Los jóvenes piden ayuda.
Por Antonieta B. de De
Hoyos
9/16/2017
A pesar del desarrollo de otros
centros económicos de alta tecnología en Estados Unidos y por el mundo, Silicon
Valley en California, continúa siendo el centro líder para la innovación y
desarrollo de alta tecnología
Hago referencia a este lugar, porque la prensa dio a conocer hace ya
varios años, la decisión de todos los empleados sin importar rango, de exigir,
en los colegios a donde inscribían a sus hijos, la prohibición de aparatos de
alta tecnología que los distrajera de sus estudios.
Hoy, pasados casi diez años, llega a mis manos otra noticia, ahora es un
Instituto femenino en Inglaterra, el que ordena nada de celulares, Tabletas,
Lat-top, ordenadores, ni siquiera las pulseras que sirven para medir la
actividad física, peso, calorías quema- das etc.
Las alumnas del Instituto Femenino Stroud de Gloucestershire
(Inglaterra) no podrán utilizar ninguno de estos dispositivos en las
instalaciones del centro educativo, salvo algunas excepciones. En un primer
momento, esta desconexión digital levantó una ola de indignación, pero poco a
poco, las chicas han entendido el por qué, e incluso han aplaudido la decisión.
Puede parecer raro que a unas adolescentes, les parezca bien que les
prohíban algo tan necesario para ellas, como el celular y sus imprescindibles
redes sociales, pero la decisión ha sido tomada en parte por el propio deseo de
las jóvenes.
Los maestros realizaron una encuesta y descubrieron que el 75% del
alumnado revisaba continuamente sus redes sociales y que el 50% incluso se
dormía con el teléfono en la mano. Lo más sorprendente es que más de la mitad
de las chicas de entre 11 y 14 años, aseguraron que les gustaría “tener más
control sobre el uso de las redes sociales”. Están pidiendo ayuda porque no
saben cómo hacerlo.
El colegio debe ser un lugar en el que se pueda aprender, divertirse y
tener amigos auténticos, no para comunicarse a través de internet. Los expertos
en salud mental de ese condado descubrieron que muchas de las adolescentes se
sienten frustradas por compararse constantemente con otras chicas en redes
sociales, dicen: “Tiene el pelo más largo, es más rubia, tiene mejores prendas,
mejores vacaciones” sin saber que esa gente solo comparte en Internet (a veces
inventados) los mejores momentos de sus vidas, por lo que compararse, es
bastante perjudicial.
El instituto organizó una semana de desconexión digital en la que las
400 alumnas y profesores fueron obligados a dejar en casa todos sus
dispositivos electrónicos. Tras la prueba, la mayoría aseguró sentirse
menos estresado y más libre.
Curiosamente, el dispositivo que más daño les hace es la pulsera de
salud, esa que mide pasos, peso y calorías quemadas; porque muchas de ellas con
un cuerpo normal están obsesionadas con adelgazar. La orden fue precisa,
a partir de septiembre, la desconexión digital será la norma.
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