La familia sin apoyo de los
gobiernos.
Por Antonieta B. de De
Hoyos mayo 21/16.
En la actualidad pareciera
que en México, Estados Unidos y en muchas otras naciones se trabaja para
deshumanizar a la familia, por ejemplo: se están introduciendo leyes para el
suicidio asistido, por una enfermedad grave o al final de la vida; se legaliza
la práctica del aborto; se apoyan las uniones (no matrimonios) entre personas
del mismo sexo; se busca permitir el uso de drogas como la marihuana para uso
recreativo; las violaciones que destruyen a las mujeres quedan impunes; el
abuso a un menor se vuelve común; los hijos y abuelos se abandonan sin sanción;
la venta de alcohol y drogas es solapada, todas estas conductas corrompen las
buenas costumbres familiares.
La sociedad alrededor del
mundo va en picada, los valores que antes humanizaban son desacreditados,
algunos adultos entran también en este juego sucio; los hábitos que fortalecían
y ayudaban a crecer a los hijos, están olvidados. Sin duda este caos moral es
el resultado de un generalizado alejamiento de Dios, perdimos esa intima
conversación que nuestros antepasados, aun en la adversidad conservaron.
Los sacerdotes, pastores o
guías espirituales, no se dan abasto en su esfuerzo para que la gente retome su
fe y vuelva a la vida tranquila, respetuosa de normas y virtudes. Lo triste es
que el egoísmo, el deseo de poseer y los placeres, impiden a la persona encontrar el verdadero sentido de su vida.
La crisis económica y medio ambiental, son situaciones
difíciles que deben verse desde un punto
de vista cristiano, tenemos que reaprender que tanto el sufrimiento como la
alegría nos fortalecen en el diario vivir, que con Cristo el sufrimiento redime
y conduce al gozo espiritual. Ahora nadie quiere sufrir, ni esforzarse en
superar carencias, mucho menos en servir al prójimo cuando le abruman los
problemas.
La familia está siendo
atacada por los gobiernos que antaño la protegían, pareciera como si los
enlodados, disfrutaran enlodando a los demás. Las leyes de nuestra Constitución
formuladas por eruditos, señalan derechos y obligaciones con el único fin de
lograr la armonía social, hoy estas están siendo reformadas, o ¿deformadas?
Los medios de comunicación
apoyados por las autoridades, presentan antivalores de una manera tan sutil que
parecen valores, lo que descontrola y estimula
a que cada uno elija como quiere ser y a vivir como le plazca, en nombre
de una igualdad y libertad que daña profundamente a los que más les quieren.
¿Se han imaginado el ambiente
hogareño, al permitirse todo lo que enuncié al principio? Será como una olla
llena de grillos y de violencia que tarde o temprano terminará en tragedia.
Nosotros como sociedad
pongamos nuestro granito de arena, eduquemos en valores a la familia y dejemos
que los profesionistas y varones influyentes, exijan a los legisladores no
aprobar leyes que destruyan la integridad de sus familias.