…! Bienvenido 2015!
“Atrévete a indignarte por su comportamiento, atrévete a obligarlo a
cambiar”, dice Sara Sefchovich, a las madres, hermanas, abuelas y esposas de
delincuentes y narcos; socióloga, historiadora, escritora, catedrática, investigadora,
traductora y conferencista mexicana. En México la violencia provoca enorme
sufrimiento a las personas, desconcertados intentamos saber de qué se trata,
qué pasa, cómo y porqué se llegó hasta esta terrible situación. La delincuencia
crece cada día, la guerra del narcotráfico invade pueblos, ciudades e
instituciones y la impunidad es la nueva ley. El gobierno vuelve su mirada al
hogar al no conseguir el control.
En ¡Atrévete! propuesta hereje contra la violencia en México, Sara
Sefchovich concentra toda la responsabilidad en las madres, asegura que no es
con líderes, partidos o autoridades gubernamentales sino desde casa, como puede
bajársele el índice a la violencia sobre todo a la crueldad, disminuir la
delincuencia y vivir en una sociedad menos espantosa que la que tenemos.
Sabemos muy bien que es en el núcleo familiar donde se gestan individuos
de calidad, que es ahí donde se renuevan valores y se recupera el sentido
humanitario, pero para lograr este
cambio la mujer debe empoderarse y hablar con la verdad, la madre decir al hijo
sin titubeos que es un delincuente que violenta y lastima, obligarlo a despertar.
La autora ofrece ideas concretas que apoyan el cambio de conducta en las
familias de los delincuentes y narcotraficantes, aconseja por ejemplo que la
madre, la esposa y la hija jamás consientan actos ilícitos, que los parientes
no se conviertan en cómplices y que las mujeres no se sientan felices al
recibir algo mal habido; todo lo contrario, tienen que rechazarlo, decir que no
lo aceptan para que la vida regrese a la normalidad.
El poder lo tienes tú mujer, no lo defiendas, no lo solapes, no lo
escondas, no lo ayudes. ¡Atrévete a indignarte por su comportamiento,
atrévete a obligarlo a ser mejor persona! La realidad muestra a
muchísimas mujeres que se oponen a estas acciones delictivas, mismas que con lágrimas en los ojos se han
arriesgado a correr del hogar a los descarriados, sin obtener buenos resultados.
Lamentablemente uno de los factores principales que orilla a la delincuencia es
la pobreza extrema tan extendida en la mayoría de los países, gracias a la
corrupción e impunidad. Millones de jóvenes sin educación ni oficio se
enfrentan al hambre y a la enfermedad intentando equilibrarla a costa de lo que
sea.
Lo esencial en esta propuesta de indignación es que si sirve para
disminuir la delincuencia, cuando menos en aquellas familias donde la economía
es buena pero que por desgracia, algún miembro de la familia es vencido por la
tentación del dinero fácil los placeres y el poder. Ser madre es un privilegio,
pero conlleva la más grande responsabilidad escrita en el Plan de Dios: educar
y evangelizar con amor.
Bienvenido 2015, año en el que los chicos van a saber… ¡Quién
es mamá!
Antonieta B. de De Hoyos 12/ 27/14
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