miércoles, 30 de septiembre de 2015


¡Dios estuvo ahí!

El sufrir un leve quebranto de salud me obligó a permanecer en cama y aunque era temprano, tan solo por romper el tedio encendí la televisión esa mañana. Lo que sucedió después confirmó lo que llamamos diosidencias, en ese momento se trasmitía  la llegada del Papa al Congreso de los Estados Unidos de Norteamérica.

En el estrado, colocados un poco más atrás del atril desde donde Francisco dirigiría el discurso, le esperaban dos personalidades de alto rango en el gobierno. Uno de ellos llamó poderosamente mi atención, era un hombre maduro con especial galanura que dejaba entrever que sus años mozos le fueron favorables, pero no fue su varonil presencia lo que me atrajo, sino el especial brillo de sus ojos en los que se apreciaba una mirada esperanzadora, algo no acostumbrado en esos recintos donde el cálculo y la frivolidad prevalecen.

El encargado de la puerta anunció la presencia de Su Santidad, el recibimiento fue apoteótico, después de los saludos protocolarios dio inicio a su disertación. Pausado, con un inglés poco fluido que no mermó para nada, el énfasis que daba a cada una de sus frases. Con delicadeza, con una diplomacia de alta escuela fue tocando todos los puntos débiles que se viven en ese país. Como un adulto mayor pleno de sabiduría divina, nos fue guiando de la oscuridad a la luz, no solo a los congresistas y magistrados ahí presentes, sino también a todos los que a miles de kilómetros de distancia estábamos pendientes de su alocución. 

Por instantes imaginé a los jefes de estado en otros países atentos a sus palabras, algunos quizás  con el insano deseo de que se equivocara  y encendiera la chispa de odio entre los  ciudadanos. Pero no fue así, sucedió lo que Dios quería que sucediera.  Él habló a través de Francisco, el mundo entero recibió el mensaje, letrados e iletrados lo comprendimos, lo percibimos. Jamás mencionó a Dios ni a Jesucristo como seres justicieros, todo lo contrario nos exhortó a la caridad, a cambiar conductas, a trabajar unidos por el bien del planeta y de los seres humanos que lo poblamos. Precisó que somos nosotros mismos los que nos equivocamos y  sufrimos las consecuencias.

La presencia del Papa, en un país del primer mundo en América del Norte, ha marcado un parte aguas en la historia de la Humanidad, bastaron unos minutos para que las almas se convirtieran, ojalá no lo olvidemos al volver a la rutina y al materialismo que nos agobia.

Algunos escépticos se preguntan ¿a que vino? ¿a decir más de lo mismo?  Sí,  pero esta vez Francisco habló como Jesús hace más  de dos mil años…!con ternura y firmeza! Por  esa razón millones alrededor del mundo, católicos y no católicos, estamos en oración para que su voz no se acalle

Por Antonieta B. de De Hoyos                     oct. / 3/15.

miércoles, 23 de septiembre de 2015


Sin caridad no hay paz.

El mundo, ahora más que nunca necesita de la paz, nuestro planeta es víctima de la destrucción que en nombre del progreso los seres humanos le estamos ocasionando. Por si fuera poco, a esta contaminación industrial debemos agregarle la catástrofe irreparable que sufre la naturaleza, en los diferentes países donde las guerras y el uso de armas explosivas son constantes. Es cierto que la violencia siempre ha existido, lo malo es la forma en que la hemos ido tolerando, hasta considerarla una conducta habitual.

Ya no nos impresionan las escenas sangrientas en películas y series de televisión, donde las balas, el sexo deliberado y la cruda violencia envenenan la mente del espectador, porque ahora ya no son relatos ficticios, son parte de la cotidianidad en las casas y las calles, noticias que llenan de sangre las paginas principales de revistas y periódicos.

Los historiadores, afirman que el hombre no fue hecho para la guerra sino para la paz, y que ha quedado demostrado que el hombre que vive en la violencia se autodestruye. Lo difícil y complicado es que la paz no se da de inmediato ni por mandato, no se obtiene sin esfuerzo, ni se compra o pide prestada: la paz tiene que nacer del corazón de cada persona, y si no hay paz en el corazón, ¿cómo puede haber paz en una familia, un  pueblo, una nación o en el mundo?

