Catolicadas o mundanicadas.
La semana pasada vi por
causalidad uno de los mensaje de “Catolicadas”, que consideré como subliminal
por estar estructurado de tal forma, que con sutileza desestabiliza los principios
heredados, hoy tan estigmatizados. Lo que no me explico es el ¿por qué?
involucrar en estos videos cortos, a dos personajes tan reconocidos por sus
virtudes en nuestro ámbito creyente, ellos son un sacerdote bonachón y una
monjita muy avispada.
Estos diálogos en cada
episodio plantean el momento en que las ideas se complican y se cuestionan, mismos
que pueden ser representados por una mujer y un legislador, un hijo y su padre,
un acusado y un juez, un alumno y su maestro. Cualquier persona con autoridad
puede ocupar el lugar del sacerdote y del mismo modo puede hacerlo cualquier
ciudadana con iniciativa que quiera cambiar algo para su comodidad, sin tener
que usar como vocera a una monjita.
Lo cierto es que ya
somos muchas cabezas pensantes y muchos corazones latiendo, más de siete mil
millones sobre el planeta, cada uno con sus propios gustos, crianzas, ideas y
ansias; pero sobre todo con la libertad absoluta de vivir a su manera. Pero,
para disfrutar al máximo esta libertad, se debe evitar caer en la imposición y
en la tentación de manipular mentes inexpertas.
Estos capítulos en
formato de caricatura se trasmiten por internet y televisión, son conversaciones
que de manera indirecta, invitan a prácticas sexuales diferentes a las establecidas
por la naturaleza desde hace siglos. Aclaro que en épocas pasadas también hubo personas
con inclinación sexual diferente, fueron en menor número y un poco más discretas,
porque jamás se erigieron como ejemplo. Simplemente supieron vivir.
Hasta hoy ninguna
ciencia por más que se esfuerza, ha podido dar a esta diversidad sexual un
veredicto convincente, que deje fuera la importancia de la educación en
virtudes y valores desde la infancia. Es verdad que las uniones libres han
proliferado y que la sociedad ha respetado esa decisión, pero de eso, a que se
incluya en la promoción de actitudes incorrectas, a una religión tan honorable como
lo es el catolicismo, no estoy de acuerdo, ¿por qué no se apoyan en jerarcas musulmanes?
En la actualidad por
convenir a sus intereses, algunos dicen que Dios no existe, que los principios
religiosos no tienen validez y que son anacrónicos, conducta en la que se
apoyan para proclamar su intimidad, lo triste es que ha quedado comprobado que
en este caos, la relación en pareja se torna difícil y por lo regular termina
en tragedia.
La educación sexual debe
iniciase en casa con la presencia y el respeto de papá y mamá, porque los
libros de texto actuales, son controlados por gobiernos a los que poco o nada,
le interesa la moral de la familia ni la paz social.
“Enseña al niño el
camino que debe andar, y aún cuando sea viejo no se apartará de él.” Prov. 226.
Antonieta B. de De
Hoyos mayo 16/15
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