miércoles, 26 de febrero de 2020


Aprovechemos la oportunidad...
La verdad es que el tiempo pasa volando y lo vemos con mayor claridad en el desarrollo de los pequeños que de repente pasan a ser adultos. Digo esto porque me acabo de dar cuenta que hace ya varias décadas que compré una hermosa Biblia de gran tamaño, fue en un centro comercial que hoy ya no  existe, recuerdo muy bien que me llamó la atención la belleza de su portada y su encuadernación. No me importó su precio porque en ese momento sentí la necesidad de llevarla a mi casa, donde en uno de los libreros descansó por tiempo indefinido. 
Hasta hace unas semanas cuando ponía en orden la recámara me fijé en ella, me molestó el haberla olvidado, el no haber intentado leerla ni tan siquiera una vez durante todos estos años. La saqué de entre los libros y después de sacudir el poco polvo que tenía, busqué por curiosidad la fecha de su edición y para mi  asombro, ya había cumplido más de cincuenta años lo que significaba que se colocaba en el honorable rango de antigüedad. 
De acuerdo con los estudiosos, lo más recomendable para nosotros los principiantes es leer en el Nuevo Testamento los Evangelios, pero como esos los escucho al asistir a misa, opté por comenzar mi lectura en los Proverbios y el Eclesiástico.
Sus páginas manan sabiduría, el único inconveniente es su traducción al español antiguo, que en ocasiones dificulta comprenderlo. De todas maneras la llevé a mi buró, la leería en cada momento disponible durante el día. Me encantó tenía la letra grande aunque si he de ser sincera resultó bastante pesada.  
Los Proverbios y el Eclesiástico indican la manera correcta en que la persona debe comportarse, creo que si los aprendiéramos en la juventud, después al convertirnos en padres sabríamos cómo educar a los hijos y cómo conservar a la familia, seguramente tendríamos una sociedad menos corrompida y violenta.   
No es posible que existan personas con exorbitantes riquezas, mientras otros se mueren de hambre, enfermedad, frío y lo peor sin esperanza de una vida mejor.
Cada línea escrita en este libro transforma para bien la vida del  lector y de los que le rodean, a mí me pasó. Se acerca la Cuaresma y con ella la oportunidad de aprender, de sensibilizarnos, de dejar  atrás vicios y malas costumbres, sobre todo esos malos pensamientos que nos acechan.
Si quieres puedes encontrar esta información a través de internet, sé que no te arrepentirás de haber conocido con exactitud la forma de vivir en paz contigo mismo y con tus semejantes.
El mundo necesita gente buena que se esmere en educar, educarse y dar buenos ejemplos. Dicen que la vejez da sabiduría porque el caminar se torna lento y permite pensar, es por eso que algunos viejos dan buenos consejos. Tiempo ideal para que la conciencia se despierte y la amistad con Dios se estreche. 
Antonieta B. de De Hoyos                                   2/ 26/20

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