miércoles, 10 de agosto de 2016

“Yo planto mi futuro”
Por Antonieta B. de De Hoyos                              agosto /6/16
Este es el título de la intensa campaña federal de reforestación, que se lleva a cabo en nuestro país, la intención es motivar a la gente a sembrar y a conservar los árboles en la ciudad y en el campo. 
Es “ultra” urgente atraer el agua de las lluvias, pedir a Dios por esa humedad que necesitan los campos y por ese preciado líquido que necesitamos los humanos y los animales para subsistir, aunque eso signifique para los citadinos sufrir tremendas inundaciones, provocadas por la negligencia de gobiernos que no respetan ni obligan a respetar, el cauce de arroyos y ríos.
A simple vista parece fácil plantar un árbol, pero la realidad es que no sabemos cómo,  ni cuándo, ni dónde hacerlo; por eso a veces tenemos que trasplantarlo o de plano talarlo, al convertirse en un estorbo.
La meta es reforestar un millón de hectáreas, con 200 millones de árboles por año. ¿Será verdad tanta belleza? ¿Cuántos de estos sobrevivirán? Aquí todavía estamos esperando el muro verde que nos prometieron. 
Gracias a la utilización de novedosas técnicas y métodos, México está obteniendo óptimos y singulares resultados en la reproducción y sobrevivencia en viveros; plantas que usa la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en la reforestación 2016.
México, es uno de los cinco países privilegiados con mayor diversidad biológica y, por sus características climáticas y topográficas representa el 12% de la existente en el planeta; alberga unas 30 mil especies vegetales y cuenta con diez ecosistemas forestales especiales por su tipo de vegetación. Urge reforestar para enfrentar la problemática de la degradación de la tierra, la deforestación y la escasez del agua, sembrar ahora es vital.
Lo primero, es elegir una especie que debe ser de la  región, después calcular muy bien el espacio que ocupará al crecer y desarrollar su tronco y follaje, nunca lo plantes cerca de paredes o bardas. Si lo tienes dentro de una bolsa plástica, consérvalo húmedo para que sus raíces sigan compactadas.
Haz un hueco y hoyo lo doble de ancho y hondo que el arbolito; corta con cuidado la bolsa para que no se desmorone la tierra, recuerda que el cuello de la raíz donde se une al tallo debe quedar al ras del suelo. Pon abono (orgánico) en la base antes de meterlo, procura que quede derecho, si es necesario coloca una estaca y átalo con firmeza mientras crece hacia arriba, cuida que la tierra no tenga piedras ni basura, después compacta la tierra suavemente con la pala y haz un canalito a su alrededor para que el agua se retenga. 
Riega bastante el primer año, sobre todo en verano, elimina la maleza que pueda robarle humedad, protégelo de las cortadoras de zacate y de las hormigas. Con tus cuidados ¡crecerá!

Los arboles con su verdor purifican el aire, refrescan el ambiente y embellecen nuestra vida y por si fuera poco, tu casa vale más, mientras más árboles tenga. 

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