miércoles, 26 de diciembre de 2012


Dos inesperadas experiencias religiosas.

La verdad es que nunca pensé que los vaticinios Mayas estuvieran equivocados, su sabiduría como cultura, es reconocida desde hace muchos años por  eminentes científicos del mundo. Lo que si me preocupó, fue el enorme  temor que se generó en la gente, a través de la publicación de cientos de reportajes sin fundamento.

Como coincidencia, el viernes 21  de diciembre, recibí la triste noticia de que mi nieta Andrealucía, que radica en Estados Unidos se había roto su bracito derecho.  Entre tantas llamadas me enteré de que habían contactado a un médico de prestigio, para que le realizara la operación indispensable. Como todos los días y las noches, esta vez también había encomendado a Dios a toda mi familia, por eso sabía que no iban a estar desamparados. A las cinco de la tarde mi nietecita entraría a quirófano, le practicarían una cirugía que duraría en promedio una hora.

De inmediato encendí mi cirio bendito, ese que conservo para situaciones extremas; a su lado coloqué la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que perteneció a mi abuela Agripina. Me senté en la alfombra y comencé a rezar el Santo Rosario, era viernes, correspondían los Misterios Dolorosos. Creo que en esos instantes de profunda oración, mi alma se elevó hasta el Creador, sentí como nunca cada una de las frases y de las oraciones pronunciadas, lo recé despacio, sin prisas, con toda la fe que corre por mis venas. Hablé con Dios, me encomendé a Jesucristo y le supliqué que intercediera por mi niña. Me tardé casi una hora, el tiempo justo en el que se daría por terminada la intervención. Esperé intentando tranquilizarme, a que llegara la llamada que me informara los resultados.

Cerca de las nueve de la noche, escuché la voz de mi nuera que me decía que todo había salido perfecto, que resultó menos complicado de lo que se esperaba, que no habían tenido que pasar la noche en el hospital y que, en esos momentos ya estaban en casa. Apagué mi veladora y di Gracias a Dios.

Al anochecer vi en el noticiero nacional, la multitud que se reunió en el territorio Maya  en México y Guatemala, para recibir la energía sagrada, así como las entrevistas que los reporteros hicieron a los visitantes. Todos sin excepción, estuvieron de acuerdo en que no se vaticinaba el fin del mundo, sino el de una era materialista, lo que permitiría de inmediato el cambio social anhelado.

Me impactó la manera como los ahí presentes sonreían y alzaban sus brazos, intentando llenarse de la esperanza y el amor divino. Recordé mi experiencia religiosa de esa tarde y la comparé con la de aquellas miles de personas, que acudieron con el único fin de sentir la presencia divina. Este año que está por iniciar fortalezcamos nuestra fe, y gocemos de la presencia de Dios en donde quiera que estemos, y en el preciso momento que lo imploremos.  

Antonieta B. de De Hoyos                              Diciembre 26/12

sábado, 22 de diciembre de 2012


Rosario de amor al Niñito Jesús.

Por Antonieta B. de De Hoyos.

 

Misterios Gozosos.

Comenzamos con la señal de la Cruz.

 

1.- Primer Misterio Gozoso.

“El ángel anunció a María”.

Padre Nuestro…

En las siguientes diez cuentas se repite:

Niñito  Jesús bendice a mis papás.

En la cuenta sola se dice un Ave María y  Gloria al Padre.

Canto: Vamos pastores vamos, vamos a Belén, a ver en ese niño la gloria del edén (2 veces) Ese precioso niño, yo me muero por él, sus ojitos me encantan su boquita también. El padre lo acaricia, la madre mira en él, y los dos extasiados contemplan aquel ser…contemplan aquel ser.

 

 

2.- Segundo Misterio Gozoso.

“La visita de María a su prima Isabel”.

Padre Nuestro…

En las siguientes diez cuentas se repite:

Niñito Jesús bendice a mi familia.

En la cuenta sola se dice una Ave maría y Gloria al padre.

Canto: Los pastores a Belén llegan presurosos, llevan de tanto correr los zapatos rotos, ay, ay, ay que alegres van, ay, ay, ay si volverán. Con la pan, pan, pan, con la de, de, de, con la pan con la de, con la pandereta y las castañuelas.

 

 

3.-Tercer Misterio Gozoso.

“Nacimiento del Niño Jesús en Belén”.

Padre Nuestro…

En las siguientes diez cuentas se repite:

Niñito Jesús bendice a mi Planeta, mi país y mi ciudad.

En la cuenta sola se dice una Ave María y Gloria al padre.

Canto: Noche de paz, noche de amor, todo duerme en rededor, entre los astros que esparcen su luz, viene anunciando al Niñito Jesús, brilla la estrella de paz, brilla la estrella de paz.

 

 

 

4.- Cuarto Misterio Gozoso.

“La presentación del Niño Jesús en el Templo”.  

Padre Nuestro…

En las siguientes diez cuentas se repite:

Niñito Jesús bendice a todos los niños del mundo

En la cuenta sola se dice un Ave maría y Gloria al Padre.

Canto: El camino que lleva a Belén, baja hasta el valle que la nieve cubrió, los pastorcillos quieren ver a su rey, le traen regalos en su humilde ropón, ropo pon,  pon, ropo pon,  pon.

 

 

5.- Quinto Misterio Gozoso.

“El Niño Jesús perdido y hallado en el Templo”.

Padre Nuestro…

En las siguientes diez cuentas se repite:

Niñito Jesús te amo y te necesito.

En la cuenta sola se dice un Ave María y Gloria al Padre.

Canto: Pero mira como beben los peces en el río, pero mira como beben por ver a Dios nacido. Beben y beben y vuelven a beber, los peces en el río por ver a Dios nacer.

 

 

En las tres últimas cuentas se dice:

“Niñito Jesús, tráenos la paz”.

“Niñito Jesús, bendice a los niños nacidos sin amor”.

“Niñito Jesús, bendice a Nuestro Santo Papa”.

 

 

En la cuenta final se dice:

“Niñito Jesús ven a mi corazón esta navidad y quédate conmigo para siempre”.

Canto: En Belén a media noche un niñito nacerá, alegraos pastorcillos que el Niñito Dios será, que el niñito Dios será, que el Niñito Dios será…Suenen las panderetas, ruido y más ruido, porque la profecía ya se ha cumplido; la, la, ra, la, la, la; la, la, ra, la, la, se ha cumplido, la, la, ra, la, la, la; la, ra, la, la se ha cumplido.

