martes, 16 de abril de 2019


¡El bebé no era tuyo!
Han de perdonar, pero ha como están las cosas en la sociedad moderna, sobre todo en esa lucha encarnizada sobre legalizar tan dolorosa acción como es el aborto, que en ocasiones se presenta espontáneo y en otras inducido, fue que cuando leí esta narrativa mis ojos se llenaron de lágrimas y no pude evitar el impulso de compartirlo, precisamente en esta Semana Santa que nos lleva a todos  creyentes o no, a la reflexión.
“Había dos tribus guerreras en los Andes, una vivía en el valle y otra en lo más alto de las montañas. Un día los habitantes de las montañas decidieron bajar para invadir las tierras de los del  valle y como parte del saqueo raptaron a un bebé de esas familias.
Los habitantes del valle no sabían cómo subir a la cima de la montaña, nunca lo habían hecho, desconocían los senderos que utilizaban los habitantes de aquel lugar para bajar y subir y lo peor es que no tenían idea  de  cómo encontrarlos entre pinos, arbustos y maleza para darles  alcance y recuperar al bebé. De todos modos enviaron a los mejores guerreros a escalar la montaña.
Estos hombres ensayaron un método de trepar y luego otro. Probaron varios atajos. Después de muchas horas de tremendos esfuerzos se dieron cuenta de que solo habían conseguido avanzar unos cuantos metros.
Desesperanzados e impotentes, los hombres del valle se dieron cuenta de que su causa estaba perdida y se prepararon para regresar a su aldea. Mientras empacaban sus equipos para descender, vieron a la madre que bajaba de la montaña con su bebé sobre la espalda. No lo podían creer… ¿Cómo era posible?  ¿Cómo logró subir?
Uno de los hombres la saludo y le dijo: “Cómo pudiste escalar esta montaña si nosotros, los hombres más fuertes y capaces de la aldea no lo conseguimos?” Ella humildemente se encogió de hombros y respondió: “Es que el bebé no era tuyo”.
Que gran lección para todas las mujeres que pugnan por el derecho a truncar la vida de un hijo, ojalá y cada día fuéramos más las que eduquemos en la sensibilidad, la responsabilidad y el amor al prójimo, dentro de los hogares.  
Antonieta B. de De Hoyos                           4/17/ 19.                      

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