Bendición
de libertad.
Cuando leí esta
bendición de libertad enmudecí por varios minutos, después lentamente volví a
releer cada una de sus frases y párrafos completos. Jamás cruzó por mi
pensamiento que esto pudiera ocurrir, pero para como están las cosas hoy en
día, creo que es una buena lección que podemos aplicar en nuestra vida diaria,
si queremos alcanzar la felicidad anhelada. Dice así:
Bendición de libertad...
"Libero a mis
padres del sentimiento de que me han fallado”. “Libero a mis hijos de la
necesidad de darme orgullo; para que escriban sus propios caminos de acuerdo
con sus corazones”.
“Libero a mi compañero
de la obligación de completarme. No me falta nada, aprendo de todos los seres,
todo el tiempo” “Agradezco a mis abuelos y antepasados que se han reunido
para que pueda respirar vida hoy. Los libero de los fracasos del pasado y de
los deseos incumplidos, conscientes de que han hecho todo lo posible para
resolver sus situaciones dentro de la conciencia que tenían en ese momento. Te
honro, te amo y te reconozco como inocente”.
“Me descubro ante tus
ojos, para que sepas que no me escondo, ni debo nada más que ser sincero
conmigo mismo y con mi propia existencia, que caminando con la sabiduría del
corazón, soy consciente de que cumplo con mi proyecto de vida, libre de las
lealtades familiares invisibles y visibles que pueden perturbar mi Paz y
Felicidad, que son mis únicas responsabilidades.”
“Renuncio al rol de
salvador, de ser uno que une o cumple las expectativas de los demás, aprendiendo
solo a través del amor, bendigo mi esencia, mi forma de expresarme, aunque
alguien no me entienda”.
“Me entiendo, porque yo
solo he vivido y experimentado mi historia; porque me conozco a mí mismo, sé
quién soy, lo que siento, lo que hago y por qué lo hago. Yo me respeto y me
apruebo”. “Honro a la Divinidad en mí y en ti...Somos libres."
En pocas palabras: “Los
padres nunca fallan solo hacen lo mejor que pueden de acuerdo a sus
circunstancias. Evitaré las imposiciones en el futuro de los hijos. Cada
persona viene completa, nadie me completará. La madurez la adquiriré durante mí
caminar y ahí encontraré la paz y la felicidad que serán mi única meta. Gracias
a mis antepasados ahora existo, no tengo derecho a juzgar sus errores, ellos
hicieron lo que a conciencia pudieron. Seré como yo decida ser. Seré cortés más
no servil. Estaré orgulloso de lo que soy y sabré lo que vales, porque me
valoro a mí mismo. Quiero ser libre con responsabilidad.
¡Sé que Dios está en mí y en ti!
Esta antigua bendición
fue creada en el idioma náhuatl, hablado en México, me pareció perfecta como
reflexión, pero sin duda que solo puede ser aplicada previa a una buena
educación en los valores éticos y
espirituales en el hogar. Queda demostrada la sabiduría de nuestros antepasados
por eso no perdamos la oportunidad, de leer lo que de ellos venga.
Antonieta B. de De
Hoyos 8/22/18
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