 

 

 

Feliz Nochebuena y venturosa Navidad 2012

 

¿Por qué es importante enseñar a orar a los niños?

Muchos adultos mayores, recordamos con nostalgia aquellas noches en las que cuando éramos pequeños no podíamos dormir, y nuestra madre después de contarnos un hermoso cuento, nos pedía que nos arrodilláramos al pie de la cama para rezar el tradicional “Ángel de mi guarda”. Era una bella costumbre que serenaba al inquieto chiquillo y le permitía conciliar el sueño. ¿Pero porque hoy ya no lo hacen los padres, en especial la madre? Pudiera ser por  inexperiencia, o porque sus padres no lo hicieron con ellos.

Si el adulto rezara con su niño por las noches, seguro que habría menos jóvenes dentro de las bandas delincuenciales, menos asesinos juveniles, disminuirían los adictos al alcohol, las drogas, el juego y la corrupción.  Este caos familiar y social es el resultado de una deficiente educación moral y espiritual en los vitales primeros años.

En la actualidad los asistentes a las misas o cultos religiosos, son en su mayoría personas adultas y de la tercera edad, solo una minoría son niños, adolescentes y jóvenes, que escuchan con atención la Palabra de Dios y las indicaciones del sacerdote o pastor. Esta negligencia paterna, conduce a que los niños no sepan orar, ni comunicarse con Dios, ni con sus padres.

Educar en la oración es fácil, lo único que se requiere es constancia y un inmenso amor por los hijos; si este bello propósito se hiciera realidad esta navidad, estoy segura de que éste, sería el más trascendental de los regalos. Urge retomar la armonía social y hogareña. No busquemos oraciones complicadas, usemos lo más sencillo, lo más natural; dejemos que los niños hablen de lo que tienen en su inocente corazón.

Como apoyo a esta actividad se puede poner en un lugar visible de la recámara o de la casa, un cuadro de María con Jesús en brazos, o el clásico Ángel guardián que protege a una parejita de niños, cuando van cruzando un puente. Sería un bonito regalo de abuelos y padrinos.

Percibir la presencia divina desde la infancia, infunde en la persona una enorme seguridad para los años venideros. Obra inolvidable de amor hacia el Creador. Tener el privilegio de vivir en compañía de Dios, ayuda a cometer menos errores y a gozar de la fortaleza necesaria, para superar la adversidad cuando esta se presenta, en forma de un divorcio, la muerte de un ser querido, el desempleo, el abandono, o la enfermedad.

Orar, es elevar el alma a Dios, es platicar con Él, es estar convencido de que está contigo. Alabar, suplicar, agradecer, pedir perdón por las faltas cometidas, purifica el organismo. Acostumbrar desde niño a pedir por los demás, hace del corazón una fuente eterna de generosidad.                                                                                                                                                  

La primera actividad evangelizadora de los padres, es enseñar a orar a los hijos: es el primer catecismo de sus niños, su primera conversación con Dios; pero sobre todo el mejor hábito que podrán inculcarles y que les servirá de mucho, en su arduo camino de salvación.

Por Antonieta B. de De Hoyos                     Diciembre 19/12.

domingo, 16 de diciembre de 2012

El pueblo paga pero no manda


Los invitados de palo

“Entre un gobierno que lo hace mal
 y un pueblo que lo consiente,
 hay cierta complicidad vergonzosa”
Víctor Hugo
Estamos por concluir un año, un año donde la violencia se ha enseñoreado del país,  una violencia que también ha enlutado los hogares de muchos de nuestros vecinos en este municipio fronterizo. La violencia y la impunidad. La violencia y la impotencia, la violencia y el miedo  son tan cotidianos que ya no sentimos miedo ni nos horroriza escuchar detonaciones.

A la población solo le queda la esperanza de que el año que entra sea mejor porque con el año vendrá el cambio de gobierno municipal y quizás en esta ocasión los habitantes de esta frontera puedan confiar en que existirá in liderazgo, si ya no moral, por lo menos que sea político y muestre capacidad para informar a la comunidad sobre las medidas que se toman ante cada contingencia, ante cada oleada de violencia que cancela la vida cotidiana.

Solo escuchamos en el informe cifras y números que opacan la realidad: la administración no electa prefirió honrar al Mayor fallecido de Eagle Pass con un mexicanísimo Altar de Muertos  que a los trabajadores de SIMAS que murieron desempeñando su trabajo, trabajadores que además fueron sus compañeros de trabajo cuando también le tocó administrar esa dependencia; además avaló el pago de un patinadero de hielo y el consecuente recibo de energía eléctrica cuando la deuda del municipio sigue aumentando.
Videos y música han sido usados para acallar los reclamos por una deuda  que ha servido para pagar bodas y banquetes de los invitados VIP al tercer informe y no se ha  invertido  en campañas para contratar personal capacitado y profesional que brinden seguridad a todos los vecinos del municipio que vivimos a merced de rateros.

Fotografías panorámicas muestran el maquillaje de una ciudad donde el medio ambiente se ha reducido al cobro de un impuesto, el  “Revisado Ecológico”, y eternas campañas de recolección de llantas usadas y se ha permitido la construcción de casas para los trabajadores donde lo que queda prohibido es que se cuenten con áreas verdes suficientes  que dignifiquen la calidad de vida o la proliferación de basureros en banquetas y calles o terrenos baldíos.
Quizás el año que viene no sea tan nefasto por terminar en 13 y los numerologos nos hagan el favor de guardarse sus negros vaticinios y nos dejen creer que los ciudadanos tenemos la capacidad de dirigir el municipio.
 Queremos soñar que el PRI dejará de pagarse sus cotos de poder  y volteara los rostros  hacia la población abandonando el peso muerto de  sus satélites. Que el PAN dejara su eterno canibalismo  y que el resto de los partidos que ni siquiera han logrado mantener su registro en el Estado dejarán de ser una carga al erario público para que ese dinero sea destinado a preparar y profesionalizar  a todos los elementos de Seguridad Publica.

