miércoles, 22 de agosto de 2018


Bendición de libertad.
Cuando leí esta bendición de libertad enmudecí por varios minutos, después lentamente volví a releer cada una de sus frases y párrafos completos. Jamás cruzó por mi pensamiento que esto pudiera ocurrir, pero para como están las cosas hoy en día, creo que es una buena lección que podemos aplicar en nuestra vida diaria, si queremos alcanzar la felicidad anhelada. Dice así:
Bendición de libertad...
"Libero a mis padres del sentimiento de que me han fallado”. “Libero a mis hijos de la necesidad de darme orgullo; para que escriban sus propios caminos de acuerdo con sus corazones”.  
“Libero a mi compañero de la obligación de completarme. No me falta nada, aprendo de todos los seres, todo el tiempo” “Agradezco a mis abuelos y antepasados ​​que se han reunido para que pueda respirar vida hoy. Los libero de los fracasos del pasado y de los deseos incumplidos, conscientes de que han hecho todo lo posible para resolver sus situaciones dentro de la conciencia que tenían en ese momento. Te honro, te amo y te reconozco como inocente”.  
“Me descubro ante tus ojos, para que sepas que no me escondo, ni debo nada más que ser sincero conmigo mismo y con mi propia existencia, que caminando con la sabiduría del corazón, soy consciente de que cumplo con mi proyecto de vida, libre de las lealtades familiares invisibles y visibles que pueden perturbar mi Paz y Felicidad, que son mis únicas responsabilidades.”
“Renuncio al rol de salvador, de ser uno que une o cumple las expectativas de los demás,    aprendiendo solo a través del amor, bendigo mi esencia, mi forma de expresarme, aunque alguien no me entienda”.
“Me entiendo, porque yo solo he vivido y experimentado mi historia; porque me conozco a mí mismo, sé quién soy, lo que siento, lo que hago y por qué lo hago. Yo me respeto y me apruebo”. “Honro a la Divinidad en mí y en ti...Somos libres." 
En pocas palabras: “Los padres nunca fallan solo hacen lo mejor que pueden de acuerdo a sus circunstancias. Evitaré las imposiciones en el futuro de los hijos. Cada persona viene completa, nadie me completará. La madurez la adquiriré durante mí caminar y ahí encontraré la paz y la felicidad que serán mi única meta. Gracias a mis antepasados ahora existo, no tengo derecho a juzgar sus errores, ellos hicieron lo que a conciencia pudieron. Seré como yo decida ser. Seré cortés más no servil. Estaré orgulloso de lo que soy y sabré lo que vales, porque me valoro a mí mismo. Quiero ser libre con responsabilidad.
 ¡Sé que Dios está en mí y en ti!
Esta antigua bendición fue creada en el idioma náhuatl, hablado en México, me pareció perfecta como reflexión, pero sin duda que solo puede ser aplicada previa a una buena educación en los valores  éticos y espirituales en el hogar. Queda demostrada la sabiduría de nuestros antepasados por eso no perdamos la oportunidad, de leer lo que de ellos venga.
Antonieta B. de De Hoyos                                               8/22/18  

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