¡El bebé no era tuyo!
Han de perdonar, pero
ha como están las cosas en la sociedad moderna, sobre todo en esa lucha
encarnizada sobre legalizar tan dolorosa acción como es el aborto, que en ocasiones
se presenta espontáneo y en otras inducido, fue que cuando leí esta narrativa
mis ojos se llenaron de lágrimas y no pude evitar el impulso de compartirlo,
precisamente en esta Semana Santa que nos lleva a todos creyentes o no, a la reflexión.
“Había dos tribus
guerreras en los Andes, una vivía en el valle y otra en lo más alto de las
montañas. Un día los habitantes de las montañas decidieron bajar para invadir las
tierras de los del valle y como parte
del saqueo raptaron a un bebé de esas familias.
Los habitantes del
valle no sabían cómo subir a la cima de la montaña, nunca lo habían hecho,
desconocían los senderos que utilizaban los habitantes de aquel lugar para
bajar y subir y lo peor es que no tenían idea
de cómo encontrarlos entre pinos,
arbustos y maleza para darles alcance y
recuperar al bebé. De todos modos enviaron a los mejores guerreros a escalar la
montaña.
Estos hombres ensayaron
un método de trepar y luego otro. Probaron varios atajos. Después de muchas
horas de tremendos esfuerzos se dieron cuenta de que solo habían conseguido
avanzar unos cuantos metros.
Desesperanzados e
impotentes, los hombres del valle se dieron cuenta de que su causa estaba
perdida y se prepararon para regresar a su aldea. Mientras empacaban sus
equipos para descender, vieron a la madre que bajaba de la montaña con su bebé
sobre la espalda. No lo podían creer… ¿Cómo era posible? ¿Cómo logró subir?
Uno de los hombres la saludo
y le dijo: “Cómo pudiste escalar esta montaña si nosotros, los hombres más
fuertes y capaces de la aldea no lo conseguimos?” Ella humildemente se encogió
de hombros y respondió: “Es que el bebé no era tuyo”.
Que gran lección para
todas las mujeres que pugnan por el derecho a truncar la vida de un hijo, ojalá
y cada día fuéramos más las que eduquemos en la sensibilidad, la
responsabilidad y el amor al prójimo, dentro de los hogares.
Antonieta B. de De
Hoyos 4/17/
19.
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