"Sé valiente y
cambia tu vida".
Este libro nos invita a
hacer un viaje hacia nuestro interior y a reconocer que la mayoría de los peligros
o impedimentos que nos llegan, no vienen del exterior sino de nosotros mismos, lo
que nos conduce a sentir miedo a lo desconocido y a nuestras exigencias de
perfección.
Recomienda dejar de
lado esos prejuicios que encasillan e impiden avanzar, ya que solo con humildad
se pueden aprender cosas nuevas y cambiar a una actitud más positiva. Pero para
aventurarnos en el terreno de lo desconocido necesitamos ser valientes y
audaces, condición que da la confianza de llegar a buen puerto.
Lo primero es
conocernos y comprendernos, después superarnos y por último trascender. Es en ese orden cuando nuestra mente se
transforma, es empezar a darnos cuenta del por qué suceden las cosas para
darles solución.
En la infancia
aprendimos que el miedo genera desconfianza y entorpece el proceso de
aprendizaje, que es requisito dominar ese miedo para que podamos perfeccionarnos
más de prisa y con mayor entusiasmo.
Los estados emocionales
como la ira, la frustración o el resentimiento deben estar bajo control, porque
de no ser así paralizan la intuición. Algunas personas reciben con frecuencia avisos que provienen de lo más profundo de su ser,
las llamamos corazonadas. Estas se
presentan cuando nos entregamos a la meditación y nos sensibilizamos hacia una
gran lucidez, instantes en que de manera inesperada llegan las más brillantes ideas.
El ánimo positivo se
asocia a la serenidad y a la paz
interior, estado que favorece la salud y prolonga la vida al activar el sistema
inmunitario, de ese modo los glóbulos blancos se aceleran y combaten las infecciones
a la vez que protegen el sistema cardiovascular.
El distrés, es esa
sensación permanente de intranquilidad que puede producir cambios en la función
hormonal y cerebral. Según recientes investigaciones las emociones negativas
están ubicadas en la parte pre frontal derecha, las positivas a la izquierda.
De ahí que las personas con mayor actividad en la zona derecha son pesimistas, mientras
en el lado opuesto se localizan las optimistas.
Necesitamos salir del confort
y atrevernos a crecer para alcanzar el éxito, el titubeo y la imaginación conducen
a quedarnos donde nos sentimos fuertes y seguros, aunque no siempre sea lo
mejor.
El aquí y el ahora
cristiano nos hacen ver los problemas sin exagerarlos, por eso un hondo suspiro
conlleva una respiración profunda que mejora nuestra función cerebral. Trascender
es ir más allá de nosotros es avanzar hacia el interior de uno mismo, cuando descubrimos
la esencia, nada de lo que pase fuera afecta tanto.
Vivimos entre dos
mundos diferentes: el material y el espiritual. Al valorar lo que realmente
somos el material se aleja y permite al espiritual ofrecernos la auténtica
felicidad.
Antonieta B, de De
Hoyos 10/9/19
No hay comentarios:
Publicar un comentario