miércoles, 30 de agosto de 2017

'Despacito', canción vetada.
Antonieta B. de De Hoyos                 sept/2/2017
Aunque haya sido nombrada la canción del verano, y sea un tema reproducido con éxito en  todo el mundo y,  su vídeo sea el más visto en la historia de Youtube, “Despacito” no gusta a un buen número de personas en las sociedades conservadoras, en esta ocasión me refiero al País Vasco. Aunque podría asegurar que en nuestro mundo latino, somos muchos a los que tampoco nos gusta, pero callamos para no parecer anticuados.
Emakunde, se llama en  aquel país el Instituto de la Mujer, donde acaban de elaborar una lista musical con la que pretenden promover el respeto hacia la figura femenina, además de invitar a la población a no tocarla en sus fiestas.
No se trata de discriminar canciones, ni de escuchar unas y otras no,  pero sí de que la gente conozca y prefiera un género musical, que no violente la conducta de los varones hacia las mujeres, y sobre todo, evitar que sean las propias mujeres las que se estimulen con esas agresiones y las popularicen.  
Es urgente sensibilizar a la población para que escuche y piense muy bien, lo que oye, canta y baila durante esas interpretaciones; en las que por desgracia a la mujer se le sigue viendo como un objeto sexual, que se usa mientras baila y después se le desecha. 
Esta es una estrofa y dice: “Déjame sobrepasar tus zonas de peligro, déjame provocar tus gritos y que olvides tu apellido”
Ojalá y todo se limitara a lo cantado, lo peor viene cuando se pasan videos y las mujeres se prestan a movimientos sensuales que denigran su condición, pero que divierte en grande a los hombres. 
Si queremos disminuir la violencia entre géneros, debemos luchar por prohibir estos temas con mensajes machistas y ultra sexistas, en los que el varón incita a la sensualidad de una manera explícita. 
Es necesario detener esta racha de canciones, que inducen a realizar acciones incorrectas. Debemos parar su difusión como prevención de abusos sexuales, que desafortunadamente se han incrementado.
En Colombia no aceptan el reggaetón, tienen un logotipo que dice: “Que la música no degrade tu condición”, las madres de familia se han unido a esta campaña. Leí la letra de Despacito y es terriblemente ofensiva, nosotras mismas deberíamos vetarla, jamás entonarla aunque la melodía sea pegajosa.
 Los comunicadores carentes de ética y cultura la incluyen en sus programaciones.  
No confundamos decencia con mojigatería, hoy nadie ignora nada. 
Pero si queremos una vida tranquila, que las mujeres sean respetadas, que salgan a la calle sin miedo y, que nuestras niñas vayan a fiestas sin el  temor a ser violentadas, debemos intervenir.    

Somos lo que pensamos, nuestra conducta se rige por nuestros pensamientos, si permitimos que toda esta basura musical entre a la mente, el resultado no será placentero. 
Eduquemos, para que todos aprendamos a distinguir y gozar la buena música.

miércoles, 23 de agosto de 2017

¿Quién es un abuelo (a)?
 “Una abuela es una maravillosa madre con un montón de práctica. Un abuelo es viejo por fuera y joven por dentro”   Joy Hargrove
  "Estoy convencido que uno de los tesoros que guardan los años, es la dicha de ser abuelo" Abel Pérez Rojas. Educador mexicano
  “Nadie puede hacer por los niños lo que hacen los abuelos: Salpican una especie de polvo de estrellas sobre sus vidas”   Alex Haley. Escritor estadounidense.
“Una hora con tus nietos puede hacerte sentir joven otra vez. Más tiempo que ese te hará sentir que envejeciste rápidamente”       Gene Perret. Escritor de comedia.
 “Desearía tener la energía de mis nietos, aunque nada más sea para defensa personal”     Gene Perret. Escritor de comedia.
“Si hubiera sabido cuán maravilloso es tener nietos, los hubiera tenido primero”                    LoisWise. Médico estadounidense.
 “Mis nietos creen que soy la cosa más vieja del mundo. Y después de dos o tres horas con ellos, yo también lo creo”        Gene Perret. Escritor de comedia
 “Convertirse en abuela es maravilloso. En un momento eres madre, luego sabia y de pronto prehistórica”           Pam Brown. Escritora de poesía y prosa.
 “Los nietos son la recompensa de Dios por llegar a viejo”   Mary H. Waldrip

