¿Qué significa la ley del Karma?
Por Antonieta B. de De Hoyos 1/20 /18
Desde hace varios años, escucho decir que
cuando algo malo te sucede es consecuencia de tu Karma, pero no lo había
comprendido hasta hoy, que por casualidad encontré esta dirección en internet.
Se trata de lecciones filosóficas aplicadas al Yoga en las que se describe el
Karma, como el juez de nuestros actos, energía transcendente e invisible que
surge de nuestro comportamiento y va acumulando pagos conforme a él.
El Karma es la responsabilidad en las acciones que realizamos, momentos
en los que cada quien puede comportarse como guste y acumular la energía
positiva o negativa que desee. Lo bueno y malo, intencional o no intencional,
señalará lo que tendremos que enfrentar aunque más importante sería, el
reconocer la experiencia para ser mejores.
Las doce leyes del Karma son un poco largas, por eso traté de
sintetizarlas. Ley de causa y efecto: lo que siembras recoges, si siembras
vientos recogerás tempestades, lo que hagas a otros regresará a ti, pero con
mayor fuerza. El Karma nos ayuda a reflexionar sobre nuestros futuros
sufrimientos. Ley de la creación: tú creas la forma de vida que quieras tener.
Ley de la humildad: si te niegas a aceptar lo que sucede, te seguirá
ocurriendo.
Ley del crecimiento: muestra que donde quiera que vayas estarás tú, y
que para crecer en el espíritu, tenemos que cambiar nosotros y no las personas,
lugares o cosas que nos rodean. Si cambiamos nuestro interior, nuestra vida
cambia. Ley de responsabilidad: cada vez que algo malo sucede, hay algo mal en
ti, por eso es necesario asumir la responsabilidad de lo que pasa. Ley de
conexión: cada paso que das es importante, el primero conecta con el último. El
pasado, presente y futuro se enlazan.
Ley del enfoque: jamás se puede pensar en dos cosas, servir a dos amos,
esto lleva a la inseguridad y a la ira. Ley del dar y de la hospitalidad: si tú
crees que algo es verdad, en su momento deberás demostrarlo. Da y pon en
práctica lo aprendido. Ley del aquí y ahora: vivir anclados en el pasado, no
permite disfrutar el presente. Los viejos pensamientos, hábitos y sueños
impiden renovar el alma
Ley del cambio: la historia se repite hasta que se aprende la lección
que cambie el rumbo de tu vida. Ley de la paciencia y la recompensa: todo éxito
requiere de esfuerzo, paciencia y tenacidad. Ley de la importancia e
inspiración: el valor de algo depende de la energía y la intención que pongas en
él. Coloca tu corazón en cada uno de tus actos para que adquieran valor.
Todas estas indicaciones, me recuerdan las sabias palabras de Jesucristo
y, la máxima de compasión de Confucio “No
hagas a otros lo que no quieras que te hagan a ti”.
Queda demostrado que leer, aprender y reflexionar diariamente aclaran la
mente, a la vez que nos ofrecen, vivir a plenitud sin remordimiento de
conciencia.
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