viernes, 21 de diciembre de 2018



Esta vez no te equivoques.
Dice el Papa Francisco  “¡Por favor, no mundanicemos la Navidad!” quedándonos en los  esplendores de arbolitos, luces, regalos y comilonas, porque actuando así esta fiesta será tiempo perdido. “Desgraciadamente” muchos pueden equivocarse de fiesta y preferir “las cosas de la tierra” a las “novedades del Cielo”.
La publicidad invita a intercambiar regalos, siempre tan novedosos que sorprenden. 
Pero ¿Es esta la fiesta que agrada a Dios? 
Abramos nuestro corazón para estar dispuestos a las más bellas sorpresas de la Navidad, que deben significar una nueva época en la vida de cada uno de nosotros, en la que no se vive para uno mismo sino para Dios, por eso decimos “Dios con nosotros”.
El nacimiento de Jesús es el triunfo de la humildad sobre la arrogancia”, de la sencillez sobre la abundancia, del silencio sobre el escándalo. 
Es necesario darse tiempo para detenerse frente al nacimiento y en silencio escuchar la voz de Dios, fuera de esos ruidos consumistas que impiden descubrir la belleza de la natividad. 
“Sólo se vive la Navidad si encontramos la luz en la humildad del pesebre, no será Navidad si  no ayudamos por lo menos a un pobre, que se asemeja a Dios”.

Nochebuena y navidad 2018.          (Adaptación) .

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