Festejar el día de los abuelos, surge oficialmente en México en 1983, aunque el origen de esta celebración se remonta durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, quien determinó que debía existir una fecha especial para honrar a los abuelos.
En los años 90' aparece una nueva versión que se le atribuye a Edgar Gaytán, se dice que se instituyó gracias a que su programa de radio fue por muchos años dedicado a los adultos mayores. 
Aquí es donde se centra la duda, ¿en agosto adultos mayores y en octubre a los abuelos? 
No importa, festejemos gustosos las dos  fechas, lo principal es reconocerlos, ya que la mayoría de ellos, adultos mayores o abuelos, siempre están dispuestos a escuchar, aconsejar y brindar su cariño.
Hoy en día con frecuencia,son los que se hacen cargo de los niños o nietos, cuando los padres trabajan, ardua tarea que los convierte en personas indispensables para que la familia moderna funcione en armonía.
¡PERO!tampoco hay que abusar, debe considerarse siempre su salud, su edad y su derecho a desarrollar el proyecto de vejez que planearon con anterioridad. 
Ellos ya vivieron horarios rígidos y tareas extenuantes con breves espacios de descanso, que lograron superar gracias a la maravillosa fuerza que les dio su juventud. 

Antonieta B. de De Hoyos                            agosto 26/17

martes, 15 de agosto de 2017

Astucia, un valor personal olvidado. 
Astucia es la capacidad de persuadir a otros y a la vida misma, para lograr lo que se desea, es mantenerse atentos a lo que el destino trae y saber distinguir si sirve o no. La astucia es necesaria para reconocer los caminos y las oportunidades más favorables. Muchas personas la utilizan para robar o engañar a otros, pero eso no es correcto. Sin embargo hay otros que gracias a la  astucia, logran que las personas a su alrededor alcancen el éxito por medio de la persuasión –esposo (a) hijos-. La astucia permite reconocer las buenas viñas, encontrar la mejor senda y utilizar las técnicas precisas para lograr los sueños.
Me empeñé en compartir esta definición, por todas las cosas no deseadas que como sociedad venimos sufriendo. Es alarmante la manera en que las parejas casadas o no, con pocos o muchos años de convivencia se separan, pero no de conformidad, sino con un caudal de odio en sus entrañas, que casi siempre trae nefastas consecuencias.
No creo que a las abuelas, o bisabuelas les haya gustado vivir en un infierno, más bien  activaron su astucia y le buscaron el lado amable a su vida, y por qué no? a lo mejor aunque en minoría, hicieron lo mismo los varones con tal de lograr un matrimonio estable hasta el final de su vida. Si las escucháramos hablar, sabríamos que el abuelo tenía un carácter insoportable, o que era un holgazán y mentiroso, las hubo que soportaron infidelidades, manías, antojos y caprichos, porque en el fondo de aquellos ojos llenos de inseguridades, encontraban la mirada limpia y el gran amor que ambos se profesaban.
Nadie es perfecto, imagino que cada familia tiene lo suyo, pero que con amor y astucia lo superan. Antes eran pocas las parejas que llegaban a los golpes o, a cometer un homicidio, hoy ese número se ha acrecentado. Lo admirable de aquellos tiempos es  que uno de los dos era más astuto que el otro, y no aceptaba la idea de que el vecindario se enterara de sus intimidades; imperaba la discreción, afirmaban que lo sucedido en casa, se quedaba en casa.  
Si leemos despacio el primer párrafo de definiciones, nos daremos cuenta de que en la actualidad se ha perdido ese valor personal, por lo que resulta notable la forma en que  algunas familias, aun logran permanecer unidas a pesar de sufrir terribles crisis emocionales y económicas , seguramente retomaron la armonía gracias a que pusieron en práctica su astucia.

