miércoles, 26 de septiembre de 2018


Las ventajas de hablar solo.
Después de leer este artículo me felicité, jamás imaginé que esa costumbre que tengo desde niña fuera saludable. Empecé a preocuparme al hacerlo con más frecuencia ahora que ya no están mis hijos, y mi voz encuentra eco en las habitaciones. 
De acuerdo con los investigadores, si eres una persona que habla sola tienes buena salud mental, a pesar de que en la antigüedad se le asociaba a la locura y a la anormalidad.
Sabemos que el lenguaje es para comunicarnos y creemos que si no lo dirigimos a alguien, podríamos estar padeciendo algún ligero trastorno mental.
Dicen los que saben que ahora las cosas han cambiado, que hablar solo no es síntoma de soledad o de no tener con quien conversar sino todo lo contrario, es una forma especial de organizar y aclarar ideas. Se cree que mientras más sociable es la persona, sus diálogos internos en voz alta son más frecuentes.
Cuando la gente se ve forzada al aislamiento, es probable que platique con las plantas y con los animales pero de acuerdo con la psicología del desarrollo, hablar solo, es un proceso natural.
Con el paso de los años el habla privada se reduce hasta interiorizarse y convertirse, en el habla interna o pensamiento verbal, preguntas y respuestas en silencio que a veces parecen susurros.  Ya no se hacen en voz alta.
Pero como la ciencia siempre aprueba las rarezas que hacemos los seres humanos, hoy recomienda no reírse de la gente que habla sola, porque podría ser más inteligente que tú.
Lo bueno es que hay una mejoría cuando se repite en voz alta lo que se necesita, ya que la memoria se activa y lo que deseamos hacer lo logramos con mayor facilidad. Me acuerdo de aquella anécdota que mamá contaba, decía que en una ocasión le encargaron a un niño que fuera a la tienda y  comprara cinco centavos de clavos y un formón. Primero se fue cantándolo, pero después solo silbó la melodía, al final se le olvidó el encargo. Lo que demuestra que la mente se organiza y se enfoca al escuchar sus propias palabras.
El habla mejora la comprensión y tiene sus ventajas y efectos positivos, pues a pesar de que a muchos no les simpatiza este monólogo, pronto se convierte en un lenguaje interior que procesa mejor la información que se recibe.
De niños o de adultos todos tenemos monólogos, se cree que estas reflexiones en voz alta son las conversaciones que los niños tienen con su amigo imaginario, entre los cuatro y los nueve años.   
No es nada raro que en nuestra vida adulta, nosotros digamos en voz alta una receta mientras cocinamos, repitamos un número de teléfono para memorizarlo o, ubiquemos una dirección para después anotarla. A veces sin darnos cuenta nos platicamos lo que no dijimos, lo que olvidamos hacer o lo que nos disgustó.  
Y aunque esta plática sea saludable no exageremos, no vaya a ser que los que no la conocen nos tilden de “raros”.    
Antonieta B. de De Hoyos.                              9/26/18