Todos sabemos que es en el hogar donde se aprende a vivir y a construir la paz, esa es la principal obligación de los padres, hacerse responsables de enseñar a sus hijos la manera correcta de comportarse, de tratar a los demás y de resolver los problemas

Lo increíble es, que sea dentro de la familia donde todos se tienen cariño, el lugar donde con más facilidad se puede perder la paz  Lo que significa que la paz es frágil y que tenemos que trabajar en ella cada día para conquistarla.

La paz, no es solo la ausencia de guerra ni de respeto a los demás, la paz se vive cuando se tiene un verdadero sentido de justicia, cuando además de los derechos propios se reconocen los de los demás. 

Por eso, es muy importante que en cada uno de nuestros actos demostremos respeto por la dignidad de las personas, sin importar sexo ni edad,  jamás abusar del débil ni de la autoridad que se posea. Al enseñar a los hijos a distinguir entre el bien y el mal, al formar en ellos una conciencia recta, estaremos colaborando desde nuestra humilde trinchera del hogar, con la paz mundial. Los padres somos la conciencia  externa de los niños por eso son trascendentes nuestros ejemplos, actos y juicios.

La caridad, es un valor esencial para que haya paz, es un valor que determina la calidad de la persona y su capacidad para relacionarse en armonía con los que le rodean. Buscar el bien personal y el de los demás es justamente lo que trae como consecuencia la paz, pero solo el que posee un alma caritativa desarrolla el resto de las virtudes.

 "La caridad glorifica a la humanidad, el egoísmo la rebaja.". Desgraciadamente hace varias décadas, muchos padres dejaron de sembrar esta virtud en el corazón de sus hijos, los que ahora convertidos en mandatarios insensibles, provocan las terribles guerras que matan sin piedad. Ansiamos sociedades justas y pacíficas ¡sí! pero no olvidemos que sin  caridad jamás, en ningún lugar del mundo, gozaremos de la paz.

Antonieta B. de De Hoyos                                            sept.26/15

martes, 22 de septiembre de 2015


Poema de Alzheimer.

“No me pidas que me recuerde, no trates de hacerme comprender, déjame descansar, hazme saber que estás conmigo, abraza mi cuello y toma mi mano, estoy  triste, enfermo y perdido. Todo lo que sé es que te necesito. No pierdas paciencia conmigo, no jures, no grites, no llores, no puedo hacer nada con lo que me ocurre, aun si trato de ser diferente no lo logro. Recuerda que te necesito que lo mejor de mi ya partió. No me abandones, quédate a mi lado, ámame hasta el fin de mi vida.”

 Navegando por internet lei este bellisimo poema que encierra en cada una de sus frases un enorme agradecimiento a las personas que amadas y se acepta con profunda tristeza la total impotencia ante lo que sucede a su organismo, de manera especial a su memoria que con delicadeza se va adentrando en la oscuridad.   

Mi padre murio’ apenas pasados los setenta pero mi abuela disfruto’ hasta los noventa y seis con buena salud salvo algunas lagunas mentales y visiones moment’aneas. Mi nana nunca perdio’ su lucidez y mi madre en sus ochentas apenas comenzaba a olvidarse de los nombres y a confudir a las personas mas cercanas.

Ahora yo estoy envejeciendo es la ley de la vida, los que antes eran los adultos mayores se han ido y nosotros hemos tomado su lugar, por eso cuando me entero de que algu’n viejecito o viejecita ha ido perdiendo su memoria, pienso que Dios es misericordioso al permitirle olvidarse del mundo real para adentrarse en sus propios sueños, lo cual  no debe ser tan malo, lo penoso se presenta en lo complicado que se torna la convivencia para darle los cuidados que necesita.

Hace varias  decadas el que una abuela no se acordara de donde dejaba las cosas no significaba nada especial, por lo regular eran bastante mayores cuando eso ocurria, lo preocupante es que hoy estos sintomas se presentan en aquellos que apenas pisan los cincuenta o sesenta, cuando aun su cuerpo es vigoroso.

¿A que se debe este deterioro prematuro? Los medicos especialistas siguen investigando pero como posible prevension nos recomiendan cuidar lo que comemos,  controlar el estrés, aprender a superar la adversidad, hacer ejercicio fisico, pero sobre todo a luchar por conservar nuestra relacion con Dios. 

Antonieta B. de De Hoyos                  Sept. 5/15

 

sábado, 19 de septiembre de 2015


“Cuarto de guerra”.