Los honrados empresarios millonarios -porque si los hay- logran su fortuna gracias a su astucia, jamás por enfrentamientos con empleados y clientela, saben que con esa actitud lo único que siembran es odio y deseos de venganza, lo mismo sucede cuando se tramita un divorcio. Actuando con astucia nuestra victoria está asegurada, al igual que la llegada de mejores tiempos. Lo que aun no comprendo es por qué? mi abuela me dijo un día, que para conservar mi matrimonio y la familia unida, iba a necesitar. ¡COLMILLO!                              Antonieta B. de De Hoyos.                   Agosto/ 19/17

martes, 8 de agosto de 2017


Un nuevo “elitismo”.
Antonieta B. de De Hoyos                        agosto 12/17
Siempre me ha llamado la atención la palabra élite, porque desde adolescente la leo en las crónicas de sociales que aparecen en periódicos y revistas, donde presentan gente bien vestida en celebraciones fastuosas, por lo general se trata de gente adinerada. Pero lo que ahora me ocupa, son los estresantes cambios que la sociedad ha venido sufriendo en las últimas décadas del siglo pasado y lo que llevamos del milenio, esta nueva forma de ser  fue la que despertó mi curiosidad.   
Al buscar la definición de elitismo encontré dos conceptos. El clasismo que es el prejuicio y la discriminación, basada en formar parte o no, de cierta clase social que se considera  mejor, siendo los mismos miembros los que se autoclasifican en alta, media, y baja. El otro es el racismo en él, la diferencia está en la raza y no en la posición socioeconómica del individuo o grupo social. La problemática se presenta cuando se juntan y producen sentimientos discriminatorios “clasistas y racistas”.
Fue precisamente por la situación que vive nuestra sociedad, que llegué a la conclusión de que aún y cuando suene muy fuerte, debemos regresar obligados por las circunstancias a marcar cierta distancia entre los ciudadanos, pero no por la posición social ni por la raza, sino por su falta de educación y poco deseo de aprender; por su total ignorancia hacia las normas morales, éticas, reglas de urbanidad y principios religiosos, que no recibieron oportunamente en sus primeros años dentro del hogar.  
Esta vez no importa de dónde vienes y si eres rico o pobre, sino de compartir valores y virtudes para vivir en armonía. No creo que sea una grosería, pero los abuelos decían que la educación se mama, o lo que es lo mismo se infunde desde el momento de nacer hasta poco después de la  adolescencia, tiempo en el que se convive en familia imitando la forma en que se conducen padres, abuelos y demás parentela.  
Hoy sales a la  calle a pie o en automóvil y escuchas groserías, ves señas obscenas, piropos indecentes, y si entras a un comercio, la gente se llama a  gritos, se ríen a carcajadas en los restaurantes, no saben usar los cubiertos, en el cine es el  caos, hablan por celular, ponen los pies sobre la butaca de enfrente, comen y dejan alimentos  regados en el piso, los niños corretean en esos pasillos y hasta en los del templo.
Algo que me parece bestial, es hundir la cara del festejado en el pastel. De la moda en el vestir ni hablemos, otro detalle es el que las mujeres se descalzan para seguir bailando en un evento. La falta de respeto y la violencia hacia nuestros semejantes va en aumento, decir gracias, con permiso, usted disculpe, se ha olvidado, servir al prójimo  pasó a la historia, y lo peor es que esta conducta está  siendo adoptada por las mayorías.   

Los suicidios y los matrimonios destruidos son por falta de educación en la sensibilidad, urge que nos sintamos orgullosos de pertenecer a una élite educada, donde el refinamiento y la integridad estén por encima de las cosas.