miércoles, 19 de septiembre de 2018


Beneficios de una vida espiritual en familia
¿Cuantos siglos han pasado ya, desde que los padres acostumbraban sentarse a leer la biblia rodeados de sus hijos? ¿Cuantos años hace que muchas familias no buscan juntos al anochecer la presencia de Dios?
¿Habrá todavía algunos que recuerden cuando su madre al acostarles les persignaba y bendecía? ¿Nos hemos dado cuenta de cuan pocas son las familias, que en la actualidad acuden juntos a la misa dominical? ¿Crees que aún se recibe en casa, las lecciones de moral que iluminan el sendero de los hijos?
Antiguamente los hijos buscaban la presencia de Dios en la intimidad porque lo veían  primero en sus padres, y no era religión ni rito era una auténtica vivencia espiritual.
Cuando los padres se ocupan de enseñar a sus hijos un genuino amor por Dios, protegen sus corazones y además les ayudan a elegir el mejor camino cuando crezcan.
Desafortunadamente en la actualidad, hemos dejado en el olvido la enseñanza espiritual en el hogar, porque no sabemos que es la mejor base sobre la cual pueden crecer los hijos, ya que les permite conocer desde pequeños el código de ética y moral que ha inspirado a las grandes civilizaciones.
Nadie alcanza el éxito completo, si desde niño  no se le ha guiado dentro de estos principios. 
Las noticias sobre los actos indebidos que están cometiendo adolescentes, jóvenes y adultos en nuestro país nos alarman,  ya no es solo el uso de drogas, es la forma  incorrecta en que se comportan al salir de casa y lo peor, la comunidad los aplaude.
Escuchar y comprender lo que Dios dice en su Palabra, es la semilla que sembrada en el corazón del niño nunca falla; será su norma de conducta, su fuente de inspiración, y en los momentos difíciles le conducirá a Dios.
A los hijos les da seguridad ver a sus padres orar, agradecer y bendecir, por eso es indispensable ser constantes en esas pequeñas oraciones y bendiciones al anochecer.
La  adolescencia es una época difícil, pero si esta se vive conforme a los valores de la familia, a pesar de las presiones sociales y de la invitación a la vida loca, no caerán. ¡Pero cuidado! el ejemplo de los adultos es decisivo, de lo contrario esta formación se anula.
El proceder incorrecto de algunos líderes espirituales no debe decepcionarnos, ni alejarnos de Dios, porque la espiritualidad es un estilo de vida que se practica en todo momento y en todo lugar.  
El amor a Dios no se impone, se inspira y se transmite día a día, no es perfección ni apariencia, es una relación que comunica vida, gratitud, esperanza, y fe,  elegir este modo de ser en casa, es el mejor regalo para nuestros hijos.
En este tercer milenio la humanidad se reencuentra con Dios a través de la espiritualidad, exactamente igual a como lo hicieron  nuestros antepasados.  
Antonieta B. de De Hoyos                                 9/19/18

miércoles, 12 de septiembre de 2018


La vida que sostienes…
A veces no encontramos respuestas a nuestros problemas porque no vemos lo que necesitamos para seguir adelante, sino que nos concentramos únicamente en los inconvenientes que se nos presentan.
La mayoría sabemos que Dios no nos quita los obstáculos cada vez que oramos, porque su deseo es que crezcamos y nos responsabilicemos. Es en esos cruciales momentos, cuando reconocemos la gran importancia de ser guiados por el Espíritu Santo y las Sagradas Escrituras. Primero hay que formar y reforzar el carácter, ya con el espíritu fortalecido seremos capaces de vencer cualquier dificultad que se presente.
Mientras buscaba un poco más de información para este interesante tema, me encontré un relato titulado “La vida que sostienes está en tus manos”.
-“Cuentan que un día, unos muchachos desocupados tramaron un plan para engañar al hombre más sabio del pueblo. Atraparían un pájaro vivo e irían a visitarlo, uno de ellos sostendría el pájaro detrás de la espalda y le preguntaría: “Hombre sabio, ¿este pájaro está vivo o muerto?” Si respondía que estaba vivo, el muchacho lo apretaría y de inmediato le diría: “No, está muerto”. Si el hombre decía: “Está muerto”, lo mostraría vivo.
Riendo por la travesura que realizarían, llegaron a su casa y consiguieron que el hombre sabio los recibiera. El que sostenía al pájaro le preguntó: “Hombre sabio, ¿el pájaro que tengo entre mis manos está vivo o muerto?”  Durante unos instantes el hombre guardó silencio, después se agachó hasta que quedó a la misma altura que el muchacho y le dijo: “La vida que sostienes está en tus manos”.
De inmediato no comprendí la profundidad de este mensaje, pero al leerlo con más detenimiento me di cuenta que es una maravillosa lección de vida. Dios en su infinita sabiduría nos ha dado la capacidad de poder convertir nuestros sueños en realidad, está en nuestras manos el darles vida o matarlos.
Pero, para lograrlo debemos buscar de manera constante el conocimiento que se nos ofrece a través de las Sagradas Escrituras, por ejemplo en el Eclesiastés, los Proverbios, los Salmos,  los Evangelios, ahí se encuentra  la verdadera sabiduría.
Y aunque los escépticos todavía no lo acepten, las personas de fe sabemos que es a través de su Palabra que obtenemos el poder, que nos lleva a conducirnos correctamente dentro de esa vida maravillosa prometida. Al leer esos párrafos aprendemos: a cumplir el compromiso, a ejercitar la disciplina, a conocer la resilencia, a gozar del aprendizaje, a ser perseverantes y responsables.
Entonces, ¿por qué a veces nos parece imposible vivir una vida de calidad? 
Seguramente nos hemos olvidado de Dios, no obstante Él siempre está en espera de esos corazones alegres, agradecidos, llenos de ilusiones, no de aquellos tristes y quejumbrosos.
Busquemos la sabiduría más qué a los placeres mundanos, seamos mejores personas. Sabemos que cada uno de nosotros sostiene su propia vida entre sus manos. Hagamos realidad los sueños, no los dejemos morir y perfeccionemos nuestras obras por modestas que sean.
 Antonieta B. de De Hoyos                    sept/12/18

