¡Ajajá! conque eso
era.
Dicen los que saben,
que las personas con mayor inteligencia tienen menos amigos que los demás, que
cuanto más inteligente sea, su tendencia natural será estar rodeada de menos
personas y de elegir solo aquellas relaciones de mayor calidad, sin importar la
cantidad.
Esta clase de gente suele
tener un comportamiento que les hace diferente, a veces se muestran más
aislados que los demás porque sienten una gran inclinación a la soledad, para
ellos es más importante encontrar espacio para sí mismos, que buscar amistades
para pasar el rato.
Las personas
inteligentes se centran en sus propios pensamientos y acciones, sin importar
que pudieran ser contrarios a los de sus amigos. Como su mente no está
limitada siempre tienen algo que decir y
aunque no piensen igual, aceptan con gusto otras opiniones.
Se alejan de las
conversaciones sin sentido, pero se enteran de lo que todos hacen. Son
indiferentes a la moda y a la música, lo material lo descartan. Tampoco están
al tanto de lo que sucede en las redes sociales o eventos especiales, se sienten
cómodos de hacer lo suyo pues su mundo florece
más por su propia cuenta.
Las personas
inteligentes son intuitivas, ven más allá de falsas apariencias y toman
distancia de las personas que no valen la pena. Reconocen y se alejan de gente fatua,
no les gustan las amistades de ocasión. Deciden quedarse al margen después de observar
las normas actuales; demasiada publicidad
en redes sociales, hipocresía, parejas desleales y falta de respeto.
Los inteligentes son
mucho más maduros, perciben la realidad que los rodea, son humildes y positivos,
pero no dedican su tiempo y confianza a las personas que no lo merecen. No
prosperan como los demás, su familia y algunas personas agregadas que
consideran valiosas, son las más importantes. Hacen las cosas a su manera y
evitan los dramas. Las personas muy inteligentes son felices consigo mismas,
independientes y fuertes, no confían
mucho en los demás, pero sí en su filosofía de vida. Agradecen los detalles y no suplican ser aceptados por
nadie.
Saben muy bien quien es
un verdadero amigo, diferencian al curioso del preocupado, son cautelosos y,
cuando favorecen a alguien es porque comparte sus mismos valores y enriquece sus valiosos momentos de compañía.
Jamás cuentan sus
sueños a seres de mente cerrada o superficial, trabajan duro para lograr sus
objetivos y por lo regular superan las adversidades. Su visión es diferente,
tienen intereses trascendentes no se limitan a pasar el rato.
Su meta es ser mejores
personas cada día, sin esperar que los demás entiendan lo que están
haciendo, saben que más tarde podrán comprenderlo sin necesidad de
explicaciones.
Después de leer lo
anterior reconozco que muchos de los que a mí me parecían raros, son realmente personas muy inteligentes…, Quien
dice: ¡Yo soy así!
Antonieta B. de De
Hoyos
julio 10 19
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