La ética y la moral, anuladas.
Por Antonieta B. de De Hoyos. Junio 18/16
En la última década, la sociedad ha venido sufriendo cambios demasiado
bruscos en lo que se refiere a la conducta de las personas, hay veces en que se
rompen por completo los esquemas morales y religiosos que antaño la sostenían.
Los legisladores y políticos (la mancuerna del diablo), en su loca carrera por
acrecentar riqueza y popularidad -ya no buscan el bien de la comunidad-se
limitan a presentar escandalosas iniciativas de ley, que solo sirven para
dispersar la atención de la ciudadanía sobre su deficiente trabajo en los
curules y gobiernos, leyes absurdas que van en contra de lo instituido y
desestabilizan a las familias mexicanas.
Esta vez no me voy a referir a ninguna de esas ilustres propuestas,
aunque todos sepamos que según éstas se vayan haciendo efectivas, nuestro
caminar se irá enfilando hacia la decadencia, con el riesgo de que en cualquier
momento en cuanto estalle la enajenación colectiva, dará principio el retroceso
mundial de la sociedad y el caos y la destrucción serán
totales.
Lo que sucedió en Orlando Florida, USA, está sucediendo en muchas
partes del mundo, incluso aquí en mi provincia, porque es el resultado de la
pésima educación que se otorga en los
hogares, el descuido total de los padres trabajen o no fuera de casa, la
negligencia al dejar los sentimientos, emociones y acciones de sus hijos en
manos de los medios de comunicación corruptos. (programas de televisión,
internet, películas) donde se presentan escenas de sexo y crímenes espantosos,
a cualquier hora del día como si fueran caricaturas, información que se graba
en sus mentes, para colmo también intervienen en este desastre las malas
compañías y el vivir dentro de una familia violenta y desintegrada.
Jóvenes y adultos, están descontrolados porque lo que antes se
consideraba pecado o faltas a la moral, ahora la ley lo permite; organizar un
desfile con personas semi desnudas y pintarrajeadas ya no es inmoral, vestir un
hombre como mujer antes se sancionaba, besarse en la boca dos hombres en
público era inimaginable, ahora todo se tolera.
Sentir en el corazón que hay cosas que no deben hacerse y ver que
muchos lo hacen impunemente, lleva a la desesperación y a los enfrentamientos
que terminan en graves tragedias. Pero,
estos actos no deben calificarse como homofóbicos porque durante siglos la
sociedad ha respetado a los homosexuales que se dan a respetar.
Las universidades, están llenas de estudiantes talentosos que no saben
comportarse. Lo mismo pasa con muchos de nuestros representantes que desconocen por completo la ética, la moral,
los principios religiosos, la presencia de Dios y el temor a fallarle.
La ética es la voz interior que me dice lo que está bien o mal, la
moral es lo que la cultura de mi pueblo me permite; hoy las dos están
olvidadas, las iniciativas de ley las enviaron a la basura.
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