jueves, 6 de septiembre de 2018


El privilegio de ser catequista. 
Desde niña me incliné mucho por saber más de mi doctrina religiosa, pero pasado el tiempo este deseo se esfumó. Fue hasta que me convertí en abuela cuando regresó a mi mente aquel sentimiento infantil, que me llevó a escribir un Rosario al Niñito Jesús, especial para menores entre cinco y diez años.
Rezarlo en la parroquia de mi colonia rodeada de  casi medio centenar de chiquillos fue un sueño hecho realidad, lástima que solo pude hacerlo en dos ocasiones, por cambios en los reglamentos internos de la iglesia.
Precisamente por ese amor a los peques consideré inscribirme como catequista, aprovechando que por mis venas corre sangre de  educadora. En esos planes pensaba cuando recordé a mi querida maestra de catecismo, se llamaba “Doña Trini”, andaría si acaso por la quinta década, sólo que en aquella época las personas lucían de mayor edad, era bajita con un poco de sobre peso, blanca y con su pelo entrecano, nos trataba con mucho cariño.
Era tal mi entusiasmo que olvidé algo importante; el paso de los años. Ahora por más que me esforzara el tiempo ya no estaba de mi parte. Imagino que Dios en su misericordia para que no me entristeciera, puso en mi computadora el siguiente mensaje:
Requisitos para ser buen catequista:
“En primer lugar, debe tener una espiritualidad profunda de unión a Jesucristo y a la Iglesia, pues tiene que dar testimonio con su propia vida más que con sus palabras, de su compromiso con Cristo, con la Iglesia y con su comunidad. Debe estar en contacto permanente con la sociedad, porque hoy la enseñanza va a la par. Es indispensable que sea una auténtica persona de oración que alimente su vida con la palabra de Dios.
Será dueña de una conciencia crítica ante lo que pase y con sus mensajes invitará a la reflexión a la luz de la palabra de Dios. Estará siempre dispuesta a escuchar y a dialogar con entusiasmo y como la catequesis da una visión ordenada de la fe, debe conocer muy bien el mensaje que va a comunicar. Acostumbrará estudiar la biblia y la interpretará  uniendo siempre su vida personal con la palabra de Dios.”
Cuando terminé de leerlo, me di cuenta de que todos esos requisitos ya no estaban a mi alcance,  y aunque me considero una persona de oración, no me siento capaz de interpretar la biblia correctamente. 
De todos modos si Dios me lo permite, voy a solicitar la autorización para organizar el rosario para los peques, durante el novenario al Niñito Jesús minutos antes de que empiecen las posadas tradicionales.
La infancia  es la base del edificio humano, es ahí en la frescura de esa mente donde se graba con amor la presencia divina. Más adelante al llegar la adultez, si por alguna razón se extravía el buen camino, ten la seguridad que dentro del corazón de esos niños siempre permanecerá encendida, la maravillosa chispa de la reconciliación.  
 Antonieta B. de De Hoyos                                         9/12/18