Necesitamos de una armadura.
Es increíble la gran influencia que ejerce en el ánimo de la persona, la
época del año que se vive. En primavera-verano las personas somos súper
activas, no nos detenemos ni para reflexionar o cambiar el rumbo, pero en
cuanto aparecen los días nublados, lloviznosos, frescos, en ocasiones fríos, de
otoño-invierno, empezamos a preferir quedarnos en casa en vez de salir a la
calle, abrigarnos un poco y disfrutar con tranquilidad una aromática tacita de
café a media mañana o media tarde.
Con el otoño el ambiente es otro, las hojas de los arboles cambian de
color, caen al suelo y en su vaivén nos invitan a la reflexión, a pensar que
todo tiene un ciclo que empieza y acaba, los recuerdos inundan nuestra mente,
las experiencias tristes y los momentos difíciles que tuvimos durante el año,
regresan con la intención de oscurecer el porvenir.
Pero aunque todos sabemos que este modo de sentir depende de la época,
no podemos impedir que la nostalgia anegue nuestro corazón, reviviendo en nosotros
el amor que queda a pesar de la distancia y el tiempo transcurrido.
A este mar de emociones tenemos que agregar hoy, la exagerada
información y desinformación que llega hasta los hogares y lugares de
trabajo, a través de los diferentes medios de comunicación. Experimentamos la
impotencia, al escuchar y ver constantemente noticias donde se manifiesta el
alto costo de la vida, el empobrecimiento de las masas, la forma en que cientos
de compatriotas mueren por falta de asistencia médica, robos y violencia y
muchas más acciones inconcebibles, provocan en el vasto auditorio síntomas
depresivos.
Estar en contacto con escenas crueles, despiadadas, hasta demoniacas,
mueven a las personas a la indiferencia, a dejar de luchar por una vida
mejor. ¿Cómo podremos ante tanta desgracia, gozar de la ya muy próxima y
ansiada navidad?
Quizás retomando lo más valioso que tenemos, nuestras hermosas
tradiciones religiosas. Por ejemplo; ya iniciaron los 46 rosarios a la
Virgen María, ¿los está usted rezando acompañada de su familia y amistades en
casa o en el templo? Pronto dará inicio el adviento ¿se está preparando para
celebrarlo? Saben sus hijos lo que significa el adviento. Viene la navidad y
con ella las autenticas posadas, aquéllas que nos recuerdan el peregrinar de
María y José para ayudar a su hijo a bien nacer. Conoce lo que son las
pastorelas? Porque no organiza una en su barrio, con ellas aprendemos de manera
natural a evitar el mal haciendo el bien. Muy divertido y económico sería
confeccionar una piñata con siete picos que representan los pecados
capitales, que urge abolir en la sociedad. Culminando con el nacimiento del
Niño Jesús, momentos de oración en los que el corazón se serena y el alma
encuentra la verdadera paz en niños y adultos.
Nuestra fe, es la armadura que necesitamos para sobrevivir a los tiempos
difíciles que se avecinan, fortalezcamos el espíritu para que nuestro cuerpo
sane.
Antonieta B. de De
Hoyos
nov. 13/13
No hay comentarios:
Publicar un comentario