Quizás el año que viene no podamos ver erradicada la violencia pero quizás exista una oportunidad para la justicia y se haga justicia para las mujeres que han sido asesinadas en esta ciudad y que por no tener el apellido Moreira aún no han podido recibir una justa sepultura. A lo mejor, los ciudadanos  tomemos conciencia de nuestra fuerza y podamos lograr  que las autoridades hagan su trabajo y retornen a sus hogares l@s desparaecid@s de nuestro pueblo.
Profra. Josefina Sanchez Ponce

martes, 11 de diciembre de 2012


Gocemos el instante sagrado.

Cuenta una leyenda nórdica que un espíritu procedente de la lejana galaxia del universo, vino a la Tierra y se instaló en el hemisferio norte, para repartir aquello de lo que no puede prescindir el ser humano: paz, amor, armonía y alegría.

Nuestros antepasados sabían que algo especial pasaba en el planeta el día más corto del año, lo que quiere decir es, que en todas las épocas se reconoce que desde el  21 de diciembre  una energía especial envuelve a la madre Tierra.

Se cree que en la mayor oscuridad de las noches largas del solsticio de invierno, es cuando recibimos el espíritu de la Navidad, una luz luminosa que despierta en nosotros sentimientos de amor y paz. Muchos maestros han nacido en estos días, pero uno en especial, ha marcado nuestra vida con su ejemplo de amor ilimitado, su pureza de intención, sus grandes lecciones de justicia, de amor y perdón, y ese es Jesús, el Hijo del Padre, que llegó en los precisos momentos de mayor oscuridad.

Esta bendita energía nos ayuda a perdonar y a olvidar desavenencias, despierta el entusiasmo en todo lo que hacemos; razón por la que recibimos y damos regalos que expresan amor y solidaridad hacia nuestros hermanos. Desafortunadamente el consumismo actual, ha logrado rebajar este maravilloso regalo divino al nivel humano, al grado de que mucha gente se olvida de recibir esta gran luz de energía, que cada año nos visita.

Comencemos hoy con una limpia de casa y de corazón. Botemos todas las cosas viejas y dañadas, los odios y rencores, el pesimismo y la confusión, para que podamos recibir el amor que viene del cielo y que generará en nosotros nuevas y mejores experiencias. Es importante comprender que este es un instante sagrado, Dios nos está dando una energía de esencia sagrada, una luz de vida a nuestra alma y corazón.

La palabra Navidad habla de una noche bendita, de un tiempo de dulce espera y una grata ilusión. Navidad es la esperanza que viene a traernos pensamientos positivos, deseos hermosos; es el ensueño de cambios profundos. Cerramos el ciclo del año presente y abrimos en armonía el ciclo del año que inicia.

Meditemos y pidamos paz para nuestro planeta, nuestro país y nuestra comunidad, pidamos por que los gobernantes sean honestos, por los niños pobres y desamparados, por las familias desunidas, por los enfermos y por los ancianos desvalidos. Después pidamos por nosotros mismos para que logremos el cambio que necesitamos.

Saquemos de nuestro hogar la violencia, las discusiones, peleas, gritos, malas palabras, insultos, toda la energía negativa que impide la entrada del espíritu de la Navidad. Borremos de nuestra vida los malos recuerdos, tengamos presente los momentos bellos.

 “Ordenemos nuestra forma de vivir, pues solo en el orden tendremos tiempo para Dios”.

 Antonieta B. de De Hoyos                   Diciembre 12/12.

 

¿Qué es la felicidad?

Creo que al igual que todos, esta es una pregunta que casi a diario me hago. No importa la época de la vida que se esté viviendo, siempre estamos a la expectativa deseando con toda el alma que el día y la noche, solo nos traigan momentos agradables.

Le tememos a la tristeza, a la decepción, a la frustración, a no recibir lo que deseamos y a no ser como quisiéramos o como quisieran los demás. Hoy en plena madurez, en la maravillosa etapa del adulto mayor, he llegado a la conclusión de que la felicidad se vive en cualquier edad; basta con admitir con agrado lo que nos depara la vida, con luchar con firmeza para modificar aquellas cosas factibles de cambio, pero sobre todo, cuando consentimos y superamos con dignidad las situaciones imposibles de evitar. 

¿Pero por que se originó en mí, tan inesperada reflexión? 

Pues verán, una de estas noches, cuando me disponía a rezar mis oraciones, me vi en la necesidad de cruzar mi antebrazo derecho muy cerca de mi cara, para alcanzar mi rosario. Fue en ese instante cuando mi mirada quedó fija en la piel de mi brazo. ¿Cuando sucedió?  ¿En qué momento mi epidermis inició su transformación? De inmediato me dirigí al espejo con aumento que tengo en mi tocador, mismo que uso para delinear mis cejas y mis labios.

¡Otra gran sorpresa! en mi rostro también se percibían diminutas alteraciones. Fijé bien la vista, pestañeé varias veces para mirar con claridad esas finísimas líneas de expresión, que la mayoría conocemos como “arruguitas”. Dada la fuerte impresión recibida, por unos instantes mi mente quedó en blanco. Pasado el susto me ubiqué en el tiempo. Las ideas empezaron a surgir. Como en una película visualicé mi vida. Recordé que hoy pertenecía al rango de los mayores, que era abuela de siete preciosos críos, que la ancianidad estaba cerca y si Dios lo permitía gozaría también de la senilidad. 

Lo primero que embargó a mi corazón fue la tristeza, la nostalgia por el pasado y la incertidumbre por el futuro. Seguramente porque en ese estado de angustia y ansiedad me encomendé a Dios, llegó a mí como una luz luminosa mi agradecimiento hacia Él  por el tiempo transcurrido. Fue en esa milésima de segundo, que intuí su infinita bondad al haberme permitido vivir todos estos años, de la mejor manera.  

Abrí de nuevo mis ojos y acepté con alegría, la imagen que el espejo hoy me obsequiaba. Sin enojos reconocí que lo esperado, iba llegando con delicadeza. La manera decorosa como sobrellevara el porvenir, dependería únicamente de mí. Observé mi cabello entrecano, la delgadez de mi figura y, ¡me gusté!.

Hice un recuento de mis momentos buenos y me fijé que los he disfrutado al máximo, que fui infeliz cuando me negué a aceptar la realidad, la contrariedad, la desilusión; experiencias todas indispensables para crecer como persona y para allanar el largo camino hacia la eternidad.

Antonieta B. de De Hoyos                    Nov. 21/12.

El éxito de los hijos hoy, lo forjamos los padres.

