jueves, 3 de enero de 2019


6 de Reyes es más que una rosca
En algunas regiones del país, la celebración más esperada por los niños es el 6 de enero, cuando llegan los tres Reyes Magos a Belén a adorar al niño Jesús. Ellos le ofrecen Oro, Incienso y Mirra, y aunque es una festividad de origen cristiano no ha perdido su esplendor.
El oro le fue entregado al Niñito Jesús por considerarlo “Rey de Reyes”, ya que solo se destinaba a los monarcas, y además porque el oro simboliza la pureza que no se altera ni corrompe.
El incienso por ser la suma de resinas aromáticas vegetales y aceites esenciales, que al quemarse desprenden un humo perfumado, en aquella época a las divinidades se les rendía culto quemando incienso, para acrecentar la conciencia y purificar.
La mirra es el bálsamo que tiene buen olor y contiene varias propiedades medicinales, se usaba tradicionalmente como ungüento para embalsamar a los muertos. Se cree que era como un vaticinio de su muerte como hombre, en un futuro próximo.  
Gracias a su difusión esta tradición ya es muy conocida y lo cierto es, que tendríamos otro mundo si en nuestro diario vivir ofreciéramos a Jesús esos tres simbólicos regalos.
Ojalá que en nuestra vida diaria, empecemos a usar ese oro que significa pureza de pensamiento y acciones, ya que actuando así disminuirían los robos, las violaciones, las ofensas, los maltratos, la codicia el odio, la venganza, viviríamos en armonía tanto en los hogares como en la sociedad.
Buscando el incienso adquiriríamos ese bello perfume que despiden las personas buenas, las que se conducen con honradez, las que hacen del servicio a los demás su lema, todos nos ayudaríamos, dejaríamos de acumular  riquezas para apoyar a los más necesitados.
Con la mirra, obtendríamos la fortaleza de espíritu que necesitamos, para enfrentar las enfermedades y superar las crisis emocionales y económicas que se presenten.
Estamos a punto de concluir el maravilloso ciclo navideño y si fuimos previsores aprovechamos la oportunidad que se nos dio, para recargar nuestra fe asistiendo a las diferentes ceremonias religiosas que se realizaron, momentos de reflexión, de comunicación con Dios, en las que recibimos la energía divina que nos permitirá llegar con alegría hasta finales de año.
Nos hemos acostumbrado a la violencia social, a la ambición, al despilfarro, a los vicios. En los hogares proliferan los insultos, se escuchan blasfemias en chicos y grandes, abundan los malos tratos.
No queremos aceptar que esto es el resultado de la ausencia de Dios en el corazón de la gente. La maldad impera cuando ignoramos la presencia de Dios. Una gente de fe jamás agrede, ni a sus semejantes, ni a los animales, ni a la naturaleza.
Deléitate con la rosca de reyes y el chocolate, pero no te quedes solo en eso aprovecha y narra a tu familia el verdadero significado de esta tradición.
Antonieta B. de De Hoyos                            Enero /3/2019 
    

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