Cuando vi la promoción de esta película cristiana, un ligero estremecimiento recorrió mi cuerpo, su mensaje sencillo y a la vez profundo no es nuevo, está detenido en el tiempo desde hace mas de dos mil años y ha logrado que muchísimas parejas sean felices y permanezcan  unidas. Cuarto de guerra (War room), es un drama que muestra el poder que tiene la oración sobre los matrimonios, la crianza de los hijos, las profesiones, las amistades y demás situaciones. Se exhibe desde el 28 de agosto de este año.

La historia, se basa en la problemática diaria de una pareja, entre la maternidad y el trabajo, ella es agente de bienes raíces, y desea que su marido ayude más en la casa, solo que él no puede porque su empleo le exige cada vez mas. Poseen una bonita casa, y una hija preciosa, pero siempre discuten. Aquel, día mientras buscaba clientes, va a visitar a una anciana viuda, que empieza a preguntarle de forma divertida pero poco discreta, acerca de su matrimonio y de su fe. Sin darse cuenta, ella empieza a contarle que está a punto de divorciarse, es entonces que la anciana le muestra su cuarto de oración con sus paredes llenas de peticiones y respuestas escritas en los momentos difíciles.

La idea le pareció maravillosa, pero siente que no está preparada para crear su propio cuarto de oración. Cuando la anciana le pregunta sobre ¿cómo es su relación con Dios, con su fe y con su matrimonio? ella dice que más o menos. La mujer entonces categórica le responde: cuando las relaciones no son firmes con Dios, el demonio entra con facilidad y las destruye, la presión en el hogar aumenta, cunde la violencia, la tristeza amarga el carácter y a pesar de  tener todo, son infelices. De regreso, ya en su casa, se da cuenta del infierno en el que vive  y se convence de que vale la pena luchar por su familia, que ésta es una batalla que no puede ganar sola, necesita dar ese paso definitivo de fe, poner las necesidades familiares y el futuro en manos de Dios, porque puede ser que esta sea la única oportunidad que tenga de recuperar la vida, para la cual fue creada.

En la actualidad el honor en algunas familias se ha perdido, la crueldad entre los miembros no conoce límites, las parejas se divorcian y vuelven a casar, mezclando hijos míos, tuyos y nuestros; la casa se convierte en un polvorín donde estallan conductas pecaminosas como los abusos físicos, verbales y sexuales cometidos contra niños, mujeres y ancianos, infidelidades, drogas, alcohol y prostitución.

Todos sabemos que cuando un hombre y una mujer se unen, son seres completamente diferentes en educación, costumbres y fe; han sido creados a imagen de sus padres, de su genética y del historial que heredan de sus antepasados. Congeniar parece imposible, ninguno de los dos piensa o siente como el otro, por ello es indispensable organizar un cuarto de guerra, en el que, en oración solicitemos su protección, iluminación, fortaleza de espíritu, sabiduría, generosidad. Pidamos también su divina misericordia si por causa de la debilidad humana, en algún momento de nuestra vida nos alejamos de Él.       

Por Antonieta B. de De Hoyos                            sept. 19/15.



















 

El cinismo femenino desalienta.

Primero veamos la definición de cinismo, este concepto proviene del latín cynismus aunque tiene origen griego y hace referencia a la impudencia, a la obscenidad descarada y la falta de vergüenza a la hora de mentir o defender acciones que son condenables. Por ejemplo: el cinismo de un presidente cuando afirma que lucha por los pobres y permite cien mil despidos, o cuando alguien ante una cámara oculta que lo muestra aceptando un soborno, asegura que lo hacía por el bien de todos.

En esta ocasión me  referiré  al cinismo que en esta última década se ha presentado con mayor frecuencia en algunas mujeres, es una conducta bastante especial y no la limita la edad, la podemos encontrar donde quiera: bien vestida, con buenos modales y viviendo en hermosa casa, escribiendo, trabajando, estudiando como cualquier otra.

Esta novedosa especie del tercer milenio se destaca por su incansable crítica a cualquier pensamiento que se le ponga enfrente y si lastima a sus oyentes no le importa, desprecia los bienes personales ajenos, aparenta poco interés por la riqueza, pero en lo secreto la desearía para sí misma, con enorme frialdad autoriza a todos a hacer lo que les venga en gana en nombre del placer, adornándose con palabras que suenen a sabiduría.  

La cínica, vive para su deleite personal y sabe que su alegría está allí  aún a costa del sufrimiento de los que más la quieren, no repara en daños colaterales ni en pérdidas cuando busca anular la posición de otro con experiencia. De alguna forma incita a los demás a que sigan haciendo lo que les venga en gana, como una manera de justificar su conducta a través de una complicidad revestida de falsa intelectualidad.