miércoles, 2 de agosto de 2017

Reafirmemos nuestra espiritualidad.
Por Antonieta B. de De Hoyos                               agosto 5/17
     Hace algunos años, cuando realizaba un trabajo en grupo para un apostolado, una
persona me recriminó la falta de espiritualidad en mi diario vivir. Desde entonces, hasta
la   fecha   no   había   podido   definir   con   exactitud   las   características   de   una   persona
espiritual, ya que por más que me esforzaba, no podía competir con aquellas señoras
que  rezaban   mucho,   que   conocían infinidad  de   oraciones,   novenas,   cantos,  salmos,
proverbios y evangelios; para colmo desconocía la mayoría de las vidas ejemplares de
los santos, que marcan los calendarios.
   Fue hasta hace unos días, cuando escuché con detenimiento la descripción de lo que es
una persona espiritual, que encontré las diferencias y la respuesta es sencilla.
   Esta gente tan especial, confía en Dios en todo momento, aprecia su presencia en sus
semejantes, plantas y animales, su mirada se extasía en la creación, admira la natura-
leza, los paisajes, los amaneceres y atardeceres, los días de lluvia o soleados, el aire que
respira, el buen funcionamiento de su organismo, el nacimiento de un niño; en fin desde
que despierta hasta que se duerme, Dios es el centro de su vida.
     Ya  en este plano  espiritual,  admiten  que toda  persona  que  llega  a su vida  es  la
correcta,   nadie   está   en  el lugar   equivocado   aunque   no   siempre sean   simpáticas,   lo
esencial es reconocer la enseñanza que trae consigo.
   Como regla general, miran lo que pasa, como la única cosa que podía haber sucedido
y la superan, actitud que el resto de los mortales adoptamos la mayoría de las veces ya
muy entrados en  la edad adulta.
     Nada es cosa de suerte ellos saben por convicción, que no se mueve la hoja de un
árbol sin la voluntad divina, que todo llega en el momento preciso, que hay que sembrar
en tierra fértil para poder cosechar después la vida eterna, que todo principia cuando
debe ser, ni antes ni después. Las personas espirituales, lloran cuando algo se termina
pero, sin exagerar, prefieren recordar los bellos momentos y acompañarse de estos para
continuar el camino.
   Solo hasta que nos damos cuenta de que cada cambio que vivimos, -aunque a veces
nos traiga tristeza- es para nuestro bienestar, es entonces que  empezamos a comprender
que se trata de evolucionar, de crecer, de madurar hacia una vida plena.
   Los que han alcanzado ese nivel de espiritualidad dejan de largo la culpa y el arrepen-
timiento, pero sobre todo él hubiera, es imposible avanzar con esa carga.
   No se trata de consumirte rememorando los errores, lo verdaderamente importante es
descifrar la lección que estos nos dejan. Cambiar lo vivido imposible, pero perfeccionar
lo que se va a vivir ¡Sí! No lo pienses más y reafirma tu espiritualidad, ¡Hoy¡
Reafirmemos nuestra espiritualidad.
Por Antonieta B. de De Hoyos                               agosto 5/17
     Hace algunos años, cuando realizaba un trabajo en grupo para un apostolado, una  persona me recriminó la falta de espiritualidad en mi diario vivir. Desde entonces, hasta la   fecha   no   había   podido   definir   con   exactitud   las   características   de   una   persona espiritual, ya que por más que me esforzaba, no podía competir con aquellas señoras que  rezaban  mucho, que  conocían infinidad  de oraciones,  novenas,  cantos,  salmos, proverbios y evangelios; para colmo desconocía la mayoría de las vidas ejemplares de los santos, que marcan los calendarios.
   Fue hasta hace unos días, cuando escuché con detenimiento la descripción de lo que es una persona espiritual, que encontré las diferencias y la respuesta es sencilla.
   Esta gente tan especial, confía en Dios en todo momento, aprecia su presencia en sus semejantes, plantas y animales, su mirada se extasía en la creación, admira la naturaleza, los paisajes, los amaneceres y atardeceres, los días de lluvia o soleados, el aire que respira, el buen funcionamiento de su organismo, el nacimiento de un niño; en fin desde que despierta hasta que se duerme, Dios es el centro de su vida.
     Ya  en este plano  espiritual,  admiten  que toda  persona  que  llega  a su vida  es  la correcta, nadie   está   en  el lugar   equivocado   aunque   no   siempre sean   simpáticas,   lo esencial es reconocer la enseñanza que trae consigo.
   Como regla general, miran lo que pasa, como la única cosa que podía haber sucedido y la superan, actitud que el resto de los mortales adoptamos la mayoría de las veces ya muy entrados en  la edad adulta.
     Nada es cosa de suerte ellos saben por convicción, que no se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad divina, que todo llega en el momento preciso, que hay que sembrar en tierra fértil para poder cosechar después la vida eterna, que todo principia cuando debe ser, ni antes ni después.
Las personas espirituales, lloran cuando algo se termina pero, sin exagerar, prefieren recordar los bellos momentos y acompañarse de estos para continuar el camino.
   Solo hasta que nos damos cuenta de que cada cambio que vivimos, -aunque a veces nos traiga tristeza- es para nuestro bienestar, es entonces que  empezamos a comprender que se trata de evolucionar, de crecer, de madurar hacia una vida plena.
   Los que han alcanzado ese nivel de espiritualidad dejan de largo la culpa y el arrepentimiento, pero sobre todo él hubiera, es imposible avanzar con esa carga.

