viernes, 22 de mayo de 2015


Catolicadas  o mundanicadas.

La semana pasada vi por causalidad uno de los mensaje de “Catolicadas”, que consideré como subliminal por estar estructurado de tal forma, que con sutileza desestabiliza los principios heredados, hoy tan estigmatizados. Lo que no me explico es el ¿por qué? involucrar en estos videos cortos, a dos personajes tan reconocidos por sus virtudes en nuestro ámbito creyente, ellos son un sacerdote bonachón y una monjita muy avispada.

Estos diálogos en cada episodio plantean el momento en que las ideas se complican y se cuestionan, mismos que pueden ser representados por una mujer y un legislador, un hijo y su padre, un acusado y un juez, un alumno y su maestro. Cualquier persona con autoridad puede ocupar el lugar del sacerdote y del mismo modo puede hacerlo cualquier ciudadana con iniciativa que quiera cambiar algo para su comodidad, sin tener que usar como vocera a una monjita.

Lo cierto es que ya somos muchas cabezas pensantes y muchos corazones latiendo, más de siete mil millones sobre el planeta, cada uno con sus propios gustos, crianzas, ideas y ansias; pero sobre todo con la libertad absoluta de vivir a su manera. Pero, para disfrutar al máximo esta libertad, se debe evitar caer en la imposición y en la tentación de manipular mentes inexpertas.     

Estos capítulos en formato de caricatura se trasmiten por internet y televisión, son conversaciones que de manera indirecta, invitan a prácticas sexuales diferentes a las establecidas por la naturaleza desde hace siglos. Aclaro que en épocas pasadas también hubo personas con inclinación sexual diferente, fueron en menor número y un poco más discretas, porque jamás se erigieron como ejemplo. Simplemente supieron vivir.

Hasta hoy ninguna ciencia por más que se esfuerza, ha podido dar a esta diversidad sexual un veredicto convincente, que deje fuera la importancia de la educación en virtudes y valores desde la infancia. Es verdad que las uniones libres han proliferado y que la sociedad ha respetado esa decisión, pero de eso, a que se incluya en la promoción de actitudes incorrectas, a una religión tan honorable como lo es el catolicismo, no estoy de acuerdo, ¿por qué no se apoyan en jerarcas musulmanes?  

En la actualidad por convenir a sus intereses, algunos dicen que Dios no existe, que los principios religiosos no tienen validez y que son anacrónicos, conducta en la que se apoyan para proclamar su intimidad, lo triste es que ha quedado comprobado que en este caos, la relación en pareja se torna difícil y por lo regular termina en tragedia.  

La educación sexual debe iniciase en casa con la presencia y el respeto de papá y mamá, porque los libros de texto actuales, son controlados por gobiernos a los que poco o nada, le interesa la moral de la familia ni la paz social.

“Enseña al niño el camino que debe andar, y aún cuando sea viejo no se apartará de él.” Prov. 226.

Antonieta B. de De Hoyos          mayo 16/15

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