La infancia marca la vida de los niños, por eso existe un pensamiento que dice “Dame un niño hasta los siete años y después has con él lo que quieras”, razón por la que los padres, no deben desperdiciar ni un solo minuto de ese espacio educativo. Décadas atrás cuando la revolución tecnológica y científica se globalizó, se instó a los jóvenes para que obtuvieran lo máximo de conocimientos, llegando al grado de que los mejores puestos en las empresas, los ocupaban  los que poseían un título universitario, una licenciatura, un doctorado, o  cientos de diplomados.

Es al principio de milenio, cuando queda de manifiesto que muchos de los egresados de prestigiosas universidades no sabían comportarse, no poseían ética personal, ni principios religiosos, eran unos patanes de lujo.

Fue esta problemática laboral la que provocó el cambio, los empleadores o seleccionadores de obreros y funcionarios, detuvieron el paso y formularon un nuevo perfil psicológico basado en: conocimientos, aptitudes (talentos, dones) y actitudes (modo de ser). A partir de entonces en los empleos donde se requería especialización se insistió en los conocimientos, pero sin olvidar la importancia del talento y del comportamiento. Por el contrario cuando la  destreza y los valores familiares eran prioridad, el trabajador recibe de la empresa su capacitación de forma gratuita.   

En la actualidad, la educación recibida durante la infancia y la adolescencia han cobrado fuerza. Los encargados de reclutar personal, escudriñan en el solicitante su capacidad para realizar varias tareas a la vez, su esfuerzo y dedicación, su espíritu de superación y servicio a sus semejantes, su confianza en sí mismo, la toma de decisiones, la apertura al cambio, el control emocional, la firmeza de carácter y su tenacidad. En esa nueva escala agregaron: apariencia, vestimenta adecuada, pulcritud, buena salud, (nada de vicios), buenos modales, serenidad en la adversidad; con mayor énfasis su capacidad para expresarse con claridad, con un  lenguaje correcto.

Resultaron indispensables también: la aspiración de superación, de aprender y de perfeccionarse. La responsabilidad, el compromiso y seriedad, el respeto a sí mismo y a los demás, creatividad, toma de decisiones, su manera de enfrentar retos, ética personal. El perfil del trabajador moderno exige: empatía, autocritica, elevada autoestima, equilibrio emocional, honestidad, honradez, lealtad, confiabilidad; ser emprendedor, perseverante, puntual e intuitivo, saber actuar bajo presión laboral, actitudes  que no se aprenden en los libros, sino en el hogar.

Las destrezas y la personalidad, la forma de ser y el comportamiento, están siendo revalorados. La ética y los principios fundamentales de los seres humanos, están grabados desde su infancia en su yo interno, en su corazón y en su mente y es difícil por no decir que imposible, borrarlos.

En resumen. Es verdad que vale más el que sabe más, pero en la actualidad para conservar un empleo, la buena conducta y la integridad valen mucho más. 

Antonieta B. de De Hoyos                  Nov. 14/ 12.

Nosotros podemos, si nos dicen cómo.

Sé que no es correcto hacer comparaciones, pero hay ocasiones en que estas resultan ilustrativas y formativas, sobre todo cuando las vemos por el lado amable. Afirmo lo anterior porque después de  pasar casi dos semanas de vacaciones en el Condado de Orange en el sur de California U.S.A. de manera específica, en Tustin Ranch Rd. donde radica mi hijo con su familia, no pude dejar de hacer la comparación entre el estilo de vida en los países del primer mundo y la de los que están en vías de desarrollo, como el nuestro.

La tecnología y la ciencia, pero sobre todo la educación de las masas en lo que respecta a las relaciones humanas y de convivencia en aquellas tierras, es una prioridad. Las avenidas y sus amplias carreteras, cumplen todos los requisitos de señalamiento y ubicación para el automovilista, por eso, cuando un agente de la policía aplica una infracción, es porque se incumplió una norma que debió haber aprendido el conductor al momento de aprobar su examen para obtener la licencia, ¿qué les parece una multa de cuatrocientos dólares, por dar vuelta donde no se permite?

Todo este  condado es bello, no hay un espacio donde no haya árboles, palmeras, verdes arbustos y césped, vegetación  que se mantiene gracias a un sistema de riego municipal automatizado y un vasto personal de jardineros que siembran y conservan. Sus calles y avenidas poseen un magnifico alumbrado, además las zonas residenciales tienen un servicio de recolección de basura que recoge una sola vez por semana, en tres diferentes horarios y camiones los tres contenedores, (basura orgánica, inorgánica y reciclable), en forma automática.

También tiene varios parques recreativos con juegos infantiles y asadores de carne para el uso de los adultos. Todos están en perfectas condiciones y completamente limpios. Jamás se escucha un chirriar de llantas o toque de claxon, no pasan camiones de carga, no hay autobuses urbanos, solo el escolar, de la única escuela primaria y secundaria que existe. La vida ahí es tranquila, los vecinos se acuestan temprano porque se levantan muy temprano, algunos salen de su casa a las cuatro de la mañana para llegar a tiempo a su trabajo. En esa zona los impuestos que se pagan son elevados, pero la calidad de vida también.

De regreso me tocó volar sobre San Antonio Texas de día, y pude ver lo hermosa que es y la enorme cantidad de arboles que tiene dentro y fuera de las casas, las avenidas resaltan de entre tanta vegetación; creo que esa es la principal razón por la que llueve tanto en esos lugares, en Tustin también. Pero qué tristeza me dio, que al llegar me entero de que  en nuestra ciudad se siguen cortando arboles a destajo ante la total indiferencia de los encargados de medio ambiente. Estoy segura de que si nuestras autoridades se propusieran y nos enseñaran a vivir mejor, todos estaríamos de acuerdo en colaborar haciendo un mayor esfuerzo.

Pero, ¿con cuál novedad  me encontré? … una pista de hielo y una villita de navidad.

  Antonieta B. de De Hoyos                                             Dic. 5/12

domingo, 11 de noviembre de 2012


Homenaje a una ama de casa ejemplar.

Carolina Minerva Castillo Mireles, nació en Saltillo Coahuila  el 18 de agosto de 1918, en el seno de una familia de la clase media, hija menor del matrimonio formado por Doña Agripina Mireles Treviño y Don Ramón Castillo. Huérfana de padre a muy temprana edad, admiró el esfuerzo con que su madre convirtió a sus tres hijos en profesionistas al inscribirlos en la Benemérita  Escuela Normal del  Estado.