   No se trata de consumirte rememorando los errores, lo verdaderamente importante es descifrar la lección que estos nos dejan. Cambiar lo vivido imposible, pero perfeccionar lo que se va a vivir ¡Sí! No lo pienses más y reafirma tu espiritualidad, ¡Hoy¡
Cuando estés triste.
Cuando estés triste.                                                                                  
Por Antonieta B. de De Hoyos                     julio/29 /17
     Los momentos difíciles parecen eternos, pero ¡no lo son! Sucede como cuando aparecen las tempestades llenas de descargas eléctricas que erizan la piel; lo bueno es que   solo   duran   unos   momentos,   si   acaso   horas,   en   ocasiones   hasta   provocan inundaciones, pero siempre después de esos oscuros nublados llega la luz, la calma, la armonía. Algunas veces estas tormentas destruyen parte de nuestro patrimonio, agotan nuestro ser, nos entristecen gravemente, pero siempre con lo que nos queda y con la fuerza de la fe,  nos recuperamos,  volvemos a  ponernos en  pie como las palmeras después de un huracán, que se doblan hasta tocar el suelo, pero no se quiebran.
   Alguien muy sabio dijo: “Nada es para siempre, todo pasa, y con fe se soluciona”. Por eso es imprescindible que nos demos tiempo para mirar atrás, solo así podremos ver las cosas peores que hemos pasado y logrado superar hasta el día de hoy, cuando nos sentimos muy felices. A veces es necesario tocar fondo para valorar nuestra existencia, para darnos cuenta de todo lo que poseíamos y perdimos; ésa es la mejor forma de madurar.
   Cuando estamos tristes, cuando nuestra tristeza es profunda, es conveniente hacer un espacio de silencio, detener el paso, mirar al cielo y fijarnos en su grandeza, para después pensar en que sí Dios logró semejante creación, como no imaginar todo lo que puede hacer por nosotros en nuestros pequeños problemas.
   Seamos optimistas como los atletas, los que aunque no consigan llegar en primer lugar no se detienen, siguen luchando hasta llegar a la meta, lo importante es llegar. Por favor jamás desistas de tus ideales, porque  ellos son el motor de tu vida.
   El pensamiento lo puede todo, por eso si creemos que podemos vencer, venceremos. ¿Quedarte parado a la mitad del camino? quizás por unos instantes, pero solo para tomar mayor impulso y continuar. Si un día nos sentimos tristes, pues lloremos, eso alivia el alma, aclara las ideas, si lo deseas ora un poco con esas palabras tiernas que salen del corazón, pero no permitas que la tristeza te domine.
   Jesús decía: ¡Alégrate, ten buen ánimo que yo estoy contigo¡ Si Él está con nosotros ¿por qué temer? Busquemos amigos pero no en cantidades sino en cualidades, esos que fortalezcan nuestro crecimiento personal y espiritual, si no sirven para eso, sácalos de tu camino, acuérdate, que las malas compañías corrompen las buenas costumbres. Sueña mucho, ilusiónate con tus sueños, porque en esos sueños Dios, nos muestra su infinito poder y  los hace realidad, fabrica tus metas y si es necesario rema contra corriente.

     Desafortunadamente te encontrarás con personas que te repetirán mil veces, que aquello que tanto anhelas no es para ti, pero no desistas, siempre confía en que vendrán tiempos mejores, porque ¡Dios está contigo!