“El
Punto Dios”
Primero debo decirles que admiro
y sigo con bastante interés, la mayoría de los escritos de Leonardo Boff;
Teólogo, filosofo, escritor, profesor, ecologista brasileño, uno de los
fundadores de la Teología de la Liberación, autor de este artículo que a
continuación adapto para poder compartirlo con ustedes, y que se encuentra
dentro de las páginas del más reciente ejemplar de la revista “La Buena Noticia”.
En esta ocasión, hace
referencia a la importancia de que el nivel educativo se actualice por los dos
grandes cambios que están ocurriendo en la Tierra: la aparición de la
comunicación global vía internet y redes sociales, y la gran crisis ecológica que
pone en peligro el sistema-vida y el sistema-Tierra, con probabilidades de
desaparecernos.
Para impedir este apocalipsis
la educación debe ser otra muy distinta a la actual, ya no basta el
conocimiento, necesitamos una nueva conciencia, una nueva mente y un nuevo
corazón. Se ha comprobado que una persona puede informarse toda su vida, sin
alcanzar la educación. Es apremiante reeducarse: aprender a cuidar y aprender
a espiritualizarse.
Hace 200 mil años surgió el
homo sapiens con su cerebro neocortical, pero 200 millones de años antes,
cuando aparecieron los mamíferos surgió el cerebro límbico y fueron estos los
que introdujeron en el mundo el amor, el cuidado y ese sentimiento tan especial
que dedican a su cría. Los humanos hemos olvidado que somos portadores de
emociones, pasiones y afectos, y que es en el cerebro límbico donde reside el
nicho de la ética de los sentimientos religiosos.
Pero lo trascendente hoy, es
que tenemos que enriquecer nuestra razón intelectual (saturada de
conocimientos) con la razón cordial que es mucho más antigua, (reconocer la
verdad y la justicia a través de afectos y sentimientos), si queremos ejercer
el cuidado y la espiritualidad.
La espiritualidad es una
dimensión inherente al ser humano como la razón, la voluntad y la sexualidad,
es el lado profundo de donde surge el sentido de la vida y del mundo. En estudios realizados por eminentes
neurólogos, estos concluyen que cuando el ser humano se introduce en el sentido
de lo Sagrado y de Dios, hay una aceleración sensible de las neuronas del
lóbulo frontal, a esto le llamaron Punto Dios en el cerebro, es una
especie de órgano interior por el cual captamos la Presencia de una Energía
poderosa y amorosa que une y reúne todas
las cosas.
Alimentar ese Punto
Dios nos hace más solidarios, amorosos y cuidadosos, Él se opone al
consumismo y materialismo en el que vivimos. Por eso es indispensable que
todos, adultos, niños y jóvenes, seamos iniciados en esta espiritualidad que
nos vuelve más sensibles hacia los demás, más ligados a la madre Tierra, a la
naturaleza y al cuidado de lo que nos rodea. Sin estos valores nuestro futuro es incierto, es
necesario retomar la Inteligencia
cordial y la espiritualidad, yo agregaría también, el gozo de la antigua y
bella costumbre de pronunciar cada día con fervor, una sencilla y amorosa oración.
Por Antonieta B. de De
Hoyos
julio 11/15
No hay comentarios:
Publicar un comentario