Que decir en la Nochebuena.
Por Antonieta B. de De Hoyos dic./23/17
A veces no sabemos que decir
antes de la cena de Nochebuena, son esos momentos en que la indecisión nos
llega por el temor a hacer el ridículo con los ahí presentes, que no comparten
la formación religiosa que provoca dentro de uno, el deseo de elevar el
espíritu en tan especial ocasión.
Por eso muchos procuramos
alejarnos del barullo, unas horas antes y asistir con devoción a la misa del Niño Dios, con el propósito de
recordar lo sucedido hace tantos años en el Portal de Belén, momentos muy
bellos en los que se vive con mayor intensidad la fe y donde podemos
compenetrarnos con la divinidad, en la Eucaristía.
Es inútil querer acallar con
el materialismo el apremio humano de alabar a Dios, impulso que se multiplica
en esta fecha, cuando a las almas les urge ser bendecidas.
Fue este estado de ánimo el
que me llevó a buscar en el internet, algún mensaje acorde a la ocasión que
pudiera compartir con mi familia. Encontré muchos, pero yo quería algo sencillo
y enternecedor, algo que engrandeciera el acontecimiento y nos condujera aunque
fuera por unos instantes, a una profunda reflexión personal. La mayoría eran
muy extensos y otros contenían fechas bíblicas, por eso opté por elegir las
frases que más me gustaron y elaborar yo misma la siguiente oración que les
comparto…
“Dios Padre: esta noche aquí
reunidos en familia, queremos pedirte que el Niño Jesús nazca también en
nuestros corazones, para que de esa manera podamos compartir con otros, el amor
que Tu nos ofreces cada día.
Gracias Señor, por bendecir a
las familias de nuestros hijos, nuestro hogar y a cada una de las personas con
las que convivimos. Bendícenos en esta noche tan especial en la que tenemos la
oportunidad de prepararnos nuevamente, para recibir con amor, alegría y
esperanza lo que nos tengas destinado.
Esta noche al ver el pesebre,
pensaremos en las familias que no tienen techo, alimento, comodidad; te pedimos
por ellas para que pronto encuentren abrigo. Es cierto que vivir no es fácil,
pero sabemos que contando con tu presencia y sabiduría, nos sentiremos más
seguros de no abandonar el sendero, que al final nos lleve a Ti”. Amén.
La
energía divina llega, cuando se goza la auténtica nochebuena, es una fuerza
única que nos conduce a recordar que solo amando a Dios y a nuestro prójimo,
podremos encontrar la verdadera hermandad que apura a la humanidad. Lo
maravilloso es que volveremos a sentir en nuestro corazón, aquel intenso
calorcito cómo cuando éramos niños.
¡Esta noche sin excepción, Jesús nos bendice a todos!
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