Ahí conoció a Eduardo Luis Barrientos Lucio, se relacionaron,  se enamoraron y se casaron. Pronto cambiaron su residencia a la ciudad de Piedras Negras, lugar donde su esposo adquirió una Patente de Agente Aduanal. Procrearon cuatro hijos, Teodoro Ariel, Eduardo Luis, María Antonieta y María Carolina, completaba la felicidad de la familia la “Nany”,  mujer hacendosa que hasta el final de sus días fue el brazo derecho de mamá.

En el hogar se multiplicaba, pintaba paredes, resanaba muebles, reparaba todo, su ánimo jamás decayó. Renuncia a la docencia para ocuparse de la casa y reanuda su labor magisterial cuando los hijos salen de la ciudad a continuar sus estudios.

Además de los quehaceres hogareños, hacía hermosas manualidades, cocinaba exquisito y era una excelente repostera, de carácter muy alegre, cantaba, bailaba, escribía  versos y  recitaba  los que recordaba.

Aunque no asistía con frecuencia a misa tenía su santo de devoción, San Juditas Tadeo, al que le encendía una veladora en los momentos difíciles. Pocas veces la vimos triste, quizás porque no quería mortificarnos. Como administradora era muy buena, el dinero siempre le alcanzaba y hasta se daba el lujo de ahorrar. Tuvo pocas pero muy queridas amistades.

Los años la embellecieron, su mirada limpia, sus manos cálidas, sus palabras dulces y sus sabios consejos, lograron que nosotros saliéramos adelante. Amó intensamente a su familia y lo demostró con hechos, pues por encima de las calamidades permanecía erguida. Vivió las altas y bajas de la economía con una fe y una esperanza ilimitada en la voluntad de Dios. Remendó ropa y remendó corazones de adolescentes y jóvenes, fue el indispensable paño de lágrimas de sus hijos.

Maestra por convicción, su inmenso deseo de servir emergía de su  corazón. Para ella el orden, la disciplina, la responsabilidad, la puntualidad, el respeto, la honradez, eran virtudes que no podían faltar ni en el aula ni en la casa. Siempre repetía que nada es para siempre, que lo bueno y lo malo pasa, que debíamos aprender a disfrutarlos y afrontarlos.

Estuvo con nosotros en todo momento, hasta en su vejez, pues aun y cuando en los últimos años tuvo problemas con su memoria, ella seguía diciéndonos que nos amaba con su mirada, su sonrisa y sus caricias. Nos enseñó a vencer obstáculos y a levantarnos de las caídas, a perdonar, a no odiar, pero sobre todo a servir a los demás.

Falleció en Saltillo el 22 de junio de 2002, rodeada de sus hijos y nietos que viven allá, había cumplido 84 años, mismos que vivió con dignidad y sobriedad.

Mamá fue un ama de casa  en toda la  extensión de la palabra, siempre estuvo presente y se esmeró porque todo en su hogar marchara como Dios manda. Su ejemplo ha sido y es, la luz que nos guía.

Antonieta B. de De Hoyos                                     Nov. 7/ 2012

viernes, 2 de noviembre de 2012


El enorme poder de la naturaleza.

Cuando los noticieros locales e internacionales anunciaron la llegada  del Huracán “Sandy” a las costas del noreste de Estados Unidos, se avisó a la ciudadanía sobre la manera de contrarrestarla, pero el pánico cundió cuando se le declaró mundialmente la “Tormenta perfecta” que provocaría la mayor destrucción terrestre en los últimos cien años.

Un aproximado de ochenta millones de personas de diferentes condados y estados circunvecinos, debieron movilizarse ante la advertencia; aunque de acuerdo a lo notificado, más de la mitad hicieron caso omiso y se quedaron en casa o departamento. 

Viendo a través de la televisión las imágenes del radar, pude constatar lo impresionante de su tamaño, las nubes cargadas de lluvia, los vientos que le acompañaban, las marejadas que se levantaron; de inmediato me puse a rezar por ellos y por nosotros, para que nunca nos viéramos en una situación igual.

Estuve al pendiente, no por morbosa curiosidad, sino por empatía, realmente me sentía identificada con ellos. Al día siguiente cuando comenzó el recuento de los daños, cuando se mostraron las calles inundadas, los ríos desbordados, los miles de árboles arrancados de cuajo, las innumerables casas incendiadas o demolidas, la carencia de electricidad y agua potable. Cuando se presentó la problemática de los médicos en los hospitales, con sus enfermos: adultos, ancianos, niños y bebés recién nacidos, cuando la policía y los bomberos se esforzaban por controlar las crisis nerviosas de las personas varadas dentro de sus departamentos; podía percibirse el instinto de conservación en grado superlativo y el miedo paralizante dentro de cada  corazón.

Estoy segura de que en esos instantes millones de plegarias se elevaron al cielo, y que Dios en su infinita misericordia les envió la calma y la iluminación necesaria, para que hicieran lo pertinente. Esta vez la naturaleza mostró su fuerza, respondió con todo rigor a las agresiones que desde hace más de cinco décadas, el hombre le ha venido propinado. El cambio climático lo provocamos todos y  ésta,  es una de sus múltiples manifestaciones.

Mientras miraba los noticieros, recordé una película que vi en mi adolescencia y que por su dramatismo, jamás he podido olvidar. Se filmó en 1959, probablemente yo la vi tres o cuatro años después. Se hizo en Nueva York, con su estatua de la Libertad, y su preciosa isla de Manhattan; tres personas dos hombres y una mujer la protagonizaron, llegaron en un yate a sus costas y se encontraron con una ciudad vacía, los habitantes habían huido por la contaminación nuclear. Me impactó ver los majestuosos rascacielos y las enormes avenidas completamente desiertas, el ambiente era grisáceo con olor a muerte. 

Con gran dolor tuve que reconocer, que por más poderosa que se considere una persona, una ciudad, un país, ¡el mundo entero!, siempre sucumbiremos ante los embates de la naturaleza. Lo que podemos hacer es luchar por recuperarla y evitar hasta lo imposible, el seguir dañándola.

Antonieta B. de De Hoyos                           Octubre 31/13

lunes, 29 de octubre de 2012


La monjita y su perrito… ¿adentro del templo?

