juega la vida con nosotros, es un Dios que se pone en nuestras manos, es el Todopoderoso que se despoja de su poder a  favor del libre albedrío del mundo y de las personas.  Dios retrocede para que la persona ejerza su libertad.

Tenemos que cambiar de imagen de Dios y de idea de espiritualidad. Dejar de pensar en el Dios que hace todo en el mundo, y pensar en un Dios que crea nuestro interior, que le da sentido y orientación a nuestra vida. Que no toma el mando de las cosas ni sustituye nuestra libertad. Dios no nos soluciona nada, pero nos acompaña siempre.

Esta es la base de la verdadera espiritualidad. Dios se acerca a nosotros, lucha a nuestro lado contra el mal y contra el sufrimiento, contra lo que nos destruye, contra la inseguridad. El siempre mantiene su condición de Amor Creador, que construye, que sostiene, que alienta, que impulsa y que acompaña: pero nunca nos infantiliza, siempre nos invita a asumir la libertad y la responsabilidad. Al terminar de leerlo, se disiparon mis dudas.

Antonieta B. de De Hoyos                        octubre 10/12

 

lunes, 8 de octubre de 2012

El Cuervo se ha instalado en mi portal


NUNCA MÁS

“Yo ya no me acuerdo, ni quiero acordarme, 
De tantas tristezas y tanto dolor 
Tata Nacho

Las calles se cubren de soledad, el viento frio del otoño arrastra hojas y risas nerviosas.
El cielo  gris oculta las huidas y las puertas se cierran más temprano que nunca.
No hay permisos para que los adolescentes salgan, No hay permisos para piyamadas o noches de antros, No hay permisos para que los niños jueguen en las calles.
El miedo a la violencia absurda esta reclamando  su espacio.

Este mes de septiembre muerto como nuestra paz llevó al Municipio de Piedras Negras a ser noticia nacional. Muertos en balaceras a plena luz del día, muertos anónimos que se presumen delincuentes.
Las calles vacías, los Centros Comerciales solos, las escuelas sin niños no son noticia nacional.

Nos estamos adaptando al estado de guerra “Mami, ya parece que estamos viviendo en Siria”

Y los cadáveres suman cuando son anónimos a gente normal, pero cuando la muerte llama a la casa de los gobernantes la maquinaria funciona como recién aceitada, ya aparecen los autores materiales, se detienen, se encarcelan y se les amordaza. La Justicia es rápida y expedita.

Pero para  los muertos y desaparecidos en Coahuila, no hay autoridades que cumplan con su tarea. Tan solo en Piedras Negras están pendientes de resolver al asesinato de 14 mujeres anónimas, la mayoría de ellas enterradas como desconocidas; para ellas la justicia no ha sido ni pronta, ni siquiera justa para las madres que las siguen llorando.
En Coahuila siguen desaparecidos más de dos mil coahuilenses y en este municipio hasta los niños han sido sacados de sus hogares y tampoco ha existido ni un solo elemento destinado a encontrarlos.

“En México hay muertos de primera y de segunda”

En Coahuila la corrupción llenó de vergüenza al estado cuna de la Revolución.

En Piedras Negras el Miedo vive en las calles y los hogares son el débil refugio de una guerra en la que nadie lucha por la paz ni la justicia, ni siquiera por el empleo o por la democracia.

Esta guerra es solo para demostrar quien es mas fuerte, quien mata mas personas, quien es mas cruel, cuantos cuerpos se suman cuanto dolor y vergüenza estamos dispuestos a tolerar.

Solo Dios y las oraciones nos brindan consuelo porque ni siquiera las autoridades tienen ya la capacidad moral de liderar una lucha por la tranquilidad ciudadana.

Nunca mas volverá a se Piedras Negras la “frontera blanca” a menos que sus hijos agraviados reciban justicia sin importar el apellido. Nunca más volverán los niños a correr por las calles si las autoridades no asumen su facultad de garantizar la paz.

Profra. Josefina Sánchez Ponce

sábado, 6 de octubre de 2012


 A quién se defiende o se culpa.

En Managua, Nicaragua, varios organismos de la sociedad civil que están a favor de la despenalización del aborto terapéutico, prohibido en el código penal de ese país desde el año 2006; denunciaron la violación de 1453 niñas entre 10 y 14 años de edad, que fueron violadas y obligadas a parir durante el transcurso del 2011.

Las mujeres adultas, se manifestaron con pancartas, en ellas exigían su derecho a decidir, afirmando ¡mi cuerpo es mío! ¡Yo decido!  Estas son palabras perfectas en la boca de una mujer adulta, pero no en la de una niña, que apenas abre sus ojos a la vida y lo que más le gustaría tener entre sus brazos es una muñeca y no un recién nacido. 

Esta denuncia fue hecha por nueve agrupaciones no gubernamentales, la mayoría mujeres que exigen  la restitución en la legislación nacional del aborto terapéutico. Me llamó la atención el término, “aborto terapéutico”, que en otras palabras significa malograr, interrumpir de manera higiénica, curativa y beneficioso el desarrollo de un ser vivo.  

Se supone que esta manifestación pública, es para defender la vida y la salud de las mujeres, incluida niñas; para ello exigen "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto seguro para no morir”. Estas peticiones me llevaron a pensar si una criatura de 10 a 14 años, necesita de ellas.  Lo que las niñas pudieran exigir sería protección, respeto y cuidados. Nicaragua como muchos países en vías de desarrollo, tienen un plan  económico y educativo deficiente, una pobreza moral que conduce a los abusos. El  analfabetismo ético y cristiano, dentro de las familias y la sociedad es la causa número uno de que alrededor del mundo pululen los malandrines.

El gobierno falla en el castigo ejemplar que debería implantarse, no es posible que 1435 abusadores, (nada más en este caso) deambulen por ahí sin ser apresados y que de estar en la cárcel, permanezcan en ella como si nada hubiera pasado, mientras su víctima se debate entre la vida y la muerte, física y espiritual. La justicia se ha debilitado, y es esa  pérdida de fuerza la que da paso a la violencia, a la impunidad. .

No es justo y hasta cierto punto puede ser cruel, aumentar el sufrimiento de la niña sometiéndola a más auscultaciones, cirugías dolorosas, medicamentos intoxicantes. Ella no es un objeto, a pesar de su corta edad e indefensión, es un ser humano. Lo que debe hacerse con urgencia y de manera exhaustiva es encontrar al culpable, y sin más, imposibilitarle para que nunca vuelva a abusar de una mujer.

No nos toquemos el corazón, pensando en lo que va a ser de la vida de este malvado después de recibir su castigo. Pensemos mejor en la niña, que de por vida arrastrará su dolor y su vergüenza, así se le apliquen tratamientos psicológicos y religiosos para elevar su autoestima. En su mente infantil quedará grabada la terrible escena. Para ser justos debemos colocarnos en su lugar.

El gobierno del sandinista Daniel Ortega, se ha declarado a favor de la penalización del aborto terapéutico. Con esta decisión  ¿A quién se está defendiendo y a quien se está culpando?          Antonieta B de De Hoyos                             octubre 3/12