Tiempo de la Creación-San Francisco de Asís.
Por Antonieta B. de De
Hoyos octubre/ 8/16
En 1989la iglesia Ortodoxa proclamó el primero de septiembre, como
“Día Mundial por la Creación”, en el transcurso de las últimas dos décadas
muchas iglesias cristianas se unieron a esta causa, pero fue hasta el año 2015
que la iglesia católica, a través del Papa Francisco se afilió.
A partir de
entonces, el mes de septiembre quedó instituido como un especial periodo para
reflexionar y actuar, desde la trinchera del hogar y de los lugares de trabajo,
por el cuidado del medio ambiente. Tiempo que se extendió hasta el día cuatro
de octubre, cuando se celebra la Fiesta de San Francisco de Asís.
Hoy los creyentes, todos los que profesamos una fe en Dios, nos hemos
unido alrededor del mundo para pensar (y aceptar con profunda tristeza), en la
destrucción que sufre nuestro planeta y la manera indirecta en la que una
mayoría contribuimos.
Pero no es un simple exhorto a corto plazo en pro de la “Casa Común”,
el propósito es que en este espacio de reflexión, nos motivemos para continuar
con esta ardua labor todos los días.
Ahora es de vital importancia recoger un
papel cuando caminamos por la calle y no arrojarlo cuando transitamos en auto,
barrer nuestra banqueta y si es posible un poquito de la de enseguida, recoger
las heces fecales de nuestras mascotas, asear el patio trasero y colaborar en
la limpieza del baldío de a lado; pequeños actos que realizados por millones
forjan el cambio.
Resulta trascendental dar apoyo a las campañas ciudadanas, por
ejemplo: llevar los plásticos a los depósitos señalados, poner en bolsas los
envases de aluminio, separar la basura orgánica e inorgánica, compartir la ropa
en desuso con los necesitados, reciclar ropa, colchas, utensilios de cocina;
reparar aparatos que se encuentre en buen estado y rehusar hasta lo que nunca
imaginamos.
En un país al otro lado del mundo, el gobierno se propone disminuir
los impuestos a todos aquellos que reciclen lavadoras, secadoras, computadoras,
celulares, aspiradoras, hasta sus automóviles.
El uso por el desuso del siglo
pasado ya es historia, las novedades tecnológicas, pasan a segundo grado cuando
se trata de proteger el ambiente.
Se acerca el invierno, ninguno de nuestros hermanos debe pasar frío
mientras en mi ropero, las chaquetas y abrigos se amontonan por años, lo que no
uses en seis meses pertenece a otro. Sensibilicemos a la familia, unamos
esfuerzos para que nuestra ciudad luzca hermosa, entre todos podemos hacerlo,
si nos responsabilizamos de lo que nos corresponde.
Es apremiante ahorrar en
energía eléctrica y combustibles, organizar rondas para llevar a los escolares,
evitar toda contaminación de agua y de aire, no a la quema de basura.
Motivemos a niños, adolescentes y adultos a trabajar en equipo.
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