Otra increíble idea estatal.
Cuando me lo dijeron, no lo pude creer. Se trata de
un automóvil circulando por la ciudad, con el dibujo de un condón en
su carrocería, preparado para regalar condones a todos los varones que lo
soliciten. Lo que no me informaron, es si es de uno en uno, o por docena,
imagino que va de acuerdo a la demanda.
Para salir de dudas sobre la raíz de tan monumental
idea, llamé al Centro de Salud local y fue ahí donde me confirmaron, que se
trataba de una propuesta activada por el Sr. Gobernador y la Secretaria de
Salubridad y Asistencia del Estado. ¿Será que con esta nueva disposición, ahora
si sonreirá Coahuila? Lo esencial es saber si la sociedad estuvo de acuerdo con
esta disposición y la fecha en que este proyecto fue aprobado por las
autoridades competentes.
Investigando sobre esta novedosa (?) campaña, me
encontré un reportaje periodístico fechado hace varios años, que narra la
experiencia vivida en el continente Africano, relacionada precisamente con la
distribución gratuita de condones. En ese país durante la década pasada, fueron
también regalados miles de condones, con el fin de disminuir aunque fuera un
poco la copiosa natalidad y el mortal contagio de SIDA.
Para infortunio de las autoridades sanitarias esta
acción social no funcionó, la epidemia y la natalidad siguió su curso. Fue ahí,
cuando se dieron cuenta de su fracaso, que se le dio marcha atrás al programa.
No quedaba de otra, había que regresar a
la educación en las virtudes humanas; urgía retomar la conducta ancestral de la
castidad, fortalecer con mayor firmeza la educación tradicional y las buenas
costumbres en los hogares. Por supuesto que para lograrlo iba a ser necesario
contar con el apoyo de los adultos, los que con su ejemplo y sus sabios
consejos encauzarían las inquietudes propias de la vida sexual, en los
inexpertos.
Estaban consientes de que su tarea sería ardua y
prolongada, pero sabían que solo de esa manera lograrían el éxito deseado.
Tenían que arriesgarse, ya no les quedaban lágrimas para llorar a sus difuntos,
enfermedad que no respeta edad ni sexo. Gracias a Dios, sucedió lo esperado.
Poco a poco la salud en esas regiones se ha ido mejorando y la práctica sexual
dignificándose.
En Coahuila, sabemos que para conservar la salud es
imprescindible la prevención, obviamente unida a la información masiva, el
condón por sí solo no es el remedio. Obsequiarlos en grandes cantidades a
diestra y siniestra, pone en entredicho la calidad del producto y el
conocimiento impartido.
El SIDA y el
papiloma humano, cunden porque hemos descuidado la educación sexual de niños,
adolescentes y jóvenes; los hemos criado débiles de carácter y de espíritu, los
hemos dejado por su ignorancia, a merced de comerciantes y publicistas
mercenarios. No olvidemos que sin conciencia moral, cualquier sociedad por privilegiada que sea, se
degrada.
Antonieta B. de De Hoyos agosto 1/12
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