Los domingos acostumbro ir a la primera misa de la mañana en la Parroquia de San Juan, antes que cualquier otra cosa me gusta escuchar el Evangelio y el sermón del sacerdote,  es algo que me da paz interior  y me permite continuar con gozo mis tareas hogareñas. Pero también voy los lunes a la de nueve, éste es un hábito que me formé por propia convicción, ya que además tengo la oportunidad de hablar con Dios, de decirle lo que pienso, lo que voy a hacer y de  pedir su iluminación para no equivocarme en mi labor.

Es un verdadero tesoro el tener la oportunidad, de acudir a ceremonias religiosas cuando hay pocos asistentes, la iglesia permanece en silencio, las oraciones y los cantos son un susurro melódico que eleva el espíritu. Como siempre, elijo la cuarta fila del centro al lado del pasillo lateral izquierdo, quiero estar atenta, no deseo distraerme por ningún motivo.

Hoy la ceremonia transcurre sin ningún tropiezo, después de tomar la Hostia me encamino hacia le entrada del templo, por lo regular ahí de pie, hago mi meditación y espero a que el sacerdote de su bendición. Casi para llegar vi que en la última banca, se encontraba un humilde niño de aproximadamente diez años, sosteniendo entre sus brazos a un hermoso cachorrito. Cuando nuestras miradas se cruzaron, pude leer en sus ojos la angustia que sentía por encontrarse en tan incómoda  situación y creo que el miró en los míos un signo de interrogación. ¿Qué?

Estábamos dentro de la parroquia, un lugar de oración que debe ser sagrado para los cristianos católicos; estuve a punto de decirle que sacara a su animalito, pero su nerviosismo me contuvo.  En ese momento la fila de comulgantes estaba por terminarse, divisé entre ellos a una monjita  y pensé, lo va a regañar pero con la bondad que las caracteriza.

Me sorprendí cuando se adentró en la banca donde estaba el niño y le pidió el cachorro, al que acunó entre sus brazos mientras se hincaba a rezar sus oraciones. Mientras la miraba, recordé las muchas veces que mis hijos lloraron por no permitirles entrar a la iglesia con su juguete preferido, o cuando los obligué a  dejar para después de misa la compra de un dulce o un helado. También me acordé cuando llevé conmigo a la “Mini”, una diminuta perrita que debió permanecer dormidita en el asiento del auto, hasta mi regreso.

Lo que más llamo mi atención fue su serenidad, ninguna expresión de preocupación por su extraña conducta. El sacerdote dio la bendición y los fieles salieron, no sin dejar de mirar azorados la escena. A la salida ella mostraba orgullosa su perrito, lo que aproveché para acercarme y preguntarle, ¿Madre, desde cuando permiten entrar con animalitos al templo?  A lo que ella me contestó con dulzura, ¡aaay, es que es una criaturita! qué bueno que me lo dice le contesté, porque en casa yo también tengo dos criaturitas. Narro lo anterior porque no me parece justo que quienes están al servicio de Dios y conocen mejor las reglas, las infrinjan y con ello se conviertan en motivo de escándalo.                                                                                

Antonieta B. de De Hoyos                  Octubre 24/12

martes, 23 de octubre de 2012

¿Quien llorará por mi?


Frente de Guerra
Casi seis años tiene ya la guerra que el gobierno federal inició en contra del crimen organizado. Seis años ya en que el Ejercito y la Marina fueron destinados a la línea de fuego porque la sociedad mexicana dejo de creer en la honestidad de la Policía.

En estos seis años hemos visto como cientos de  hombres que defienden la soberanía nacional han caído en el cumplimiento de sus labores. Los miembros del ejército y de la marina conocen y asumen  el riesgo de su profesión, sin embargo, hay otros profesionistas que han sido involucrados por su vocación, sin pedir estar ahí pero que se niegan a abandonar la línea de fuego: los médicos y enfermeras y los periodistas.

Sabemos que cada vez que hay delincuentes heridos son llevados a los hospitales y se establece un cerco de vigilancia que genera el temor entre los trabajadores pero por los que nadie responde, ni los sindicatos y mucho menos las autoridades estatales o federales; sin embargo, ninguno de ellos abandona su puesto de trabajo.

Los médicos han sido de los profesionistas mas  extorsionados en el país y nadie vela por su integridad.
En estos seis años también el número de periodistas desaparecidos y asesinados han muerto, para ellos no hay justicia. Si salen a cubrir un evento lo harán bajo su riesgo, como en Siria o Afganistán. Las  empresas han preferido no cubrir la nota por  temor o han blindado sus instalaciones para protegerse de los ataques.
Pero hay otra parte de la sociedad que tiene que vivir con la angustia de la inseguridad: los trabajadores de la educación. Sin proyectos reales de contingencia, con centros de trabajo abiertos y vulnerables, sin saber  a ciencia cierta como manejar una situación de violencia: ¿cantar en las aulas?, ¿aglutinar a los alumnos en los patios? ¿Prohibir que los padres recojan a sus hijos?  ¿O dejar que los alumnos sean asesinados por los fuegos entrecruzados?

Pero más allá del terror en que vivimos y trabajamos es vergonzoso que, salvo en el estado de Guerrero donde los maestros exigieron vigilancia constante en las escuelas; todos los días vivimos dando gracias a Dios por regresar con bien a los hogares. A la SEP solo le interesa que se cubran 200 DIAS de clases, no importa como ni con quien. Se ha dejado al “criterio” acudir al Centro de Trabajo .

Los gobiernos y los Sindicatos tienen una deuda con estas profesiones  donde los trabajadores se han vuelto prescindibles. Ya hay una propuesta económica para los miembros del ejército y la marina, pero, ¿Quién responderá por la muerte o daño permanente de un trabajador de la salud o de la educación en caso de ser victima de la delincuencia en la realización de su trabajo? ¿Quién explicará a nuestros hijos que también podemos ser victimas de la guerra por no abandonar nuestra labor?

En el Frente de Guerra están las fuerzas armadas, pero como guerra también se tiene que velar por quienes hacen posible que la paz siga siendo un espejismo en México.

  No basta una tumba  con ofrendas firmadas por los gobernantes que el dolor arroja a la basura. Las muertes de los mexicanos en esta guerra es el grito que se debe seguir escuchando exigir JUSTICIA y el restablecimiento del Estado de Derecho.
Profra. Josefina Sánchez Ponce.

jueves, 18 de octubre de 2012


La aclaración que logra el cambio.

