viernes, 16 de junio de 2017

¿Quién es un hombre? 
Por Antonieta B. de De Hoyos                                  junio 17/17  
  
Con motivo del día del padre me llegó este mensaje, primero por correo electrónico y después, con imágenes enternecedoras vía Facebook, por lo que decidí hacer una pequeña adaptación para mis lectores de prensa e internet.
La narración se inicia con un aire de nostalgia, cuando menciona el momento de la Creación y la forma en que se enfatiza la imagen femenina; siempre se piensa en su fortaleza, su embarazo y su doloroso parto, pero sobre todo en la dedicación abnegada con la que sirve hasta la muerte, a sus seres queridos sin esperar nada a cambio.
Pero, ¿qué pasa con la presencia del hombre en el planeta? ¿Acaso no aporta nada a la conservación de los seres humanos?. Según iba leyendo percibía la enorme ternura con la que habían sido construidas estas frases, pero lo que realmente despertó mí curiosidad  fue el que éste haya sido escrito por un varón, que dejó sentir en su narración una gran sinceridad y responsabilidad al atreverse a hacerlo.
¿Quién es un hombre? Pregunta enfático, para de inmediato describirlo:
Un hombre es parte vital de la Creación al igual que la mujer, ya que gracias a los dos la especie se perpetúa. Pero, por qué o para qué lo creó Dios? Él lo hizo con el propósito de que salvaguardara a su familia, ¿nada más?. 
Podríamos en algún momento las mujeres, detener nuestro caminar e maginar ¿cómo transcurre la vida de un hombre?
De ninguna manera voy a generalizar, porque las excepciones rompen la regla, pero la nobleza exige enaltecer a esa mayoría que sacrifica sus sueños, por ver una sonrisa en el rostro de sus padres, a quienes cuida en su ancianidad y hasta el final.
Su dinero ganado con mucho esfuerzo, poco le dura en sus bolsillos, se le escurre entre las manos en regalos para la mujer amada y el mantenimiento de los hijos, desea verlos felices, no le importa sacrificar su juventud entera en pro del bienestar familiar, ni trabajar horas extras, a veces hasta la madrugada.
Es un idealista, siempre está soñando en la edificación de un futuro lleno de éxitos para sus críos, al grado de que si se hace necesario toma préstamos bancarios, que le compromete por varios años el pagarlos.
Tolera con paciencia los refunfuños de su esposa, de sus hijos, de su jefe, y a veces hasta de su madre; lo que le lleva a pensar durante esos escasos momentos de paz que logra tener, que su vida se limita al compromiso que asumió para felicidad de los demás.  
Después de leerlo, no pude dejar de pensar en el tremendo empoderamiento que en las últimas décadas ha recibido la mujer, la que en su vanidad no aprecia la presencia del hombre en el hogar, hasta que ve como se parte el alma una mujer sola para educar y sacar adelante a los hijos.

…Oremos por su  recuerdo y agradezcamos a Dios que tenemos uno en casa. 

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