Beneficios de una vida
espiritual en familia
¿Cuantos siglos han
pasado ya, desde que los padres acostumbraban sentarse a leer la biblia
rodeados de sus hijos? ¿Cuantos años hace que muchas familias no buscan juntos
al anochecer la presencia de Dios?
¿Habrá todavía algunos que
recuerden cuando su madre al acostarles les persignaba y bendecía? ¿Nos hemos
dado cuenta de cuan pocas son las familias, que en la actualidad acuden juntos
a la misa dominical? ¿Crees que aún se recibe en casa, las lecciones de moral
que iluminan el sendero de los hijos?
Antiguamente los hijos
buscaban la presencia de Dios en la intimidad porque lo veían primero en sus padres, y no era religión ni
rito era una auténtica vivencia espiritual.
Cuando los padres se
ocupan de enseñar a sus hijos un genuino amor por Dios, protegen sus corazones
y además les ayudan a elegir el mejor camino cuando crezcan.
Desafortunadamente en
la actualidad, hemos dejado en el olvido la enseñanza espiritual en el hogar, porque
no sabemos que es la mejor base sobre la cual pueden crecer los hijos, ya que
les permite conocer desde pequeños el código de ética y moral que ha inspirado
a las grandes civilizaciones.
Nadie alcanza el éxito
completo, si desde niño no se le ha guiado
dentro de estos principios.
Las noticias sobre los
actos indebidos que están cometiendo adolescentes, jóvenes y adultos en nuestro
país nos alarman, ya no es solo el uso
de drogas, es la forma incorrecta en que
se comportan al salir de casa y lo peor, la comunidad los aplaude.
Escuchar y comprender lo
que Dios dice en su Palabra, es la semilla que sembrada en el corazón del niño nunca
falla; será su norma de conducta, su fuente de inspiración, y en los momentos
difíciles le conducirá a Dios.
A los hijos les da
seguridad ver a sus padres orar, agradecer y bendecir, por eso es indispensable
ser constantes en esas pequeñas oraciones y bendiciones al anochecer.
La adolescencia es una época difícil, pero si
esta se vive conforme a los valores de la familia, a pesar de las presiones
sociales y de la invitación a la vida loca, no caerán. ¡Pero cuidado! el
ejemplo de los adultos es decisivo, de lo contrario esta formación se anula.
El proceder incorrecto de
algunos líderes espirituales no debe decepcionarnos, ni alejarnos de Dios, porque
la espiritualidad es un estilo de vida que se practica en todo momento y en
todo lugar.
El amor a Dios no se
impone, se inspira y se transmite día a día, no es perfección ni apariencia, es
una relación que comunica vida, gratitud, esperanza, y fe, elegir este modo de ser en casa, es el mejor
regalo para nuestros hijos.
En este tercer milenio
la humanidad se reencuentra con Dios a través de la espiritualidad, exactamente
igual a como lo hicieron nuestros antepasados.
Antonieta B. de De
Hoyos 9/19/18
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