viernes, 3 de julio de 2015


Estados Unidos rumbo a la decadencia moral y social.

Hace muchos años, leí un pequeño libro que se llama “Mi Lucha” escrito por Adolfo Hitler, una persona sumamente inteligente, al grado de que en aquel tiempo algunos lo consideraron loco y otros un genio fuera de época. Lo curioso es que en esta obra en uno de sus párrafos, vaticina que Estados Unidos verá su decadencia a causa de los inmigrantes, porque cada uno de ellos llevará consigo su forma de vida, educación, ideales y religión.

Lo raro es que en la actualidad el motivo de este desajuste social generalizado, ya no son los aborígenes, ni los africanos, ni la presencia de millones de extranjeros. La decadencia moral y social se presenta ahora, como consecuencia de la globalización de las ideas provenientes del viejo continente, pensamientos y acciones ultra vanguardistas que vienen a obstaculizar el buen desarrollo de las familias conservadoras.  

Hasta hace algunas décadas, solo la epidemia del SIDA y el incremento en las adicciones opacaba el progreso de la nación; aunque en ocasiones el orden en sus calles se ve alterado por alguna manifestación separatista, o por oposición a una ley que dañe a la comunidad. El uso y abuso de narcóticos y bebidas alcohólicas ha llevado a muchos de sus habitantes al libertinaje, en especial a las generaciones jóvenes.

Justo es en este momento, cuando todo está fuera de control, cuando los instintos se despiertan, que llegan las propuestas europeas con la finalidad de hacer públicas y legales las  relaciones homosexuales. Es cierto que nada es nuevo bajo el sol y que estas preferencias siempre han existido, lo preocupante hoy es la escandalosa difusión que les han proporcionado los medios de comunicación, corruptos, faltos de ética, ignorantes de la magnitud de su postura y de la forma en que pronto se verán perjudicados los seres que más queremos.

Pero lo más inconcebible, lo más abominable, es la obstinación de los gobiernos, gobernantes y legisladores de obligar a los ciudadanos a considerar estas conductas  fuera de natura como aceptables, ofendiendo así los criterios de una sociedad de calidad. Recuerdo que en décadas pasadas había en los pueblos y ciudades lugares non sanctus, llamados “Zona Roja”, ahí se concentraban transexuales, travestis, prostitutas, lesbianas, homosexuales y muchos varones principalmente jóvenes que acudían a divertirse.

Lo inadmisible es la imposición, se salieron del claustro y ahora exigen derechos imposibles de otorgar, lo triste es que para conseguir adeptos engañan, simulan una vida llena de felicidad que no es real. Yo me pregunto: ¿Cómo es posible que esta minoría haya conseguido que  el presidente Obama y muchos legisladores los protejan?. Obvio que detrás de este movimiento mundial LGBT, hay una fuerza empresarial macroeconómica que desea destruir a las masas; la epidemia sembrada del SIDA no lo logró, las guerras  tampoco; su último recurso son los asesinatos pasionales y la escasa o casi nula natalidad. La violencia se ha detonado… ¡God Bless América!…

Por Antonieta B. de De Hoyos                                     julio 3/15

 

 

 

 

 

 

 

 

No hay comentarios: