“Del rosa al amarillo de la mano de Dios”
Por Antonieta B. de De Hoyos
Dic. 10/16
El próximo sábado 17 a las once de la mañana en el auditorio “Claudio
Bres Garza” en la Pirámide del Sol, ubicada en la Plaza de las
culturas, presentaré a ustedes mi primer
libro.
Las personas que han tenido la oportunidad de
leer alguno de mis artículos semanales en la prensa o que me escucharon alguna
vez en uno de los programas de radio en “Busca de la Excelencia”, conocen mi estilo
de escribir y quizás hasta en cierto modo mi manera de ser. Esta vez me
anticipo para ofrecerles a ustedes una parte de la introducción, para que
conozcan el por qué y el para qué decidí escribir este pequeño libro.
“Del rosa al amarillo de la mano de
Dios”. Introducción.
Ha pasado un buen tiempo desde que en mi pensamiento surgió la idea de
publicar un libro, pero por azares del destino me vi obligada a posponerlo, a
lo mejor porque me faltaban experiencias
muy interesantes por vivir.
Esta noche por fin he comenzado y aquí estoy frente a mi computadora,
entrecierro los ojos y dejo volar mi imaginación. Son tantos los recuerdos, las
emociones, las situaciones inesperadas, los sucesos increíbles, que ahora al
evocarlos reconozco con sincera humildad, que sin la presencia divina, no
hubiera podido superarlos ni disfrutados.
En este pequeño libro, quiero recopilar algunas de las experiencias
más sobresalientes que me ha ofrecido la vida, algunas chuscas pero
penetrantes, otras dolorosas al grado de parecer imposibles de soportar.
Eso
sí, cada una de ellas llegó en el momento preciso, dejó una enseñanza, confirmó
la regla de que lo que no mata fortalece
y la consigna de que para convertir en
gozo lo vivido, basta con no alejarse de Dios.
Intentaré llevar un orden cronológico y relatar solo lo más
sobresaliente, aquello que me permitió abrir mi mente y mi corazón a la
sabiduría divina y reconocer que Él siempre tiene un plan perfecto para cada
uno de nosotros.
De todas las lecciones recibidas, la que más me ha servido
para seguir adelante es la que reitera
que siempre se puede retomar el camino, porque nunca estamos solos lo único que
tenemos que hacer es guardar silencio y escuchar con atención.
Pero ¿porque quiero publicar? Porque siento dentro de mí una fuerza
sobrenatural, una energía especial, la misma que me ha llevado a sentir ese
gozo indescriptible cada vez que logro despertar en alguien el deseo de ser
feliz, ese bienestar que da el servir a
los demás sin esperar nada a cambio.
Motivar a las personas a luchar sin descanso por la vida buena, me ha
dado muchas satisfacciones, pero sobre todo la seguridad de decir por
experiencia propia, que en nuestro arduo caminar Dios siempre está con nosotros.
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