Lo sorprendente es que si esta severa crítica se le aplicara a ella, de inmediato se pondría a la defensiva manifestando que no se le respeta y se violentan sus derechos. Como precaución nunca invites a una cínica a tu fiesta porque lo más probable es que te la arruine en cualquier momento o que cuando vea que ya no sabes cómo defender tus convicciones lance todo su cinismo allí donde menos lo esperes.


La globalización de las ideas y costumbres de los países del primer mundo se han filtrado al nuestro, la información que nos llega es descomunal y borra por completo la línea que divide al bien del mal, por eso en la actualidad se intenta imponer como admisible el iniciar relaciones sexuales fugaces prematuras y fuera del matrimonio, al amante de antaño considerarlo ahora como un simple novio, pareja, prometido, amigo con derechos. Lo que antes avergonzaba, hoy con increíble pasividad debemos aceptar  que se pregone con descaro en las reuniones sociales.

Mal interpretar la liberación femenina demuestra escasa inteligencia, comenzar una relación sexual por presumir que se tiene pareja y que sé es feliz, poca calidad moral. Como sociedad no debemos permitir que esto cunda y desoriente a nuestras hijas, difundamos  la vida buena, la que Dios manda, apoyadas en los valores cristianos que nunca cambian.                       

  Antonieta B. de De Hoyos                         sept. 12/15

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Invitación a orar y a colaborar. 

Por Antonieta B. de De Hoyos                              agosto 29/15

El Papa Francisco ha instituido un nuevo formato de oración para la Iglesia, llamada  "Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación", la cual dará inicio el 1 de septiembre de cada año. El Santo Padre expresa la esperanza de que todos los cristianos trabajemos juntos hacia metas comunes; que como custodios de la creación y por propia convicción, consideremos esta jornada como una valiosa oportunidad de renovar nuestra tarea personal y a la vez, agradecer la obra perfecta que Él nos ha confiado. 

A esta forma de concientizar se une el Movimiento Católico Mundial por el Clima, agrupación que invita a todos los feligreses, a llevar a cabo  el “Tiempo de la Creación” a partir  del día 1 de septiembre hasta el 4 de octubre, cuando se celebra la Fiesta de San Francisco de Asís. Esta iniciativa sigue el ejemplo de otras organizaciones cristianas y de Obispos Católicos de Filipinas.

La intención es lograr la conversión ecológica de todos los cristianos en un periodo de cinco semanas; recapacitar sobre el daño que hacemos a la naturaleza y conocer las  acciones que podemos tomar para proteger la vida en la tierra. Se ofrecerán  reflexiones semanales para alentar a los individuos y a las comunidades a hacer oración, a pensar y actuar, en respuesta al gran amor que a diario recibimos de Dios a través de su creación; sin borrar de la memoria el gran compromiso que tenemos de protegerla.

En lo individual podemos  por ejemplo : ahorrar energía eléctrica, gas y agua, elementos hasta el momento no renovables, evitar la acumulación de basura en casas y banquetas separándola en orgánica e inorgánica, comprar solo lo indispensable en empaques biodegradables, usar bolsas ecológicas cuando se va al supermercado, dejar de almacenar cosas pensando en que algún día se puedan necesitar. Acostumbrarnos a compartir lo que tenemos de más, con los necesitados. Sembrar árboles en patios y jardines para purificar el aire, usar el automóvil solo lo indispensable, etc. Todas estas medidas y muchas más que pudieran parecer vanas, si millones de personas alrededor del mundo las lleváramos  a cabo cada día, la recuperación del planeta incluido nuestro entorno, se harían realidad. 

En lo colectivo podemos en la comunidad iniciar campañas, o unirnos a ellas para que las calles y colonias luzcan pulcras, formar grupos el fin de semana para limpiar y sembrar árboles en la placita o deshierbar el terreno baldío de al lado; lo que serviría como prevención de enfermedades por contaminación y salvaría de alimañas el hogar. Los padres debemos estimular a nuestros hijos para que organicen y colaboren en campañas ecologistas dentro y fuera de su escuela, en la casa, en el barrio y en el club. 

El Papa Francisco sabe que la salud y la vida de la humanidad están en peligro y  que, tenemos que orar y fortalecer nuestro espíritu para no desfallecer en esta apremiante misión, pero lo más importante es que nos sintamos muy orgullosos de nuestra conversión y la proclamemos.