En el año 1931, Otto Heinrich Warburg (1883-1970) recibió el Premio Nobel  por su tesis “la causa primaria y la prevención del cáncer”. En ella asegura que  el cáncer es la consecuencia de una mala alimentación y de un incorrecto estilo de vida. ¿Por qué? Porque una alimentación basada en alimentos acidificantes y sin el hábito de ejercicio, crea en nuestro organismo un ambiente de acidez, que expulsa  el oxigeno de las células.  En su obra “El metabolismo de los tumores” Warburg demostró que todas las formas de cáncer se caracterizan por dos cosas: la acidosis y la falta de oxígeno.

También descubrió que las células cancerosas no respiran oxígeno y mueren en ambientes altamente oxigenados, por eso afirma que las células sanas viven en un entorno alcalino y con oxigeno permitiendo el normal funcionamiento del organismo. Después de la digestión y de acuerdo a los alimentos ingeridos, es la calidad de las proteínas, los hidratos de carbono, las grasas, los minerales y las vitaminas, los que generarán una condición de acidez o alcalinidad. El resultado acido-alcalino se mide a través de una escala numérica llamada PH, cuyos valores se encuentran en un rango de 0 a 14, siendo el PH 7 un PH neutro.

Los alimentos acidificantes son: azúcar refinada y todos sus productos altamente ácidos, carnes (todas) leche de vaca y todos sus derivados, sal refinada, harina refinada y todos sus derivados (pastas, galletitas, etc.) productos de panadería,  margarinas, gaseosas, cafeína, alcohol, tabaco, medicinas, cualquier alimento cocinado, inclusive las verduras cocinadas, todo lo que contenga conservantes, colorantes, aromatizantes, estabilizantes y alimentos envasados. La sangre se auto regula constantemente pero para lograrlo debe obtener los minerales que neutralizan la acidez, los alimentos ya citados, desmineralizan el organismo sobre todo los refinados.

Los alimentos alcalinizantes son: todas las verduras crudas, algunas son ácidas pero dentro del organismo cambian a alcalinas, crudas aportan mayor oxigeno que cocidas. Frutas- igual que las verduras, las frutas aportan saludables cantidades de oxigeno. Semillas, Cereales integrales, todos cocidos. -La miel es altamente alcalina, -La clorofila de las plantas, la sábila. El agua es importantísima para el aporte de oxigeno “La deshidratación crónica es el estresante principal del cuerpo y la raíz de la mayor parte de las enfermedades degenerativas”

El ejercicio oxigena todo el organismo, el sedentarismo lo desgasta. Hay alimentos ácidos como el yogurt, el limón, la toronja y otros, que dentro del organismo cambian a alcalinizantes. Es imposible que un cáncer se presente en una persona que controle su nivel de acidez comiendo alimentos alcalinos, aumentando su consumo de agua pura, evitando elementos tóxicos como tabaquismo y alcoholismo y haciendo ejercicio. El cáncer no se contagia ni se hereda…lo que se hereda son las malas costumbres alimenticias y  estilos de vida en los que proliferan los vicios y el libertinaje. Lo importante es encontrar el equilibrio en la alimentación y la forma de vivir.  

 “Que el alimento sea tu medicina, que tu medicina sea el alimento”. Hipócrates.

Antonieta B. de De Hoyos                                            Octubre 17/12

Un bello mensaje en tiempos violentos.

Cuando leí el artículo del Sacerdote Jesuita Ismael Bárcenas, de inmediato me llevó a la reflexión y a la paz que tanto necesitaba, por eso decidí hacer de él una pequeña adaptación.

Es verdad que en el mundo existen muchas religiones, y que cada una tiene sus ritos, historias y tradiciones heredadas, pero Dios es simplemente Dios, a pesar de recibir diferentes nombres. Algunas veces la gente deposita su confianza en santos, medallas, estampitas o novenas milagrosas, llegando incluso a usarlos como amuletos. Pero, acaso por poseerlos, ¿somos mejores personas?

Lo primero que debemos hacer es revisar la imagen que tenemos de Dios. ¿Pensamos acaso que es alguien que castiga, manda males, exige sacrificios y tiene todos los hilos del mundo en sus manos? Ese es un dios primitivo de algún viejo testamento: dice el sacerdote Jesuita. La realidad es que la vida es frágil, pende de un hilo y a cada instante estamos expuestos al sufrimiento, a la muerte, no somos eternos, algún día de algo tendremos que morir.

El mal es una amenaza de muerte, de dolor, de destrucción y sufrimiento, pero si el mal existe es como resultado de la libertad que goza el ser humano, está, por el poder de libre albedrio que recibimos de Dios, al grado de que si queremos, podemos hacer del mal un estilo de vida. Dios creó al mundo si, pero lo hizo autónomo para que funcione con sus propias leyes, lo mismo hizo con la naturaleza.

¿Dónde está Dios cuando sucede una desgracia? Dios está en los ahorcados, en los acribillados y en todas las violaciones, injusticias e inhumanidades de este mundo, Dios está sufriendo con nosotros, soportando con nosotros, acompañándonos en la lucha contra el mal.

Pero ¿Cómo entender la presencia de Dios en el mundo actual? En primer lugar no es alguien que intervenga ni manipule, el Dios de la verdad es un Padre Bueno que crea seres libres, esto a veces, es lo más difícil de comprender; aceptar nuestra  propia responsabilidad.

Dios se juega la vida con nosotros, es un Dios que se pone en nuestras manos, es el Todopoderoso que se despoja de su poder a  favor del libre albedrío del mundo y de las personas.  Dios retrocede para que la persona ejerza su libertad.

Tenemos que cambiar de imagen de Dios y de idea de espiritualidad. Dejar de pensar en el Dios que hace todo en el mundo, y pensar en un Dios que crea nuestro interior, que le da sentido y orientación a nuestra vida. Que no toma el mando de las cosas ni sustituye nuestra libertad. Dios no nos soluciona nada, pero nos acompaña siempre.

