miércoles, 2 de mayo de 2018


¿Por qué no me aman?
Por Antonieta B. de De Hoyos                       5-5-18
A la mejor muy de vez en cuando, pero si hay momentos en que llegamos a pensar que para nadie somos indispensables, es una situación tan delicada que de no ponerle atención, podemos caer en una profunda tristeza a la que llaman depresión, llegando incluso a pensar que pasado el momento de la muerte, ya nadie nos recordará.
A veces de manera sorpresiva sentimos que nuestra vida se endurece, nos creemos solos, desamparados, inservibles, ahí es cuando debemos recordar que para Nuestro Señor, sí somos importantes.  
Yo sé que a muchos nos gustaría que al momento de partir de este mundo los seres que amamos nos recordaran por un largo tiempo pero, para que eso suceda debimos estar presentes de forma continua en la vida de cada uno de ellos.
¿Entonces,  ¿Qué puedo hacer para que la gente me ame y me recuerde con cariño?
Dice la psicología del amor que lo principal es aprender a ser humildes, aunque nos sintamos superiores. Es indispensable saber conjugar estas dos características: humildad y superioridad, porque es la única manera en la que podemos despertar la admiración en los demás y con ello dar un gran paso para ser amados.
 De acuerdo a varias investigaciones, amamos con mayor facilidad a las personas que poseen las cualidades que nosotros no tenemos. La gente amable que dice cumplidos sinceros da felicidad, sobre todo cuando toca una herida emocional, actitud que los vuelve adorables.  
Por amor y solo por amor, permanecemos con una persona. Nuestra mente siempre se inclina hacia intereses superiores, es por eso que nunca sentimos ganas de quedarnos con  alguien, si antes no estamos seguros de que nos importa.
Algunos nos enseñan habilidades que necesitamos, otros nos ofrecen algo que nos beneficia, y es en ese preciso momento cuando nos identificamos con él o con ella, y empezamos a amarle. El amor nos mantiene fiel a los que de algún modo son buenos con nosotros.
Servir desinteresadamente es la más bella acción, pero no debe hacerse todo el tiempo solo cuando de verdad se necesite. Si logramos que las personas se sientan importantes a nuestro lado y conseguimos que parezca grande lo que hacen aunque sea pequeño, lo más probable es que se sientan felices con nosotros y nos amen.
Nunca, de ninguna manera se debe mendigar amor terreno, en todo caso utilicemos esa fuerza, para amar a Dios por encima de todas las cosas, Él siempre nos corresponde.


No hay comentarios: