No tengas miedo al fracaso.
Por Antonieta B. de De Hoyos 5/27/17.
Algunas personas le tenemos tanto miedo a fracasar que mejor no nos
arriesgamos, y es en ese error, que
dejamos pasar la vida y con ella, las más hermosas experiencias que hubiéramos
imaginado vivir.
A veces es una palabra la clave de nuestro esfuerzo, otras es un
escrito, la mas de las veces es nuestra conducta, de manera inesperada nos
damos cuenta de que caminamos en una falsa convivencia, que nos obliga a
permanecer donde no queremos estar.
Para algunas personas, el temor al fracaso es el más terrible
obstáculo, recuerdo que hace unos años leí que el peor error que puede cometer
un hombre o una mujer, es el de no hacer nada.
El fracasar, es un proceso natural
que nos permite recopilar experiencias para volver a intentarlo, la calidad y
la cantidad de éstas, son la base para alcanzar el éxito y entre más rápido las
acumulemos, más pronto encontraremos nuevas salidas y tendremos mejores
resultados para volver a empezar.
Es difícil, pero no imposible eliminar ese temor que nos impide
reconocer errores y realizar cambios en
lo acostumbrado.
Pensar en lo que se hizo y el por qué no dio el resultado
esperado, es una actitud muy positiva.
Para muchos el fracaso es energía
negativa pero no debemos darnos por vencidos, es el momento preciso para dar un
paso atrás y observar detenidamente lo que hicimos, ajustar ideas, volver a
planear y reactivarnos, aquí es cuando debemos pedir al Creador la fortaleza
que nuestro espíritu necesita para no quebrantarnos.
¿Acaso es el miedo a perder la posición social, financiera o familiar
alcanzada lo que nos detiene? o, es el ¿qué dirán? Los fracasos son parte de la
vida misma, es una forma de crecer como
persona y alcanzar la madurez, si somos como somos, y estamos aquí, es gracias
a las experiencias buenas o malas que pasamos.
Cuando se fracasa, se acepta un
gran reto: ¡volver a empezar! jamás olvidemos que siempre habrá otra
oportunidad para levantarnos con la cabeza erguida y continuar con más bríos el
camino, las personas seguras de sí mismas a pesar de los fracasos siguen
adelante.
Cuando los momentos tristes nos lleven a llorar, recordemos que
tenemos muchísimas razones para sonreír,
basta con que miremos a nuestro alrededor para sabernos triunfa- dores. Seamos
optimistas, aprendamos de los abuelos, vivamos cada día como se presente y
siempre con la esperanza de que mañana será mejor.
Alejémonos de los
pesimistas, de esos que piensan que en los momentos malos lo mejor es no hacer
nada.
Pidamos a Dios su sabiduría, para que con entusiasmo iniciemos esas
actividades que nos llevarán al éxito, y si no sucediera así, reconocer con
alegría que contamos con la fuerza de voluntad suficiente para recomenzar.
“El fracaso es parte de la vida; si no fracasas, no aprendes y si no
aprendes, no cambias.” Paulo
Coelho de Souza.
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