Esta es la base de la verdadera espiritualidad. Dios se acerca a nosotros, lucha a nuestro lado contra el mal y contra el sufrimiento, contra lo que nos destruye, contra la inseguridad. El siempre mantiene su condición de Amor Creador, que construye, que sostiene, que alienta, que impulsa y que acompaña: pero nunca nos infantiliza, siempre nos invita a asumir la libertad y la responsabilidad. Al terminar de leerlo, se disiparon mis dudas.

Antonieta B. de De Hoyos                        octubre 10/12

 

lunes, 8 de octubre de 2012

El Cuervo se ha instalado en mi portal


NUNCA MÁS

“Yo ya no me acuerdo, ni quiero acordarme, 
De tantas tristezas y tanto dolor 
Tata Nacho

Las calles se cubren de soledad, el viento frio del otoño arrastra hojas y risas nerviosas.
El cielo  gris oculta las huidas y las puertas se cierran más temprano que nunca.
No hay permisos para que los adolescentes salgan, No hay permisos para piyamadas o noches de antros, No hay permisos para que los niños jueguen en las calles.
El miedo a la violencia absurda esta reclamando  su espacio.

Este mes de septiembre muerto como nuestra paz llevó al Municipio de Piedras Negras a ser noticia nacional. Muertos en balaceras a plena luz del día, muertos anónimos que se presumen delincuentes.
Las calles vacías, los Centros Comerciales solos, las escuelas sin niños no son noticia nacional.

Nos estamos adaptando al estado de guerra “Mami, ya parece que estamos viviendo en Siria”

Y los cadáveres suman cuando son anónimos a gente normal, pero cuando la muerte llama a la casa de los gobernantes la maquinaria funciona como recién aceitada, ya aparecen los autores materiales, se detienen, se encarcelan y se les amordaza. La Justicia es rápida y expedita.

Pero para  los muertos y desaparecidos en Coahuila, no hay autoridades que cumplan con su tarea. Tan solo en Piedras Negras están pendientes de resolver al asesinato de 14 mujeres anónimas, la mayoría de ellas enterradas como desconocidas; para ellas la justicia no ha sido ni pronta, ni siquiera justa para las madres que las siguen llorando.
En Coahuila siguen desaparecidos más de dos mil coahuilenses y en este municipio hasta los niños han sido sacados de sus hogares y tampoco ha existido ni un solo elemento destinado a encontrarlos.

“En México hay muertos de primera y de segunda”

En Coahuila la corrupción llenó de vergüenza al estado cuna de la Revolución.

En Piedras Negras el Miedo vive en las calles y los hogares son el débil refugio de una guerra en la que nadie lucha por la paz ni la justicia, ni siquiera por el empleo o por la democracia.

Esta guerra es solo para demostrar quien es mas fuerte, quien mata mas personas, quien es mas cruel, cuantos cuerpos se suman cuanto dolor y vergüenza estamos dispuestos a tolerar.

Solo Dios y las oraciones nos brindan consuelo porque ni siquiera las autoridades tienen ya la capacidad moral de liderar una lucha por la tranquilidad ciudadana.

Nunca mas volverá a se Piedras Negras la “frontera blanca” a menos que sus hijos agraviados reciban justicia sin importar el apellido. Nunca más volverán los niños a correr por las calles si las autoridades no asumen su facultad de garantizar la paz.

Profra. Josefina Sánchez Ponce

sábado, 6 de octubre de 2012


 A quién se defiende o se culpa.

En Managua, Nicaragua, varios organismos de la sociedad civil que están a favor de la despenalización del aborto terapéutico, prohibido en el código penal de ese país desde el año 2006; denunciaron la violación de 1453 niñas entre 10 y 14 años de edad, que fueron violadas y obligadas a parir durante el transcurso del 2011.

Las mujeres adultas, se manifestaron con pancartas, en ellas exigían su derecho a decidir, afirmando ¡mi cuerpo es mío! ¡Yo decido!  Estas son palabras perfectas en la boca de una mujer adulta, pero no en la de una niña, que apenas abre sus ojos a la vida y lo que más le gustaría tener entre sus brazos es una muñeca y no un recién nacido. 

Esta denuncia fue hecha por nueve agrupaciones no gubernamentales, la mayoría mujeres que exigen  la restitución en la legislación nacional del aborto terapéutico. Me llamó la atención el término, “aborto terapéutico”, que en otras palabras significa malograr, interrumpir de manera higiénica, curativa y beneficioso el desarrollo de un ser vivo.  

Se supone que esta manifestación pública, es para defender la vida y la salud de las mujeres, incluida niñas; para ello exigen "Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto seguro para no morir”. Estas peticiones me llevaron a pensar si una criatura de 10 a 14 años, necesita de ellas.  Lo que las niñas pudieran exigir sería protección, respeto y cuidados. Nicaragua como muchos países en vías de desarrollo, tienen un plan  económico y educativo deficiente, una pobreza moral que conduce a los abusos. El  analfabetismo ético y cristiano, dentro de las familias y la sociedad es la causa número uno de que alrededor del mundo pululen los malandrines.

El gobierno falla en el castigo ejemplar que debería implantarse, no es posible que 1435 abusadores, (nada más en este caso) deambulen por ahí sin ser apresados y que de estar en la cárcel, permanezcan en ella como si nada hubiera pasado, mientras su víctima se debate entre la vida y la muerte, física y espiritual. La justicia se ha debilitado, y es esa  pérdida de fuerza la que da paso a la violencia, a la impunidad. .

No es justo y hasta cierto punto puede ser cruel, aumentar el sufrimiento de la niña sometiéndola a más auscultaciones, cirugías dolorosas, medicamentos intoxicantes. Ella no es un objeto, a pesar de su corta edad e indefensión, es un ser humano. Lo que debe hacerse con urgencia y de manera exhaustiva es encontrar al culpable, y sin más, imposibilitarle para que nunca vuelva a abusar de una mujer.

No nos toquemos el corazón, pensando en lo que va a ser de la vida de este malvado después de recibir su castigo. Pensemos mejor en la niña, que de por vida arrastrará su dolor y su vergüenza, así se le apliquen tratamientos psicológicos y religiosos para elevar su autoestima. En su mente infantil quedará grabada la terrible escena. Para ser justos debemos colocarnos en su lugar.

El gobierno del sandinista Daniel Ortega, se ha declarado a favor de la penalización del aborto terapéutico. Con esta decisión  ¿A quién se está defendiendo y a quien se está culpando?          Antonieta B de De Hoyos                             octubre 3/12