Hijos y nietos saludables…vejez
en compañía.
El problema del
sobrepeso y la obesidad infantil ha aumentado en los últimos años, hecho propiciado
por los padres que premian a sus hijos con comida chatarra. Conducta inaceptable en la actualidad porque gracias a
las campañas realizadas a través de los medios de comunicación, la ignorancia
ha disminuido en la comunidad.
Lo que de verdad apremia
es provocar los cambios alimenticios en los hogares y para ello tenemos la
fortuna de contar con la pirámide nutricional, tan recomendada por médicos y
pediatras.
Es realmente triste, pero
el mal radica en la pasividad de los padres y adultos que rodean a los
infantes, porque ellos si saben que el sobrepeso acarrea terribles consecuencias
tales como la diabetes infantil y juvenil, que los obliga después a llevar una
vida llena de sacrificios.
Cuando los menores con
sobrepeso se convierten en adultos obesos, su calidad de vida se deteriora, pronto llegan los problemas cardiovasculares,
respiratorios, inflamatorios, hipertensión arterial o patologías osteo-articulares.
El gran pretexto de los
adultos desobligados siempre ha sido el excesivo trabajo, las prisas, los
compromisos y la pérdida de tiempo en diversiones. Lo bueno es que existen
millones de personas adultas, que sí se comprometen y protegen a sus niños dándoles
una sana alimentación.
Lo más recomendable es organizar
un refrigerador y una despensa libre de chatarra y refrescos azucarados. También
se puede colocar un platón en el centro de la mesa con frutas y verduras,
conozco niños que disfrutan comiendo a mordidas un pimiento morrón, cilantro,
pepinos con cáscara, manzanas, limones, zanahorias, etc.
Lo principal será descartar
todos los alimentos envasados y enlatados, a la vez que se inicia a los niños en
la costumbre de raciones pequeñas, porque comer menos es la clave.
Es indispensable educar
en el buen comer, sin prisas y en familia, teniendo en cuenta que nunca debe emplearse
la fuerza, ni los castigos. Ésta es una labor de convencimiento hacia la importancia
de una vida futura sana. No olvidemos dar el ejemplo es la clave del éxito.
El aceite de oliva,
pescado, legumbres, cereales, lácteos, huevos, frutas, verduras, yogur y frutos
secos, podrían catalogarse como alimentos caros, pero usándolos con moderación y sin desperdicio dan magníficos resultados. Desayunar,
comer y cenar o merendar con sobriedad, incluyendo frutas y verduras sin llegar
al hartazgo, evita el deseo de picotear chatarra entre horas y aleja de
inmediato a la obesidad.
Antes las abuelas eran
felices cuando el recién nacido era rollizo, criatura que al empezar a gatear y
caminar adelgazaba sin debilitarse, gracias a la sana alimentación que recibía.
Hoy los bebes nacen delgados pero para su infortunio su desarrollo se basa en
alimentos saturados de conservadores, grasas, sal, azúcares, y se ejercitan
poco lo que les pronostica un futuro
complicado. El tiempo vuela y si queremos una vejez en compañía, será mejor que
cuidemos la salud de nuestros niños, es la única forma de que podamos más
adelante disfrutar a los anhelados nietos.
Antonieta B. de De
Hoyos. 2/20 /19
No hay comentarios:
Publicar un comentario