miércoles, 26 de junio de 2019


¡Albricias, somos inteligentes!
En años anteriores se había pensado que el acto de hablar sólo reflejaba un estado de locura o de algún tipo de alteración de la conciencia. Si veías a alguien hablando solo se solía pensar que estaba haciendo algo vergonzoso o que estaba bajo los efectos de alguna sustancia y si alguien te llegaba a ver a ti hablando solo, te morías de pena. Pero ahora las más recientes investigaciones científicas, han comprobado que muchas de las  personas que hablamos solas, somos más inteligentes.  
Cuando se piensa en voz alta se están pensando las cosas en varios planos, porque la imagen mental que tenemos al decirla en voz alta nos mueve a la acción. Hablar tiene efectos importantes, hay un dicho que lo ejemplifica:
“Cuida tus pensamientos porque se convierten en palabras. Cuida tus palabras porque se convierten en acciones. Cuida tus acciones porque se convierten en hábitos. Cuida tus hábitos porque se convierten en tu carácter. Cuida tu carácter, porque será tu destino.”
Es tan importante esta forma de ser que ciertas personas reconocidas por su inteligencia solían decir sus pensamientos en voz alta, Albert Einstein era una de ellas.
Entre dichos estudios hay uno que señala que hablar es beneficioso, especialmente cuando se trata de hacer una tarea perfecta. Se hizo un experimento donde les pedían a 20 personas que buscaran en un supermercado una rebanada de pan o una manzana. Aquellas personas que repetían la palabra del objeto que buscaban fueron los primeros en encontrarlos.
Afirman que esto se consigue al decir las cosas en voz alta y reforzar el mensaje, pues ayuda a la memoria a que trabaje más rápido y logre que la cosa que se menciona se asocie a más de uno de nuestros sentidos.
Hacen la aclaración que repetir las cosas en voz alta, sólo ayuda cuando ya se conoce el objeto y al decir su nombre se activan en el cerebro sus propiedades, reconociéndolo al instante. Pero, si no sabemos cómo es y lo tratamos de visualizar, nos confundimos.
Además de ayudarnos a ser más eficientes en hacer las cosas que queremos, hablar en voz alta refuerza nuestros aprendizajes, ayuda a organizar nuestros pensamientos y también a calmar los nervios. Si pasas por un momento de cabeza saturada y desorganizada, te ayuda mucho decir tus pensamientos en voz alta; hablar contigo mismo es una buena opción.
Hacerlo de esta manera nos obliga a poner más atención en lo que estamos diciendo; refuerza nuestras creencias cuando repetimos oraciones en voz baja; regula emociones cuando nos calmamos nosotros mismos diciéndonos palabras de aliento, también concentra nuestra atención en lo importante. Hablar consigo mismo da tiempo de escuchar la voz interna y así auto reconocerse; refuerza lo que pensamos para que después no tengamos problema al tener que decirlo a otros.  
Si sueles tener conversaciones contigo mismo y tiendes a decir tus pensamientos en voz alta, has encontrado un nuevo motivo para sentir orgullo, ¡Eres inteligente!
Antonieta B. de De Hoyos                          6/26/19/

No hay comentarios: