sábado, 27 de diciembre de 2014


…! Bienvenido 2015!   

 “Atrévete a indignarte por su comportamiento, atrévete a obligarlo a cambiar”, dice Sara Sefchovich, a las madres, hermanas, abuelas y esposas de delincuentes y narcos; socióloga, historiadora, escritora, catedrática, investigadora, traductora y conferencista mexicana. En México la violencia provoca enorme sufrimiento a las personas, desconcertados intentamos saber de qué se trata, qué pasa, cómo y porqué se llegó hasta esta terrible situación. La delincuencia crece cada día, la guerra del narcotráfico invade pueblos, ciudades e instituciones y la impunidad es la nueva ley. El gobierno vuelve su mirada al hogar al no conseguir el control.       

En ¡Atrévete! propuesta hereje contra la violencia en México, Sara Sefchovich concentra toda la responsabilidad en las madres, asegura que no es con líderes, partidos o autoridades gubernamentales sino desde casa, como puede bajársele el índice a la violencia sobre todo a la crueldad, disminuir la delincuencia y vivir en una sociedad menos espantosa que la que tenemos.

Sabemos muy bien que es en el núcleo familiar donde se gestan individuos de calidad, que es ahí donde se renuevan valores y se recupera el sentido humanitario, pero para  lograr este cambio la mujer debe empoderarse y hablar con la verdad, la madre decir al hijo sin titubeos que es un delincuente que violenta y lastima, obligarlo a  despertar.    La autora ofrece ideas concretas que apoyan el cambio de conducta en las familias de los delincuentes y narcotraficantes, aconseja por ejemplo que la madre, la esposa y la hija jamás consientan actos ilícitos, que los parientes no se conviertan en cómplices y que las mujeres no se sientan felices al recibir algo mal habido; todo lo contrario, tienen que rechazarlo, decir que no lo aceptan para que la vida regrese a la normalidad.

El poder lo tienes tú mujer, no lo defiendas, no lo solapes, no lo escondas, no lo ayudes. ¡Atrévete a indignarte por su comportamiento, atrévete a obligarlo a ser mejor persona! La realidad muestra a muchísimas mujeres que se oponen a estas acciones delictivas,  mismas que con lágrimas en los ojos se han arriesgado a correr del hogar a los descarriados, sin obtener buenos resultados. Lamentablemente uno de los factores principales que orilla a la delincuencia es la pobreza extrema tan extendida en la mayoría de los países, gracias a la corrupción e impunidad. Millones de jóvenes sin educación ni oficio se enfrentan al hambre y a la enfermedad intentando equilibrarla a costa de lo que sea.

Lo esencial en esta propuesta de indignación es que si sirve para disminuir la delincuencia, cuando menos en aquellas familias donde la economía es buena pero que por desgracia, algún miembro de la familia es vencido por la tentación del dinero fácil los placeres y el poder. Ser madre es un privilegio, pero conlleva la más grande responsabilidad escrita en el Plan de Dios: educar y evangelizar con amor.

Bienvenido 2015, año en el que los chicos van a saber… ¡Quién es mamá!

Antonieta B. de De Hoyos                            12/ 27/14

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